martes, 25 de mayo de 2010

UNA CUESTION FUNDAMENTAL. Un caso para otros muchos...




Roberto, es un adulto de 37 años, ha realizado terapia durante varios años. Durante este tiempo ha experimentado cambios importantes en su modo de relacionarse, eso si, después de un arduo y comprometido trabajo personal. Cuando hoy se mira a si mismo en el espejo y se recuerda, no se siente igual, sabe que aquel joven que fue; reservado, servicial y confuso, ayudante del párroco de su iglesia durante la misa de los domingos, ha quedado bastante atrás.

Su primera transformación tuvo que ver con la eclosión de una serie de emociones que siguiendo la terminología transaccional se pueden definir y explicar como; prohibidas y parasitas. Las primeras no fueron permitidas durante el desarrollo y establecimiento de los vínculos familiares, pudiendo estar profundamente reprimidas, o es posible que no formen parte del inconsciente personal al no haber sido nunca “heredadas”, estableciendo un déficit en el acervo relacional (aportación de los nuevos desarrollos psicoanalíticos). En terminología mas popular y actual puede comprenderse como un escaso desarrollo de lo que se llama inteligencia emocional...
Pero, es en realidad tan extraño? Acaso no trata de explicar lo que sucede en una mayoría de nosotros?
Así corresponde a parasitas, aquellas otras que una y otra vez pretenden salir a la superficie, y que acaban experimentándose con alta frecuencia, dejando cierto grado de malestar, generalmente por su repercusión. A pesar de que la persona procure contenerse y realice esfuerzos para controlar su exteriorización estas emociones tienen un notable poder sobre el conjunto de la personalidad. Requieren un proceso de autoconocimiento, para que cada vez, se vuelvan más conscientes de su origen y manifestación.
Tales emociones pueden estar internamente acechando a la persona en cada contacto, cada interacción con otros. Y marcan ciertamente, el estilo de personalidad o modo de relacionarse. Pudiéndose considerar desde la aceptación o el rechazo como egosintonico o egodistonico. Si disfruta plenamente de ellas o por el contrario causan conflictos.
Estos conceptos de emociones parasitas y prohibidas, tiene una repercusión, a mi juicio, especialmente notable en la consolidación de la identidad personal, y la estabilidad del autoconcepto o yo.


Pero sigamos con Roberto...
La mayoría de sus relaciones están dominadas casi exclusivamente por las emociones o sentimientos del momento. Y este flujo emocional puede ser muy variado, incluso dramáticamente opuesto. Esta cambiante emotividad, le lleva a experimentar estados de agudo malestar, de agitación y ansiedad, para caer en el lamento, desconsolado pasa repentinamente a la apatía, y todo ello en cuestión de minutos. Esta continua marea, se extiende a todos los ámbitos de su vida, impregnando su trabajo, amistades, familia… En sus propias palabras comenta:

“ Me doy cuenta de que siempre había estado en permanente agitación
Era una agitación interna, como mi estado –normal-
Fui enterándome de cuales eran los sentimientos y emociones que ponía en juego.
Esto fue muy difícil… Estaba tan enojado, había tanta rabia y necesidad!!!
Cuando esto ocurrió, me comprendí mejor, pero al mismo tiempo me sentí
muy incomodo… tanto que, si no estaba estresado por algo y en alerta constante,
no sabía como comportarme.
Era un hervidero de emociones, de la discusión con mi mujer nada mas levantarme,
a darle un abrazo llorando en la misma puerta antes de irme a la oficina…”

Cuando se enfrentaba a sus bloqueos o limitaciones, destapando sentimientos y contenidos de regiones mas oscuras de su personalidad, liberaba el dolor acumulado durante décadas… Puede ser duro o no, pero lo que hasta ahora, esas emociones que tanta energía psiquica requerían para su rigido control, parecían en Roberto tomar vida propia y desencadenar una tormenta en el momento más inesperado. Roberto parecía ahora navegar continuamente en un mar desconocido, imprevisible, sin rumbo, ni dirección predeterminados.

No interesan ahora las causas de sus problemas, su relación con su difunto padre lejano y severo. Ni su excesiva dependencia de su frágil madre… Basta decir, que Roberto comprendió el origen psicológico de su malestar, y este despertó su necesidad de poner claridad en su mundo interno. Se hizo más abierto y comunicativo, aumentando su deseo de crecer.
Pero estos cambios no fueron suficientes, aquella vieja aprensión que entonces vivía conteniéndose, ocultándola a los ojos de los demás, ahora se destapaba sola y la verdad es que proporcionaba cierta liberación, sentida en el cuerpo… pero por otro lado, lo incapacitaba en otros ambitos de su vida. Era cuestión de tiempo? Cual debería ser el siguiente paso?
Nos llevo un tiempo descubrir que este modo de vida radicalmente emocional era sostenido por la firme creencia de que lo mejor que podía hacer con su vida… era seguir sus sentimientos… Las palabras exactas eran.. esto significa ser autentico, fiel a si mismo y tambien a los demas... Lo que respeta al proceso, de pronto me sorprendia al atribuirlo en parte, como consecuencia de la terapia, mejor dicho, de una primera parte de la terapia.
Esta creencia del inducida por el terapeuta, habia permitido el arranque del proceso, pero que ahora era un gran estorbo para su desarrollo personal, tanto en el contexto de sus relaciones, como en los sentimientos hacia si mismo. Un símil que surgió en esta etapa… es como cuando cambias de coche, y descubres que el nuevo tiene dos velocidades mas, para las largas distancias… y sigues empleando solo hasta la cuarta del viejo vehiculo, y nunca llegas a donde quieres te agotas antes y te quedas en el camino...
Esta revelación supuso una nueva toma de conciencia… Y la consideración de una creencia nuclear que lo mantenía “esclavo” de sus propias emociones.


En la Psicosintesis, el propio Ferrucci podría argumentar dicha creencia ante el sabio y viejo Assagioli:
“¿No se daba por supuesto que debemos atender mas a nuestros sentimientos, machacados tan brutalmente por nuestra sociedad, incrementado el malestar psicológico que nos rodea? Seguro que deberíamos darnos de lleno a las demandas naturales de nuestra vida emocional. Ese es mi credo…
Y allí estaba aquel anciano diciéndome – Pero tú no debes seguir a tus sentimientos. Tus sentimientos deben seguirte –
Como sonaba de autoritario y de raro. Esta afirmación despertó mi curiosidad, quizá por lo desarmado que me había dejado. ”

Ha habido y sigue habiendo en psicología muchas voces, especialmente dentro de las escuelas humanistas que pudieran apuntarse a esta misma opinión mantenida en un principio por Ferruci ante su maestro. Pues acaso no son los sentimientos ; como el mismo dice; ingredientes necesarios en la vida de cada uno, fuente de placer, facilitadores de la comunicación, dan energía y color a todo lo que hacemos, vitalizan ideas y reflejan intuiciones…
Así los sentimientos para no pocos terapeutas de la psicoterapia de la Gestalt, y con cierta razón! Se convierten en una especie de oráculos, en los que hay que confiar de manera indiscriminada. Oh! la mente, los pensamientos… y hasta el psicoanálisis…están de más. Y en cualquier caso, los pensamientos pueden valernos si están al servicio de la emoción, de los sentimientos… Así de contradictorio puede resultar, casi todos podemos reconocer, el mundo de los sentimientos, no se puede menospreciar ni reprimir, ya que originariamente los conflictos y las neurosis se engendran en este universo emocional.
Pero si seguimos nuestras emociones de modo incondicional, puede ocurrirnos lo que ha Roberto… sentirse invadido por las emociones de los demás, distorsionar nuestra percepción del mundo dependiendo de las gafas que nos pongamos, causarnos por tanto malestar, confusión, ansiedad, depresión… De pronto, somos demasiado vulnerables, sensibles, empujándonos en regresión a nuestro pasado y anclándonos de modo perpetuo allí…

No parece entonces necesario, considerar por un lado, que seria terapéuticamente coherente facilitar en una primera fase la liberación de la tensión y represión emocional anclada en el cuerpo y en las condicionantes sensaciones energéticas que recuerdan bloqueos a nivel de sistema nervioso autónomo. Para luego, permitir el cambio de foco, es decir, la capacidad para centrar la atención y la puesta en marcha de las energías de la voluntad. Sin estas cualidades, pienso que una persona deprimida, puede convertirse en un depresivo, malogrando su vida durante años, a pesar de los psicofármacos… Desde la psicosintesis se hace necesario echar mano de todo nuestro potencial como seres humanos. Sabemos que la atención alimenta… y puede volver un pensamiento en una obsesión, una emoción parasita en una dictadura caprichosa… Apartar la atención de estos procesos genera un importante ahorro de energía psíquica.
Como ya describió Keyserling; “Podemos acentuar en nosotros absolutamente todo lo que existe. Cuando acentuamos algo hacemos que sea un elemento dominante y, a largo plazo, transforma a todos los demás elementos de acuerdo con su propio carácter...”

Sin palabras grandilocuentes, hemos aprendido que la vida es una sucesión de estados, de cambios permanentes, donde estos se dan de modo natural y espontáneamente en cada existencia. Observa los cambios de atención que le has ido dando a tu vida, y los que un día como hoy, has hecho. Tal vez, caminabas y un cartel llamo tu atención, entonces perdió interés y te fijaste en que detrás estaba la peluquería…. Estos cambios bien pueden ser conscientes e intencionados como los sugeridos en terapia u ocurrir cotidianamente como sustituciones semiconscientes.

Antes de despedirme, doy gracias a Roberto (no es su nombre real) por permitirme tomarlo como ejemplo para ilustrar el papel que rigen los sentimientos y emociones, así como lo que para el significo el encuentro con su verdadera voluntad y el desarrollo de la concentración, que permitió abrir una puerta a nuevas y sobresalientes posibilidades, que ni el mismo imaginaba…

Como alguien se habrá dado cuenta, Assaglioli no dio toda la respuesta o si? Si los sentimientos deben seguirte, quien es el que avanza? Cual es tu credo? Que es entonces lo que ha de dirigir la vida de una persona?
To be continued…