domingo, 29 de abril de 2012

TERAPIA HAKOMI. Ron Kurtz


Este es mi pequeño homenaje a este gran terapeuta, fallecido a finales de año.
Un visionario aun hoy. En mi opinion, su propuesta es dolorosamente bella.
He aqui unos parrafos de uno de sus libros.... y retazos de una entrevista a Patricio Varas.




"Éramos 19 personas en el verano de 1980, reunidos para estudiar este trabajo y para iniciar
un instituto. También tratábamos de encontrarle un nombre. Hicimos reuniones de tipo
"tormenta de cerebros" y no salían sino propuestas tontas. Finalmente, David Winters tuvo
un sueño en el que yo le entregaba un papel en el que estaban escritas las palabras
"Terapia Hakomi". La palabra no tenía ningún significado para ninguno de nosotros, aún
cuando David pensaba que podía ser una palabra indoamericana. David regresó a casa, en
un viaje de ocho horas, y buscó el significado de la palabra en algunos libros de referencia
que tenía. Descubrió que es una palabra en la lengua hopi (que a veces se pronuncia
"hakimi") y que tiene dos significados relacionados entre sí. En su uso corriente significa
"¿quién eres?". Y en su significado arcaico, "¿cómo te sitúas en relación a todos estos
reinos?". Eso nos cayó muy bien. Posteriormente he oido su significado y posibles
significados en chino (universal, risa reverente) y en hebreo (este es mi.. lugar, existencia,
transformación, establecer). En 1981, hice un viaje al sur del Colorado para buscar al Abuelo
David de las Naciones Hopi, buscando sus consejos en relación al sueño de David y al uso
de la palabra hopi por nuestro instituto. Por unas horas perdí el contacto con él. Nunca he
creado otra oportunidad, pero creo que con la publicación de este libro haré otro intento.


El despliegue y crecimiento de la consciencia es el proceso central de la psicología, y desde
cierto punto de vista, de toda la vida humana, de toda la historia y de la evolución del
cosmos. De un mar de átomos surgió una cantidad incomprensiblemente grande de seres
vivientes. En su capacidad de crear y recrear, hay un saber, una consciencia de sí mismo,
construyendo orden a partir del flujo del azar y del infortunio. Con cada despliegue del
drama, sea cósmico o personal, crece la consciencia como protagonista, como el arraigo del
ser, sea en las breves horas de la psicoterapia o en cualquier vida particular rica en
experiencias, o contrastado al vasto alcance del tiempo y del espacio sobre el cual desfilan
las galaxias.
La psicoterapia nos trae una armonía útil a las funciones de la mente, del cuerpo y a las
exigencias del mundo externo. En la amplitud y riqueza de su lenguaje, la precisión y
delicadeza de sus técnicas, sus cuidados, su poder para informar y en la belleza
desgarradora de sus mejores momentos, es a la vez un arte sublime y una antigua ciencia.
Conocerla y vivirla ha sido un gran regalo que Dios me ha dado. Compartiría ese regalo con
todo el mundo.

He tratado de hacer consciente lo que al principio era intuitivo y sentido sólo vagamente. No
para quitarle el arte, sino para ayudar a otros a que estén plenos de arte con ello."

Ron Kurtz

(El libro Psicoterapia Centrada en el Cuerpo, fue concluido en mayo de 1989. Hace 23 años.)




"En opinión de Patricio Varas. Chileno. profesor de filosofía y terapeuta, convertido en facilitador en el Instituto Esalen californiano en 1977, quien mejor ha sintetizado y actualizado los fundamentos de la sicología humanística y del desarrollo personal es Ron Kurtz -líder indiscutido del método Hakomi- con sus cinco principios.

En este modelo se tiene la confianza que el cambio y crecimiento de una persona está en sus propias manos y que sólo debe ser apoyado (principio de organicidad). Se reconoce que llevar al paciente hacia un estado perceptivo es una herramienta que aumenta la atención sobre sí mismo (principio de plenitud de conciencia). Se entiende que es un contrasentido el empleo de la manipulación o presión (principio de no violencia). Supone la indivisibilidad de la interfaz cuerpo-mente (principio de la integración). Y, por último, propone anteponer el sentido de la unidad de la creación (principio de universo participativo).

Establecer un estado de amplitud de conciencia, conectar con el niño sano interior, dejar que se liberen las emociones y darle el significado a la experiencia son sus recursos básicos. Técnicas que provienen del trabajo de focalización corporal de Gene Gendlin, de la administración del movimiento desarrollado por Moshe Feldenkrais, de la licencia bioenergética para la liberación emocional, de la redefinición de las creencias de la Programación Neuro Lingüística y de la sabiduría Oriental del taoísmo y el budismo.

“Es potente ver cómo los cinco principios del método organizan una terapia no violenta, holística, integradora, con algunas técnicas básicas. Aunque para mi no son sus técnicas lo más importante, sino sus cinco principios, que cuando se encarnan, permite organizar todo el background de conocimientos y experiencias en terapia... Todo se facilita”, dice Varas.

Y asegura que, en particular, asumir el principio de la no violencia es lo más difícil. “Ron Kurtz dice que una persona puede aprender las técnicas en tres años, que puede dominar la metodología en seis años, que puede adquirir la actitud emocional en nueve años, pero para encarnar los principios se requiere al menos de doce años de trabajo. Por eso el Hakomi es un método para terapeutas no diré viejos, pero sí con mucha experiencia”, reconoce.

Este método sicológico pone en evidencia que se ha transitado de la terapia conversacional a la terapia experiencial: suceden cosas concretas y ya no se dialoga con el sicólogo sino que con uno mismo. Y, aún más, ha llegado el momento de captar y reconocer significados de la experiencia desde el interior del paciente. “La terapia no es solamente conversación acerca de algo; es mucho más... Es vivencia, experienciación, experimentación y resignificación de la vida”, manifiesta.

El Hakomi sostiene es que para que las nuevas experiencias puedan llegar a ser posibles tienen que hacerse explícitas las creencias centrales, que no son más que hábitos que surgen al margen del darse cuenta a partir de experiencias, es decir, expectativas, predisposiciones, actitudes, pensamientos y movimientos típicos.

Interacción, no intervención La novedad es que no hay intervención, sino interacción: “es un proceso sencillo, humilde... Es la imagen del ermitaño, el viejo sabio, que ilumina desde atrás el sendero al caminante.



Kurtz apunta: “La mayoría de terapeutas que he observado interfieren el proceso que despliega la otra persona. Lo hacen porque necesitan hacer que algo ocurra, en lugar de reconocer que están ahí para ayudar a que algo ocurra... Tratan de forzar que las cosas ocurran, experimentando demasiado y haciendo preguntas innecesarias; sumiéndose en su propia curiosidad y en sus ideas acerca de hacia donde quieren que el proceso vaya”.
Se acabó el drama o “la tontería” diría quien lidera el trabajo Hakomi, desafiando abiertamente a la psicología. La levedad de la presencia se impone con esta propuesta, despojando la sombra kitsch a la terapia. Pues aquí no hay nada que tenga que funcionar, nada que se tenga que re-crear. Ni diálogos a lo Woody Allen ni brillantes reflexiones. No más víctimas ni lloriqueos. Kundera lo dice muy bien: “es la segunda lágrima la que convierte el kitsch en kitsch”. Y el Hakomi ha secado esa segunda lágrima."



Ron Kurtz