Mostrando entradas con la etiqueta PSICOPEDAGOGIA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta PSICOPEDAGOGIA. Mostrar todas las entradas

viernes, 8 de diciembre de 2023

DEJANDO DE SER VICTIMA

 


La muerte, a veces llega de puntillas... sin avisar, como el punto final a un proceso personal, familiar, grupal. Ronda con sigilo el momento preciso, sin levantar sospechas. En otras, sin embargo, anuncia o advierte, de manera clara, lo que es probable que ocurra: "Si esto, luego aquello"...  Entonces, la persona puede recoger el aviso...  

Se aprovecha la muerte, de las formas de perversión humana, de sus reglas, la ignorancia y conveniencia social.
Aunque siempre hay quien lee los signos que marcan los tiempos, y puede adelantarse para predecir.    

Si, una muerte mas por vacunación, que no aparecerá en ningún registro. 
Le toco a ella, la estupidez la dejo sin posibilidad de elección. 
Y a estas alturas, ¿Quién no tiene un enfermo o fallecido victima de esa terapia? Lo reconozcan o no. 
Acaso no era, este uno de sus objetivos?
 
Que importa! Era solo una vieja a la que ya tocaba morirse.... 
No entendemos nada sobre este transito a la muerte. Creemos saber, llenándonos de razón, con esta mente limitada que constantemente distorsiona la realidad,  y que solo se alimenta del espejismo de las cosas. 

Aprenderemos alguna vez las lecciones de vida que nos deja la muerte y la enfermedad? 
La anciana seguía aqui, no por cuestiones racionalistas, ni por un sentido "productivo" sino como parte del misterio de los motivos existenciales y espirituales, lejanos a nuestro entendimiento de las cosas. 
 
Siento ahora, en este vacío en el que no está, su influjo en estos últimos años de vida. Una influencia catalizadora de procesos en las personas con las que estaba vinculada, cerca o lejos de su presencia, la distancia poco importa. Hay  lazos invisibles que mueven la vida y los afectos. 

Un tiempo para el Alma, donde se puede preparar el terreno y tomar decisiones sobre el devenir. El propio devenir, y el de las personas que aparentemente dependía. Y no me refiero a decisiones patrimoniales, sino de otro orden, a los vínculos de sangre y su resolucion. 
A veces puede sorprender que justamente, la persona dependiente, es la que  mantiene los hilos de una red de afectos que toca los estados internos de las personas en relación. Afectando a nuestro estado, y a la forma de mirar la propia vida. 
Es entonces, cuando puede afirmarse al revés, de lo que la mayoría pueda pensar. Que son estas personas de las que a menudo dependemos largamente. 

Los lazos parecen estrecharse o alargarse  definitivamente al final de una vida. Y esto, tiene un sentido profundo, vital, emocional para los implicados. 


Si, todos hemos de morir, antes o después. Puede que la anciana este mas próxima, pero cuando la muerte llega, es siempre una perdida sin remedio, e implica un duelo. 
Primeramente aprendemos a perder a los abuelos, su presencia cercana representa un golpe anímico, ocurre a veces que, alguien joven y próximo, accidentalmente se va; mas tarde, le toca a papa, a mama... y quien sabe, puedes ser el ultimo del clan familiar en irse, y esto te llevara a ver la muerte como una compañera de vida, siempre presente. 
Y si el dolor no te derrumba, podrás volverte mas ecuánime. 

En la medida en que, nuestro mundo se asienta en un absoluto materialismo, somos victimas de la muerte, victimas de quienes restringen nuestros derechos y nos arruinan económicamente, victimas de gobiernos, de leyes que explotan nuestra ignorancia, pero sobre todo somos victimas de nuestro miedo. 

Y es posible que este victimismo se vuelva insoportable, es entonces, cuando puede alcanzarnos una gran desolación y hundirnos en la desesperación. 
El mundo no es mas un lugar seguro y confortable, sino peligroso, efímero, inestable. 
Puede que no haya donde agarrarse, y que acabes siendo una marioneta del estado, y hagas todo lo que se te indica, y tomes la medicación que se recomienda. 
Y sin embargo, continuas desesperado, no hay nada en el interior que pueda sostenerte. Y hasta puede ser que, veas a la muerte con benevolencia. 
Puede que traten de ayudarte a cambiar, y a mirar la actitud, y la forma de pensar, para que sea mas adecuada, pero el miedo sigue ahí abajo dirigiendo la vida, tu vida. 

Si, pienso con acritud... ahora tambien nos dejan enterrar en caliente, basta un certificado medico y en cuestión de horas la muerta al hoyo.

Cuando vamos a revindicar lo que realmente somos; Almas que encarnan en un viaje de vida, por esta tierra. Y que cuando toque el regreso, al lugar de donde hemos venido, me lleve importantes lecciones de aprendizaje, y a lo mejor, algo mas de aquel Amor que sana. 

Contigo en el corazón, 
Gracias, madre. 


jueves, 14 de abril de 2016

RELACIÓN de PAREJA II: ...O UNA CONDENA.

Continuo explorando los aspectos amorosos de la pareja. 
La variabilidad y contrastes de los elementos implicados. Los diferentes puntos de partida, el distinto grado de evolución de cada parte. Todo ello, acaba generando un proceso rico y complejo. Como consecuencia, de este proceso, en el mejor de los casos, después de vividas sus fases características y haber alcanzado algún hito en su desarrollo y propósito. No pocas relaciones acaban varadas en un punto muerto. 
Pudo ser al final de un largo o corto recorrido especifico o de la relación propiamente. Reconocerlo y aceptarlo ha de llevar su tiempo. Incluso en el estadio siguiente, donde se produce una "desintegracion" o recogimiento de las energías que crearon los vínculos puede resultar tediosamente largo.  
En otros casos, la continuidad de la relación como proceso ya agotado o viciado. Lleva consigo el dolor de experimentar la antítesis de su gestación, aquel deseo de amar transformado en odio y rechazo. 
Este estado de cosas, inconcebible para los que no han pasado por el; la relación pueda llegar a vivirse como una amarga condena. 
(ver entrada: etapas en el desarrollo niño/pareja) 



Os dejo para vuestra reflexión, nuevamente con Sinay. Este es un autor muy prolijo y con una visión determinante y clara. En esta entrevista que mantiene la frescura, su vigencia es innegable. En ella, Sergio se muestra escéptico con el amor como deseo-emoción. Sus ideas centrales quedan perfiladas en clave de rápidas respuestas.  

Muchos viven la pareja como una condena
La siguiente entrevista a Sergio Sinay fue publicada por el diario La Vanguardia, de Barcelona; el 24 de febrero de 2005. Por IMA SANCHIS. 
El amor no existe.
-No me diga eso...
-Eso de que hay una gran nube que se llama amor y que si uno logra pasar por ahí abajo será tocado por una influencia mágica que le cambiará la vida me parece...
-¿Una estupidez?
-¡Sí!, como decir que el amor se crea a partir de las similitudes, encontrando el alma gemela. Se crea trabajando las diferencias que existen entre dos personas que se eligen para formar una pareja fecunda y trascendente.
-Suena a clase de filosofía...
-El paradigma amoroso que hemos creado ayudados por el cine, la literatura y las creencias sociales, esa idea de que todos estamos destinados a vivir un gran amor, ha generado mucho sufrimiento; hasta el punto de que hay gente convencida de que ha amado muchísimo porque ha sufrido mucho.

-Lo del sufrimiento por amor es un clásico.
-Hay que cambiar ese paradigma. Hay que empezar por entender que la construcción amorosa es un trabajo.
-¡Y dale con el trabajo...!
-Creemos que el trabajo es sudor y sufrimiento; ocho horas en una jaula con luz eléctrica, sin fumar y deseando largarte. La idea de trabajo está disociada de la idea de creación, de gozo. Amar es construir desde ahí.
-¿Pero qué quiere construir?, ¿por qué?, ¿para qué...?
-A ver, antes quiero aclararle una cosa: yo no creo que sea obligatorio tener una pareja. Pero hay que entender que estar en pareja no es un fin en sí mismo. Si decides estar con alguien, mejor trabajar para conseguir darle sentido y contenido a esa relación.
-Pero dos personas empiezan a ser pareja porque se han enamorado, no porque se amen.
-Sí, y quizá demasiado rápido, porque el enamoramiento es desconocimiento del otro, atracción e ilusión, y no siempre acaba en amor. El amor es conocimiento y aceptación del otro y requiere tiempo y ganas.
-De acuerdo, ¿por dónde empezamos?
-Hay diferencias que son complementarias, otras que pueden ser elaboradas juntos mirando y escuchándose (todas esas cosas que se van olvidando en la convivencia). Y luego hay diferencias que son insalvables y que hay que tener en cuenta, porque no se le puede echar la culpa al otro de que no sea quien nos gustaría que fuera.
-Todo parece reducirse a lo que ya nos aconsejaba la abuela: comprensión, paciencia...
-¿Comprender qué?, ¿para qué?, ¿tener paciencia esperando qué cosa?...
-Parece yo.
-¿Qué es respetar al otro?... Todos decimos que respetamos al otro y no es verdad. Decimos que somos responsables hasta que tenemos, por narices, que hacernos cargo de nuestras elecciones y de nuestros actos, entonces transformamos la responsabilidad en culpa. Vivimos amores irresponsables.
-¿En qué sentido?
-Esperamos que el otro nos haga felices, se de cuenta de nuestros problemas, de lo que llevamos dentro... El amor no nos convierte en clarividentes, hay que decir las cosas. Yo creo que para estar con otro, uno ha de aprender antes a estar solo. Yo tengo que saber qué quiero y cómo lo quiero para poder transmitirlo. No puedo delegarle al otro la responsabilidad de que sepa lo que yo no sé.
-¿Y si no sabes lo que quieres?
-Aproxímese, haga una lista muy clara de lo que no quiere y al lado ponga los opuestos, ésa es la lista de lo que quiere. Yo trabajo con parejas y su frase más común es: "Tú ya no eres el que eras". En realidad lo que le está reprochando es que ya no responda a la imagen que tenía de él o de ella.
-Me da la impresión de que todo depende de la calidad y la madurez de cada uno.
-¿Y qué es la madurez?... Acumular experiencia en el conocimiento de uno mismo, lo que incluye aceptar los propios aspectos miserables. Pero nuestra sociedad practica el más vale mal acompañado que solo.
-Deme un punto de partida...
-Dos personas que aspiran a estar juntas deberían preguntarse: "¿Para qué quiero estar con el otro?"... No por qué, sino para qué, porque pedir pasión, comprensión y amor es pedir un abstracto. Si vamos preguntándonos sucesivos para qués, llegamos a una respuesta que no admite otro para qué.
-¿Por ejemplo?
-Para profundizar en la vida a través del amor. Luego viene la otra pregunta: "¿Cómo propongo que sea nuestra relación de manera que ese para qué sea posible?". Pero si no hay un para qué en común, olvídate del cómo, del qué necesito del otro, y del qué le ofrezco al otro; preguntas inevitables si quieres construir una relación con otro. Del mismo modo, si no hay combustible emocional, no tiene sentido plantearse la pregunta.
-El combustible se queda por el camino.
-Yo creo que las parejas tienen un momento de estar juntos con mucho amor, cumplen alguna llamémosle misión, traer un hijo al mundo por ejemplo, y luego se termina. Separarse cuando ya no hay un camino para seguir juntos es una forma amorosa de liberar al otro y liberarse a uno mismo. Pero mucha gente elige vivir la pareja como una condena.
-Honestidad mientras dure.
-El amor es un acceso al otro y el permiso a ser accedido por otro, algo muy creativo que merece la pena recorrer con sentido. Si naciéramos solos en islas desiertas, no tendríamos nombre. El otro nos da identidad.
-¿Cuál es el peor enemigo del amor?
-El piloto automático. Dar al otro por sabido, por oído y por sentido. El fuego, la pasión, puede acabar, pero el calor de las brasas es el más acogedor.

A REFLEXIONAR: 
- ¿Existen en la relación de pareja una serie de mitos culturales y mandatos acerca del amor, unos explícitos y otros de orden implícito que funcionan a modo de arquetipo modelando las respuestas de cada genero? ¿Reconocemos el condicionamiento de este sistema consumista y materialista? 

- ¿Es la fase de enamoramiento un proceso generalmente subconsciente, donde los deseos de amor se entrelazan y se complementan? ¿Que riesgos existen? 

- ¿Es el amor una emoción, o un estado de conciencia? ¿Confundimos el deseo de amar con el amor? ¿Podemos elegir el tipo de relación que mas necesitamos para crecer y aprender a amar?

- ¿A raíz de lo sugerido, es de valor trascendente, descubrir que nos une o nos unió. El grado en que compenetramos los diferentes elementos del amor en la relación? ¿Y mas importante aun iluminar lo inconsciente, hacia donde apunta esta relación? ¿Cual es su propósito, es decir, para que estamos en pareja? 

- ¿Es el sexo algo que va mas allá de las apariencias, de la necesidad de unión física? ¿Que papel juega el estado emocional profundo? ¿Que depositamos, que sentido le damos a esta vivencia? 

- ¿El anhelo de simbiosis perfecta puede ser el deseo universal inconsciente de cada fusión amorosa? ¿El orgasmo ideal, se asemeja a la experiencia cumbre (transpersonal) de disolución en el otro, o al poderoso sentimiento arcaico de fusión con la madre? ¿Hay alguna diferencia?

- ¿La función del estado "Niña" en la conciencia de la relación es siempre su "agujero negro"?. Por y desde el "Niño" buscamos, sentimos y vivimos el amor. Desde este estado nos construimos y evolucionamos emocionalmente como personas. 
¿Y si tenemos un Niño interior herido, cual es su influjo? 
¿Llegamos a la relación para poder sanar las heridas de amor de nuestro pasado histórico, con una nueva simbiosis? 
¿Tiene cabida en la relación un espacio de sanación y evolución o los mandatos parentales impiden su desarrollo? 
¿Podemos ver esos viejos mandatos actualizados en las modas o costumbres, en las opiniones del psicólogo, o las necesidades del otro? 



VIDEOS: 

https://www.youtube.com/watch?v=gH5fsQex-Jg&nohtml5=False
https://www.youtube.com/watch?v=Ug22cOqIHI0&nohtml5=False
https://www.youtube.com/watch?v=1tq0v-QpMco&nohtml5=False


miércoles, 13 de abril de 2016

RELACIÓN DE PAREJA I: UNA OPORTUNIDAD DE CRECIMIENTO...

Deciros que hay varias entradas en el blog relacionadas con el amor, y con el deseo de amar y ser amado. Esta en concreto viene a ser una continuación de la anterior; El Amor en Pareja.
En este caso os traigo un cuestionario a un psicoterapeuta que trabajo mucho en el ámbito de las relaciones de pareja. Es un buen conocedor, de tantas y tan diferentes formas de amar. El es Sergio Sinay. Esta es la primera de las entregas. Añadiré otra entrada para una entrevista en la Vanguardia, que no tiene desperdicio. Y ofrecerá la oportunidad de continuar reflexionando sobre este tema tan vital.




Infidelidad y analfabetismo emocional 
(Respuestas de Sergio Sinay, a un cuestionario del diario El País, de Madrid)

- ¿Cree que existe una tendencia hacia la "paridad" entre hombres y mujeres en la práctica de la infidelidad? ¿Existen datos fiables al respecto? (estadísticas de fuentes serias, estudios académicos...)
En general, descreo de las estadísticas que remiten a sentimientos y a actitudes relacionadas con el mundo afectivo y emocional. La intimidad de las personas (más allá de las respuestas) es insondable y no reducible a cifras. En las estadísticas siempre se ve que los varones son más infieles que las mujeres. Pero si la gran mayoría de los varones es heterosexual, ¿con quién cometen su infidelidad? En teoría, pues, por cada varón infiel debería existir, aproximadamente, una mujer que también lo es. A menos que la infidelidad masculina se cometa siempre con mujeres solteras o con prostitutas (y en un gran número de casos es así). 
De todos modos, creo que hay una tendencia a la “paridad”, siempre y cuando se entienda por tal cosa una mayor publicidad de la infidelidad femenina. Esto se origina en la autonomía, libertad y espacios ganados por la mujer tanto en la vida pública como en la privada. Al dejar de ser, progresivamente, un mero objeto sexual, al adquirir la estatura y dimensión de sujeto en el vínculo afectivo y sexual, la mujer también elige, toma iniciativas y, sobre todo, da cuenta de ellas, las manifiesta. Ser infiel es una manera de elegir y expresarse, más allá de valoraciones morales.
Por último, cabe agregar que, en muchos de los planos y espacios que antes les eran vedados y negados y en los que ahora transitan (o luchan por hacerlo), las mujeres han adoptado el modelo de conducta “oficial” de esos espacios, que es el masculino. Ocurre también en el plano de los vínculos amorosos y sexuales. Junto con la liberalización hay también una “masculinización” de las mujeres, por ejemplo, en cuanto a actitudes y tendencias en lo sexual. Y la “paridad” en la infidelidad es, en parte, fruto de ello. Lo que empareja a ambos sexos es, entonces, un modo masculino tradicional de lidiar con la crisis o la insatisfacción.

- Usted atribuye la infidelidad más a un tipo de vínculo que a pulsiones individuales (ya sean de carácter o de género), pero en caso de que la relación no propicie la fidelidad: ¿es distinto el comportamiento de hombres y mujeres? Y si el vínculo que la evita sí existe, ¿cree que el mérito de alcanzarlo se puede atribuir más a un sexo que al otro?

En verdad, sí creo que existen pulsiones individuales productoras de infidelidad y que, como usted bien dice, pueden ser individuales o de genero, o, mejor aún, una combinación de características individuales con mandatos de género. Una relación que no propicia la fidelidad es una relación en la que el amor (con sus componentes de confianza, respeto, empatía, solidaridad, responsabilidad y compromiso) no se ha constituido. Puede que sean relaciones de enamoramiento, de atracción sexual, de conveniencia, pero no de amor. No digo que donde hay amor no puede haber infidelidad. En las relaciones de amor hay crisis (a veces muy duras o dolorosas) y ello puede provocar infidelidad. Pero una cosa es la infidelidad que acontece en ese contexto y otra es la que se instala como un gaje natural de la vida en pareja.
Observo que, en efecto, son distintos los comportamientos de género en la infidelidad. A los varones (gracias a los mandatos de un modelo masculino que sigue vigente y continúa siendo hegemónico) les resulta más “natural” disociar lo emocional de lo sexual y, con notable frecuencia, no registran la conexión entre lo afectivo y lo sexual, de manera que asumen la infidelidad como algo que no afecta a la esencia sentimental de la relación. Pueden decir (hasta creyéndoselo) que “Este asunto con Fulana no tiene importancia, a la que de veras quiero es a mi mujer”. Y, subidos a ese caballito de batalla, suelen ser infieles de una manera casi deportiva, como un mero trámite de revalidación de su carné de masculinidad.
Creo que, en la mayoría de los casos, las mujeres viven con mayor intensidad emocional y afectiva la infidelidad (ya sea en lo pasional, en lo sentimental, en el goce y en el sufrimiento). Intuyo que en esta actitud influyen también los mandatos de género. Tradicionalmente (y esto no ha perecido aún) fueron designadas administradoras emocionales de la pareja (así como a los varones se les designó administradores económicos). Por lo tanto, tienen un mayor registro y una mayor sensibilidad a los vaivenes afectivos y sexuales del vínculo. En general, en las mujeres la infidelidad no tiene que ver con “acumular bazas”, sino con la satisfacción de necesidades emocionales más que sexuales y, por ello, es un acto que forma parte de acciones y elecciones en las cuales (de modo más conciente o menos conciente) ellas están decidiendo el futuro de sus vidas y, en consecuencia, de la relación a la que le son infieles.
Por último, pienso que cuando una pareja se consolida, evoluciona y trasciende sus diferentes etapas sin que haya infidelidad, no es mérito de uno de sus miembros en especial, sino de ambos, ya que las parejas se arman, se sostienen, se nutren o se desarman, de a dos.

- Por sus afirmaciones parece un acérrimo defensor de la fidelidad como fruto de una decisión libre y madura, pero otros estudiosos apuntan que el hecho de permitirse ser infieles podría derivar de una mayor valentía y capacidad de asumir riesgos. La terapeuta Paule Salomon, por ejemplo, afirma que "la infidelidad es una forma de afirmación de sí misma para la mujer moderna". ¿Está de acuerdo en que en algunos casos puede propiciar un crecimiento individual y como pareja?

Más que acérrimo defensor de la fidelidad, me considero un decidido abogado de las relaciones humanas cimentadas en el respeto, en la valoración del otro, en la empatía y el reconocimiento de las diferencias y de la diversidad. No creo que la fidelidad pueda ser fruto de la voluntad. De hecho uno puede proponerse ser fiel y (por temor, por obediencia a la palabra empeñada o por lo que fuere) terminar siéndolo a lo largo de toda la vida. Fiel a una persona a la que no ama o por quien no se siente amado. Eso no es un mérito, sino un acto que habrá respondido, quizás, a la voluntad, pero no necesariamente al amor. Las personas que se aman de veras, en cambio, no necesitan proponerse ser fieles ni empeñar su voluntad en ello. Probablemente lo serán como una consecuencia lógica y natural del tipo de vínculo que las une.
En cuanto a las afirmaciones de Salomón y otras que sostienen que una infidelidad puede ser saludable para la pareja, son opiniones y valen como tales. Creo que, como toda opinión (incluyo a las mías) se sostienen en un contexto ideológico. Todos tenemos ideología, es decir una manera de mirar el mundo, la vida y sus instancias. Me parece que la opinión de Salomón responde a una ideología en el cual la pareja es un fin en sí mismo y todo puede tener una explicación y una justificación siempre que se preserve la pareja como fin último. Yo creo que la pareja no es un fin, sino un camino posible hacia la trascendencia amorosa. La infidelidad como “forma de afirmación de sí misma para la mujer moderna”, sería una forma de afirmación basada en la traición. No son los valores que comparto, ni para mujeres, ni para hombres. Tampoco creo en el crecimiento personal a expensas del otro, a espaldas de otro, sino con el otro. Las parejas crecen cuando sus pasiones e intereses comunes generan proyectos compartidos, cuando aprenden a funcionar como un equipo en la vida real de cada día, cuando alimentan y enriquecen su intimidad y su magnetismo sexual y cuando comparten valores y los honran.

- ¿En qué medida es producto de nuestra sociedad de consumo la búsqueda permanente, la persecución del cambio como valor en sí mismo? ¿Cómo afecta este clima general a las relaciones de pareja?

En una enorme y decisiva medida. En una sociedad en la que el otro es, cada vez más, un dato lejano, un simple instrumento, un medio para fines, las vidas de las personas se van vaciando de contenidos trascendentes, de eso que el gran Víktor Frankl llamaba sentido. La ausencia de sentido (hay una estrecha relación entre sentido, empatía, solidaridad, enlazamiento con el prójimo) genera una profunda angustia, vacío existencial. Ciegamente, se intenta llenar ese vacío con todo tipo de consumo, un consumo desbocado y por momentos obsceno que no calma la insatisfacción, sino que pide más y más. Dentro de esto caen las personas. Se consumen personas como se consumen autos, ropas, ordenadores, teléfonos celulares y demás. Si una pareja no se me sirve, voy por otra y así sucesivamente. Agotada la novedad, nada queda. El amor, como los buenos vinos, como los frutos de la tierra, como las joyas más preciosas y duraderas, como los clásicos de la literatura y el arte, es fruto del tiempo, del conocimiento, requiere un proceso, etapas, descubrimiento, compromiso. En todas estas materias, la sociedad contemporánea, demuestra un creciente y peligroso analfabetismo.

- La teoría de que el hombre es infiel porque necesita "esparcir su simiente" y que la mujer no lo es porque busca un solo "macho" que le garantice la descendencia, ¿sigue vigente? Hay quien atribuye a esa necesidad de la mujer el hecho de que ellas sean más exigentes a la hora de escoger pareja; ¿está de acuerdo?

Esa teoría, como tantas otras teorías deterministas y biologistas, sigue vigente y, desde ya, estoy en absoluto desacuerdo con ella. Nos reduce a los humanos a un paquete de instintos, aniquila el concepto de responsabilidad, que es la facultad de elegir y hacernos cargo de nuestras acciones y de sus consecuencias, y, por último, niega la libertad, que es un atributo humano por excelencia. Según esa teoría hacemos lo que nuestra condición de animales nos exige y nada es posible contra ello. No hay elección, muere el libre albedrío, perecen la moral y la ética. Lo significativo de esta teoría es que resulta funcional a una concepción machista de la sexualidad y del amor. Por sí misma justifica y absuelve a la infidelidad masculina (casi la considera necesaria) y condena de antemano a la femenina. Desde esta mirada tanto un varón fiel como una mujer infiel son anómalos. Lo más grave es que teorías de este tipo se pretendan sostener con estadísticas (ya se sabe, las estadísticas sirven para lo que cada quien las necesite) o con presuntos argumentos científicos.

- ¿Qué diferencias significativas destacaría entre hombres y mujeres en cuanto a motivos para ser infieles, reacciones ante la infidelidad de la pareja y la propia (culpabilidad) y proyección social de las prácticas adúlteras (aceptación/condena por parte de los demás, discreción/alardeo...)?

De acuerdo con los patrones y mandatos de género, los hombres infieles se suelen sentir confirmados en su masculinidad, se demuestran capaces de actuar como se espera de un varón, se ratifican como tales. Por eso la infidelidad masculina se cuenta, se comenta con otros hombres, con los amigos, se registra en las estadísticas. En nuestra sociedad, todo hombre es infiel hasta que se demuestre lo contrario y toda mujer es fiel hasta que se pruebe lo opuesto. Porque la infidelidad femenina condena (todavía) a la mujer a una condición despreciable (“zorra”, “puta”, etc.). La palabra “adúltero” para nada conlleva la misma carga de culpabilidad, desprecio y condena que “adúltera”, aunque sólo una letra las diferencie.
Por lo que he podido comprobar en mi trabajo, las razones de la infidelidad masculina se asientan preferentemente en lo sexual. La sexualidad masculina, de acuerdo con los mandatos culturales, se disocia del sentimiento, es una sexualidad genital, de la que se exige rendimiento ante todo. Los hombres “quieren siempre” (lo que es como no desear de veras nunca).”Yo necesito sexo todos los días”, afirman muchos de los varones más pintados, con absoluta ignorancia de sus propias necesidades, limitándose a repetir consignas. Entonces si no lo tienen en casa lo buscan afuera. Otras veces, por temor a la decadencia física, el varón busca fuera de la pareja mujeres más jóvenes, en una suerte de vano vampirismo que le hace creer que ellas le trasfundirán juventud. Las razones que se escucha de las mujeres para la infidelidad remiten menos a encandilamientos de tipo sexual, parten de una necesidad emocional. “Necesito alguien que me escuche, que me trate bien, que me aprecie”. Los varones infieles suelen buscar sexo. Los mujeres, romance. Una dualidad que es producto de otra dualidad mayor, trágica y vigente: la de los modelos de género que nos han dejado a varones y mujeres privados de la mitad de nuestro propio ser. Y desencontrados.



Hoy Necesito…
Que me escuches, sin reaccionar, sin juzgarme
Que me des tu opinión, sin imponerte ni aconsejarme.
Que confíes en mí, sin exigirme ni vigilarme.
Que me ayudes, para que sea yo quien decida.
Que me cuides, sin manipularme ni anularme.
Que me mires, sin proyectar tus cosas en mí.
Que me animes, sin empujarme.
Que me sostengas y me protejas, sin disfraces ni mentiras.
Que te acerques más, sin invadirme.
Que conozcas lo peor de mí, y no intentes cambiar nada.
Hoy necesito que me aceptes tal como soy.
Mañana puedes pedirme lo que tú necesites.
(sobre un poema de Mario Benedetti)



EL AMOR EN PAREJA

Todos sabemos que el amor es una energía de difícil manejo. Basta decir, que el amor ciego puede ser una de las fuerzas mas destructivas. Y somos muchos los que podemos poner ejemplos sobre aquel modo de amar. En líneas generales, y con amplitud se afirma que el amor debe tener cierta luz, es decir, inteligencia, además cada forma de amar lleva inherente, como proceso, una determinada dirección, la veamos o no.
Hoy uno de los mayores retos para la vida afectiva, especialmente en el mundo occidental es la relación de pareja. A las estadísticas psicológicas sobre motivos de consulta, me refiero.
La vida en pareja lleva consigo un importante monto de aprendizaje, con sus entregas, conflictos, apegos, crisis, prosperidad, vida familiar.... Las posibilidades de descubrirse y descubrirnos no se nos muestran tan intensamente, como en ninguna otra relación humana. Su transcendencia cultural a través de la historia de los pueblos es incuestionable.
Así encontramos en los países mas desarrollados, una amplia gama de modos y tipos de relación. La elección viene de la mano del ejercicio de una conquistada libertad, y de la utilización de esa necesaria inteligencia creativa.

Corazón y Mente, se unen en esta propuesta explicativa de los tipos de amor en las relaciones de pareja.
Fue en los años 80, cuando surgieron numerosos esfuerzos por parte de equipos de psicólogos científicos, dentro del Cognitivismo. Por explicar la complejidad de la relación de amor, en la pareja. Entre ellos cabe citar el modelo de ELLIS y el modelo de BECK, y otros mas que los sucedieron. Sin embargo, es el modelo de STEMBERG, el que revoluciono los libros de texto de la psicología académica. Este gran estudioso de la inteligencia, decidió enfocarse en el amor. Sus dos pasiones; el sexo y el seso.
Aquí os dejo un modelo de amor en pareja que cuenta con la mayor aceptación. Es elegante, explicativo, sencillo, universal, y revela de modo practico los elementos básicos del amor, sus proporciones y resultados. Hay que reconocerle su genialidad en la comprensión de estos factores primarios en el amor de pareja.  

El Triangulo del Amor. Intimidad, Pasion, y Compromiso. Robert J. Sternberg. Paidos.
El triangulo con sus 7 tipos de amor de pareja, es el que sigue. Existe un test diagnostico y otros textos. Que los dejo para aquellos que estén interesados y quieran contactar.
Esta es la síntesis que habla por si misma:



EL AMOR NO ES LO MISMO QUE LA RELACIÓN DE PAREJA. (STERNBERG)

 En la mayoría de los casos, la relación de pareja comienza entre dos personas que se aman y la relación no termina a pesar de que el amor se acabe. Según los psicólogos sociales, las relaciones de pareja sin amor pueden mantenerse merced a lo que denominan 'barreras': miedo a la soledad, preocupación por los hijos, ansiedad de empezar de cero, dependencia tanto económica como afectiva, ...

Solemos decir que pueden permanecer juntos sencillamente por qué se quieren, se aprecian y, aunque la llama de la pasión no queme como el primer día, las brasas de la hoguera ofrecen una calidez embriagadora.

La 'fase de enamoramiento' es la primera en una relación de pareja y puede prolongarse durante un año, más o menos, -según dicen-. En ésta se encuentran presentes −de menor a mayor grado− el compromiso, la pasión romántica, la pasión erótica y la intimidad −que es la que más aumenta−. Y también -decimos nosotros-, en esa fase aparecen inseguridades, desconfianzas, discrepancias y desencuentros.

Al término de ese primer año surge la 'fase de amor y pasión' −que puede durar hasta cuatro años más−. En esta fase, la pasión erótica decrece, aunque la pasión romántica continúa en aumento, al igual que la intimidad y el compromiso −especialmente−.

A partir del quinto año de relación surge la 'fase de amor compañero', a nosotros nos gusta llamarlo cómplice. Lo más significativo de esta fase es la gradual disminución de la pasión romántica y la más pronunciada disminución aún de la pasión erótica. Sin embargo, el compromiso aumenta y se consolida, mientras que la intimidad es una constante −convirtiéndose así éstos en los dos rasgos más significativos de la relación−.
La complicidad; el saberse comprendido y aceptado es un gran activo en esta fase. Y en cuento al sexo puede haber menos cantidad, pero la calidad se puede mantener, incluso algunas parejas la mejoran.





domingo, 30 de marzo de 2014

PRINCIPIOS EN EL PROCESO TERAPEUTICO

LOS 10 DE PRINCIPIOS BASICOS del PROCESO TERAPEUTICO desde la BIOSINTESIS por DAVID BOADELLA

1.- Mantener la polaridad entre el Dar y el Recibir. Es mas “estar con alguien” que “por alguien”. La relación terapéutica no es la de alguien  que actúa sobre alguien que recibe. La figura del terapeuta se distancia así de la del medico tradicional, y se acerca mas a la de un compañero que guia en un viaje –tomando la imagen que ofrece Mahoney (1991) al modo de Virgilio respecto a Dante.

2- Poner el énfasis en el contacto, mas que en la cantidad de energia generada a través de intervenciones, puesto que los procesos saludables se caracterizan mas por un buen contacto que por una energia muy intensa. Si el contacto es bueno, generará la energia necesaria. Se evita asi una intensificación oportunista de energia indiscriminada que puede inducir a la psicosis (bajo contacto y alta energia)

3- Mantener el equilibrio entre escuchar y protagonizar. Ello implica tanto la escucha del cliente como la escucha propia, sin precipitación en el actuar sin haber escuchado lo suficiente, tanto respecto al cuerpo del cliente como respecto al propio cuerpo del terapeuta, y la resonancia que el cliente esta produciendo en el.

4- Hacer del contacto el contenido de la sesión. Para Boadella, el contenido de la sesión viene dado por el contacto (del cliente consigo mimo y de la relación cliente-terapeuta)

5- Respeta el grado de maduración del proceso, sin provocar una explosion catartica antes de que la persona este preparada. En Biosíntesis la coraza puede eliminarse: bien por ruptura (catarsis, como en Bioenergetica) bien por disolución, de modo suave. Cada una de estas formas es adecuada a un tipo de persona y momento. Hoy, en estos tiempos, a menudo se trata de crear cierta coraza que permita un manejo eficiente de la realidad.

6- Distinguir entre invitación y expectativas, es decir: no se trata de que el terapeuta obligue al cliente a que cumpla sus expectativas de ir contra la resistencia, sino de invitar al cliente a dejarla de lado.

7- Mantener la relación entre juego y trabajo, de forma que no se trata tanto de centrarse en los resultados a obtener sino de dejar fluir el proceso. A ello contribuirá la concepción de que la enseñanza se puede realizar desde el juego, dejándose llevar por la curiosidad y la exploración de movimientos.

8- Cuidar la relación entre sentimiento y emocion, o sea contactar con el sentimiento que se esconde detrás de la emocion y que frecuentemente queda dentro si el terapeuta no lo atiende. Precisamente se trata de trabajar más con el sentimiento profundo que con la emocion.

9- Guardar la proporción entre lo que entra y lo que sale.  Prestar atención al equilibrio del conjunto del proceso y las polaridades del mismo (Ej. No invitar a espirar sino no se ha inhalado) No enfatizar tan solo lo que se suelta (Reich) sino atender también a lo que se acepta hacia dentro, manteniendo una relación equilibrada.

10- Mantener la visión de la persona mas alla del problema. Dado que los psicoterapeutas tratan con problemas, se corre el peligro de identificar a la persona con su problema, a la hora de trabajar con ella. Mas bien se trata de ver al individuo como misterio, con un problema cuya respuesta esta en el mismo, como un puente sin usar que el terapeuta ayuda a descubrir.


FUENTES: Corrientes de vida (Boadella).  Un modelo de integración de la dimension corporal (Ana Gimeno- Bayon)

sábado, 29 de marzo de 2014

LO QUE EL NIÑO APRENDE... El NACIMIENTO de la PERSONALIDAD


Os dejo una tablilla con los mecanismos que dan origen a los diferentes tipos de personalidad y juegan un papel fundamental en la constitución del carácter. Es Hakomi, se puede trazar sin demasiada dificultad los paralelismos con las demas clasificaciones tanto modernas como antiguas... desde lo freudiano, reichiano... hasta los DSM actuales
Lo interesante de esta, es que en su descripcion intuye cual es su naturaleza, su origen, de que modo el niño encuentra el amor que necesita, es decir, el "alimento" para crecer y vivir. 



LAS OCHO ESTRATEGIAS DE SUPERVIVENCIA EN LOS SERES HUMANOS
                                               TERAPIA HAKOMI



1ºEstrategia:             Minimiza la autoexpresión y/o el contacto con otros.
   Sensible/                  Se refugia en el pensamiento y la fantasía.
   Retraída


2ºEstrategia:             Actúa como un niño-a para conseguir apoyo. Y ser valorada.
   Dependiente
   /cariñosa


3ºEstrategia:             Moviliza su auto-apoyo y confía en sí misma, busca desafíos.
   Autosuficiente/
   Independiente


4ºEstrategia:              Esconde sus debilidades, inseguridad y miedo, aparenta dureza 
   Engañosa 1:           y fortaleza, actúa dándose importancia ante los otros.                  
  Dura/generosa
           
                                                                                 
5ºEstrategia:             Esconde sus verdaderas intenciones encandila a los demás y los usa
   Engañosa 2:           para lo que necesita.
   Encantadora/
   Manipuladora


6ºEstrategia              Fundamentalmente aguanta y espera a que todo cambie.
   Abrumada/
   Aguantadora


7ºEstrategia:             Dramatiza las cosas y los sentimientos para obtener atención
    Expresiva/             y evitar la separación dolorosa y temida.
    Aferrada


8ºEstrategia:             Trabaja duro, sigue adelante, no deja que nada la distraiga,
   Ocupada/                 se refugia en la accion. Evita sentimientos y emociones.  
   Sobrefocalizada


martes, 4 de marzo de 2014

PLENITUD DE CONCIENCIA por RON KURTZ

En los comienzos de lo que ahora se llama mindfulness, aquellos terapeutas psicocorporales, encontraron la "plenitud de conciencia" como una herramienta valiosa en el proceso terapeutico. Estos textos estan recogido por mi, del libro "Psicoterapia Centrada en el Cuerpo" de Ron Kurtz y su proceso denominado Hakomi. Sin duda uno de los libros mas vivos de psicoterapia corporal, aun despues de tanto tiempo. 


"Para estudiar la organización de la experiencia, establecemos y usamos un estado de consciencia especial llamado plenitud de consciencia. ...... es parte de todas las tradiciones transpersonales conocidas. Es un estado de consciencia muy preciso, que se caracteriza por que en él la voluntad está relajada, hay una disposición a rendirse y a aceptar a lo que está ocurriendo en el momento, un enfoque delicado y sostenido hacia adentro, una sensibilidad más aguda y una capacidad para observar y nombrar los contenidos de la consciencia. Es auto-reflexivo."

"El método básico consiste en lo siguiente: crear una relación que permite a la cliente
establecer un estado de plenitud de consciencia, evocar experiencias en ese estado de
plenitud de consciencia y procesar las experiencias evocadas. Todo lo demás que hagamos apoya este proceso primario."

"El material nuclear no es accesible a través del intelecto. Pero si lo es a través de la plenitud de consciencia y la evocación. Por esta razón trabajamos en estados no-ordinarios de consciencia."

"El estado de plenitud de consciencia es un estado especial. Es un estado de autoobservación. Es un darse cuenta de la experiencia presente de uno mismo. También es una forma especial de disponibilidad, una apertura mental, una disposición para verse afectado. Se caracteriza por un relajamiento de la voluntad. Es un estado relajado, abierto, sin defensas y quieto. En ese estado de plenitud de consciencia uno puede ser sumamente sensible. Insumos pequeños, precisos y exactos pueden lograr reacciones grandes. Esto hace posible recoger información acerca del material nuclear que sería muy difícil accesar de cualquier otra manera o tomaría mucho más tiempo hacerlo. El estado de plenitud de conciencia se establece pidiéndolo, describiéndolo si es necesario, pero sobretodo hablando y actuando de modos que lo invitan, es decir lentamente, de manera simple, directa, con una concentración focalizada y sin tensión ni juicios"

"Este viraje hacia el interior para estudiar nuestro Yo requiere condiciones especiales y una guía. Necesita tiempo y cuidado y apoyo. Para hacer la búsqueda interior necesitamos de la plenitud de consciencia y una actitud calmada, no apurada. El esfuerzo, la lucha, las metas y el enfoque hacia los logros, hacen que la atención en estado de plenitud de consciencia sea muy difícil. (Piensa en los monasterios.) El descubrimiento de uno mismo necesita una actitud meditativa. No puedes tomar al Yo por asalto. La fuerza no funciona. La fuerza hace que el hacedor de los mapas se esconda. Los usuarios de mapas son los que entran en batallas. No hay espacio para el portento y para la creación cuando las puertas de la fortaleza están sitiadas, cuando el Yo necesita defenderse. ¡No!"
 


 "En la medida en que uno ser relaja, y focaliza delicadamente su atención en la experiencia presente, la sensibilidad aumenta y los intentos de manejar la experiencia ceden el espacio a la aceptación de lo que surja. En algún momento en este proceso llegamos a un nivel de sensibilidad en el que la experiencia se vuelve intensa y emocional. Mientras uno se mantiene claro y balanceado, el surgimiento del material emocional tiene que ocurrir. La única manera de evitarlo es, sea quedándonos tensos y por lo tanto insensibles, o mirando a otra parte, para desplazar nuestra consciencia a otra cosa"


La plenitud de consciencia tiene las características siguientes: enfoca la experiencia actual; tradicionalmente, el contenido de la consciencia. No podemos estar en estado de plenitud de consciencia acerca del pasado; sólo sabemos que estamos recordando el pasado porque ese recordar ocurre en el presente. La ruta a la plenitud de consciencia es la atención centrada en el presente. La plenitud de consciencia es "intencionalmente pasiva". Deliberadamente decidimos observar la experiencia presente sin interferir con ella. En esta actitud receptiva, si la adoptamos por sólo unos momentos por vez, podemos lograr una visión interior o introvisión muy enriquecedora. Finalmente, durante el estado de plenitud de consciencia, la atención es mayormente volcada hacia adentro.

De modo que le pedí a la "cliente" que baje la velocidad y que se relaje por un momento. Vaciló un poco pero lo hizo. Le pedí que virara hacia su interior y que encontrara "qué es lo que quiere ocurrir". ¿Qué movimiento quiere ocurrir? ¿Qué expresión? ¿Qué resistencia de aquellos que la contenían se sentiría exactamente correcta? Esta pregunta cambia el lugar del control pasándolo de la terapeuta a alguna inteligencia no nombrada en el interior del cliente. No le pregunté qué era lo que ella quería sino qué es lo que quiere. Al hacer eso en realidad le estoy pidiendo que se ponga en contacto con un yo más grande en su interior. Le estoy pidiendo que relaje sus esfuerzos, que vire hacia adentro y que incremente su conciencia.

Si está de acuerdo, le sugiero que se vuelque hacia adentro, tal vez que cierre sus ojos, se relaje y advierta que ocurre cuando yo.... y hago una sonda o reconozco algo. No le pido directamente que entre en un estado de plenitud de consciencia. Le pido que entre en sí mismo diciéndole cosas como:

"simplemente observa,.. no tienes que hacer nada,.. puedes simplemente permanecer en una actitud abierta,.. permitir que mis palabras te lleguen y prestar atención a tu experiencia,.. puede que aparezca en ti un pensamiento, un sentimiento, una sensación, una imagen,.. o podría surgir un recuerdo,.. tal vez un impulso o un cambio de tensión muscular... y no está mal que no ocurra nada,.. simplemente observa lo que ocurre..."


Hablo así por unos treinta segundos o más. No hablo de una manera normal, no uso el tono y ritmo usual de conversación. Hago que el tono de mi voz, mi ritmo al hablar y las palabras que uso, estén en armonía con el estado de consciencia que deseo evocar. También lo hago cuando trabajo con la niña o cuando trabajo directamente con el inconsciente. Para estar en armonía con el estado de plenitud de consciencia, bajo mi ritmo por lo menos a la mitad de lo habitual. Uso un tono de voz suave, como si hablara a alguien que ya se encuentra en estado de trance. Uso palabras precisas y simples y frases cortas. Al ponerme a tono con el ritmo de la persona con quien trabajo, estoy observando constantemente cuán relajada y volcada hacia adentro se encuentra.



miércoles, 18 de diciembre de 2013

Yo no soy, pero el Universo es mi Yo

Para finalizar el año os dejo con un poco de filosofia advaita-vedanta, denominada tambien de la no-dualidad o adualidad. Una pequeña mencion de la wiki:

La doctrina advaita, o vedānta advaita es una rama no-dualista del hinduismo que afirma la unidad entre las almas (atman) y la divinidad (Brahman). La persona que consolidó los principios del advaita vedanta fue Adi Shankara. La doctrina advaita promueve la existencia de un ser unido a la totalidad de seres existentes, hasta tal punto que no puede hablarse de relación entre los distintos seres, sino de unidad total. Es la unión entre el sujeto que percibe y lo percibido.
La falsa apariencia de ser múltiple lo que en realidad es uno, es debido a la función mental de conceptualizar, que consiste en definir y para ello dividir en partes lo que no está dividido. Así, cuando la mente abandona el proceso de conceptualización, la realidad de ser uno se revela, sin dejar dudas, como un hecho puramente objetivo.
Ante la pregunta fundamental «¿quién soy yo?», la respuesta es la no conceptualización. La expresión «Yo soy» seguida de silencio sugiere esta respuesta.


Como vereis, es un modo interesante de activar ciertas neuronas, en la que pensamiento, imaginacion e intuicion puedan trabajar juntas...


"Yo no soy, pero el Universo es mi Yo"
 Shih T'ou, 700-790 d.C.


La ilusión primera y última (por WuWei - Terrence Gray)
Muchas personas inteligentes se ríen de la idea, para nosotros completamente evidente, de que el yo no existe. ¿Por qué razón?
Porque están condicionadas a concebir el yo como si fuera un objeto y los objetos parecen dotados de existencia.                                                                                                                           
¿Por qué no se percatan de que el yo jamás puede ser un objeto?
Porque están condicionados a mirar hacia el exterior y sólo podrían captarlo prestando atención a lo que existe en su interior.
¿Pero ésa es una proposición lógica válida?
Ciertamente, ¿pero has tratado de transmitírselo?
Nunca lo he intentado. ¿Por qué no hay ningún yo?
Si observas atentamente, descubrirás que no puedes pensar lo que eres.
¿De verdad no puedo?
No puedes.
¿Por qué?
Porque eres aquello que está pensando.
¿Y eso lo torna imposible?
Así es. Sólo podemos pensar en objetos, pero lo que piensa es el sujeto. Por consiguiente, el pensamiento no puede pensar en lo que está pensando.
¿Quieres decir que el sujeto no puede conocerse a sí mismo?
Todo lo que percibimos, pensemos lo que pensemos al respecto, es un objeto. 
Para poder percibir o conocer a nuestro yo, éste [el sujeto] no puede ser un objeto. 
Cuando pensamos, percibimos o conocemos, somos el que piensa, el que percibe o el que conoce y no una imagen objetiva en la mente.
¿Quieres decir, por ejemplo, que no puede ser expresado porque es el que está expresando, que no puede ser pensado porque es el que está pensando, que no puede ser visto porque es el que está viendo y que tampoco puede ser un objeto de conocimiento porque, en sí mismo, es lo que está conociendo?
No puede ser pensado porque es lo que está pensando ese pensamiento.
 ¿Cómo podría haber un "yo", que es necesariamente un objeto? 
¿No es tal "cosa" inconcebible? ¿Acaso lo crees factible?
 ¡Es imposible que un objeto sea su propio sujeto!
¿Quieres decir que nunca ha existido ningún yo?
Nunca ha existido, ni existe, ni existirá. Nunca ha sido, no es y nunca será. 
Es una afirmación completamente imposible, una absurda contradicción terminológica.
¿Pero no podemos ser ambos a la vez?
¿Tanto sujeto como objeto?
Sí, o uno después de otro.
En ese caso, sería dos objetos separados y consecutivos. Sin embargo, la secuencialidad sólo existe en el "tiempo" ilusorio. 
Lo que somos no está limitado en modo alguno — y sólo los conceptos están encadenados a la dualidad. 
Lo que somos, en suma, no es un concepto. 
Ése tan sólo es un condicionamiento de la apariencia.
¿Pero acaso no puedo ver tu yo y tú el mío?
¡Por supuesto que no! Todo lo que podemos ver son objetos. 
El "yo" es el que mira, no lo que se ve. 
Además, el "yo" es singular y no plural.
¿Quieres decir que el yo siempre permanece en su estado de sujeto?
No hay yo alguno que "permanezca". 
Sólo hay una función y, aunque dicha función pudiera ser algo, jamás sería un yo. 
El término no tiene otro significado.
¿Qué es, entonces, ese sujeto del objeto que, erróneamente, confundimos con el yo?
Yo, obviamente. Siempre y en todas partes.
 Nada más que yo, el yo que las traducciones del sánscrito suelen escribir con mayúscula. No hay otro sujeto.
Un mismo término para ti, para mí y para...
El escarabajo. Sí, obviamente. Sólo hay un yo que no es "nadie".
¿Qué puede ser entonces?
Aunque no existe, produce todo lo que existe mediante "su" función. Es todo lo que fuimos, somos o podemos ser.
¿Quieres decir que es eterno?
No es eterno ni no eterno, ni temporal ni intemporal, ni finito ni infinito. Pero lo que son cada uno de estos es, precisamente, lo que "eso" es.
¿Y qué es lo que somos?
También somos lo que "eso" es. ¿Qué más podríamos ser?
¡Pero no hay tal "cosa"!
No hay, nunca ha habido y nunca habrá ninguna "cosa".
¿Cómo podemos afirmarlo?
Porque el tiempo y el espacio no son más que extensiones de nuestras imágenes mentales.
¿Imágenes de qué?
Todo lo que conocemos y también lo que llamamos "nosotros mismos" no son sino imágenes de lo que somos en tanto que yo, imágenes objetivizadas como eso que parecemos ser y estamos condicionados a creer.
¿Es ésa toda tu doctrina?
¿Qué quieres decir? ¿Que tengo una doctrina? 
Eso es lo que dijeron todos los profetas, lo que todos los maestros han enseñado.
¡Pero no es eso lo que nos transmiten!
¿Quieres decir que no lo expresan de ese modo?
Evidentemente no.
Lo expresan de acuerdo al conocimiento o la comprensión mental de las personas entre las que viven.
¿Qué es, obviamente, muy diferente de la nuestra?
Y de la de los demás, tanto geográfica como demográfica y hasta cronológicamente.
¿Y qué sucede con las que no son adecuadas para nosotros?
Hacemos el intento, nos esforzamos denodadamente en tratar de comprender qué es lo que dijeron a sus contemporáneos y sólo descubrimos un proceso arduo y muy prolongado que implica la comprensión de los elementos fundamentales de nuestro condicionamiento. 
Pero muy pocos de nosotros lo logramos.
¿De modo que lo comprenderíamos mucho más claramente si lo expresáramos en un lenguaje más actual?
Tenemos que desarticular y demoler nuestro condicionamiento antes de que podamos entenderlo, una tarea que, hoy en día, es más ardua y larga de lo que fue en otros momentos y en otros lugares, porque estamos mucho más condicionados por el materialismo.      
Comprender la visión que ellos sostenían, y su complejo sustrato religioso, es una tarea excesiva para la mayoría de nosotros y no hay razón alguna para suponer que estamos más capacitados para la tarea de lo que ellos estaban.
¿De modo que la religión supone un obstáculo?
Es simultáneamente un camino y un obstáculo.
¿Por qué?
Si bien es un camino tradicional, la devoción tiene un carácter emocional y positivo. 
La afectividad es un obstáculo tan serio como la intelectualidad porque ambas nos alejan de nosotros mismos —o del verdadero "interior" que proclamara Jesús— arrastrándonos al objeto, al "otro", a la objetivación de todo pensamiento.
¿Adorar a "otro" es adorar al "yo"?
Así es pero, a menos que nos demos cuenta de ello, estamos perdidos en la oscuridad y no sabemos qué estamos haciendo. En cualquier caso, la afectividad y dialéctica fluyen hacia el exterior.
¿Porque son positivas?
Exactamente. Sólo podemos entenderlo claramente mediante la negación constante y total de todo lo que es positivo y fenoménico, la negación de la llamada "realidad" conceptual, algo que tan sólo debe dejar, de manera necesaria y evidente, aquello que somos nouménicamente.
¿Y esa aprehensión desemboca en la perfecta comprensión de nuestra relación con el universo y la realización de lo que somos?
Esa aprehensión tan sólo es una comprensión preliminar, por así decirlo, puesto que la comprensión perfecta consiste en vivir lo que se ha comprendido.
¿Y cómo puede lograrse?
No puede ser logrado. No es un logro.
¿Qué quieres decir?
Se trata de la comprensión final de que no hay nadie que pueda lograr nada y de que no hay ninguna cosa que pueda ser lograda.
¿Quién, entonces, puede hacerlo si nosotros no podemos?
¿Quiénes somos "nosotros" y quién está ahí para hacer qué o para buscar qué?
¿Nuestro yo? ¿No es eso lo que debemos descubrir?
¿No te parece que eso es como llamar a alguien que ya se encuentra en la habitación?
¿Pero, sin duda, debemos descubrir aquello que nos permite ver?
¿No te parece que es como tratar de ver las gafas que ya están en tu nariz y sin las cuales ni siquiera podrías ver?
De todos modos, soy yo quién está buscándose a sí mismo.
¿Te responde alguien cuando te llamas a ti mismo por teléfono?
¿Entonces debemos buscar en otra dirección?
¿Crees que lo descubrirás si lo buscas en una dirección equivocada?
¡Por supuesto que no! ¡Pero sí creo que lo encontraré si busco en la dirección correcta!
Ni siquiera así lo encontrarás.
¿Por qué...?
Porque, miremos en la dirección en que miremos y por más que insistamos, jamás podremos ver al que mira.

(Extraído de El Décimo Hombre)