lunes, 10 de diciembre de 2007

Los instintos y la violencia. 2ªParte


Ya hace mucho tiempo, que la psicologia ha comprendido que cada personalidad, cada ser humano tiene su propia sombra o inconsciente personal, este es el llamado inconsciente freudiano. Es por asi decirlo, el cubo de basura personal, donde hemos vertido todo aquello que no nos gusta de nosotros mismos, es lo negado, lo reprimido, fundamentalmente esta asociado a la satisfaccion de las necesidades e impulsos instintivos que no han podido ser bien integrados.



En el proceso de socializacion, el niño va incorporando, por la forma en que es tratado en su ambiente, aquellos valores morales de sus figuras parentales y por añididura del ambiente cultural en que se desarrolla. Asi, si una madre, que no le da pecho porque no es la hora, aunque tenga hambre, o porque no esta cerca cuando necesita que este, o porque hace caca en la alfombra y a el le da igual, pero a mama no, y es castigado, o en el caso del niño que no puede moverse porque es "peligroso" para mama..... y como estas mil y una situaciones. Donde la mayor parte de los padres actuamos, la mayoria de las veces impulsiva o insensiblemente sin comprender realmente lo que le esta pasando a nuestro hijo/a. Si este tipo de situaciones son reiterativas, no hace falta ningun evento llamado traumatico, para que el niño cree un registro interno, cargado de emociones y sentimientos de inadecuacion, dolor, miedos... que daran lugar a una serie de ideas en cuanto a lo que esta bien y mal, lo que es bueno y lo que no lo es, y lo que es mas transcendente, condicionan la autoimagen o autoconcepto de lo que el es.
Este proceso de adaptacion se lleva a cabo, con el fin de ser aceptado y amado, y tambien de poner su amor en las personas cercanas.


Asi entonces, en este drama humano que comienza (ver tema anterior) desde el momento de la concepcion, y el dialogo que se establece entre la madre y su hijo. El niño o la niña, van haciendo sus propias "renuncias" construyendo su propio mundo interno, su identidad, y buscando sus propias soluciones, negociando con la realidad, eligiendo de manera intuitiva, siempre que la presion y las condiciones no derroten su resistencia natural, podra convertirse en un persona normal, es decir, un ser mas o menos neurotico como la mayoria.


Esta es una vision basica de como se construye el inconsciente personal. Pero en este inconsciente hay una resultante de vital importancia, capaz de generar un gran sufrimiento para la persona, o de prestar un importante apoyo para la valia y el sosten de la persona. Es lo que Freud llamo "Superyo" y que otras escuelas vino a ser, el Estado Padre (A. Transaccional) o la patalogia de la moral. Este es en su aspecto mas negativo; el juez interno, el critico, el exigente, origen de toda culpa y autocondena, la fabrica de los horrores y los monstruos.



En mi opinion, el trabajo terapeutico de esta instancia es decisiva para la superacion y la cura real. Si en el proceso psicoterapeutico no se canaliza para "desmontar" y reconstruir el Superyo o Reparentar o revincular... sencillamente no avanzaremos, las puertas del laberinto seguiran cerradas.




Con el fin de ilustrar un poco los contenidos de lo que se expone. Reproduzco aqui, con el permiso de un paciente, parte del texto de su transito por este aspecto de la personalidad y de su conexion con el:


"Miedo, rabia. Tirano implacable. Mi monstruo ante los ojos de los demas era descomunal, capaz de cualquier cosa, era una fuerza brutal que si se descontrolaba no tenia fronteras. El recuerdo de mi adolescencia y la fantasía de que las mujeres habia que hacerles daño, para disfrutar de ellas. Que Animalada! Me hacia parecer ante mis propios ojos de chico bueno, algo inaceptable.
No quise nunca quedarme con aquellas imagenes. La virgen era una puta...


Continuo creciendo como un ser castrado, sufriente, endemoniado y sobre todo sin fuerza, sin mas energía que el resentimiento y el miedo. Mi monstruo se alimenta de mi propio miedo, de mi rabia contenida. Y sobre la implacable idea de que es absolutamente despreciable, condenable y que hay que salir de ahí, como sea, porque es la oscuridad. Esta en mi cabeza y es la destructividad su expresión mas cotidiana, una destructividad para todos y para conmigo, puede parecer una locura, pero en potencia es un bomba atomica capaz de destruir el mundo entero. Mi monstruo jamas se rinde porque es fuerza que busca su expresividad total, si no lo saco, si lo escondo, añade su cuota de destrucción a todo lo que haga. Tengo que conocerlo, vivirlo, comprenderlo, aceptarlo, amarlo… Me duele tanto, hay mucho dolor, cuanto mas miedo, mas cerca estoy, y cuanto mas me esfuerzo y dirijo mas me atrapa. AAGGGG... Busco la explosion, el drama, la expresión desnuda de su naturaleza doliente e iracunda. Solo asi hoy puedo estar en paz, en paz con el, conmigo mismo"