jueves, 17 de abril de 2008

Psicosintesis del Instinto...




Hoy pretendo acercarme a la poderosa fuerza que son los instintos, y como lo bajo e inconsciente se compenetra y enlaza con lo elevado y amoroso. Esto puede ser dificil de captar, de hecho reconocer, comprender, aceptar y dirigir creativamente las fuerzas instintivas nos puede llevar la vida entera.
Los instintos son esas fuerzas de vida, que movilizan el desarrollo del animal humano, son inconscientes, aunque su energia puede ser sentida en el cuerpo, y los conocemos especialmente por sus manifestaciones. Llevando aparejadas emociones segun el grado de satisfaccion o frustracion. El enfoque que me planteo es verlo desde una perspectiva global, evolutiva, tomando al ser humano como unidad.
Lejos de las discusiones intelectuales entre distintos autores, sobre cuantos y cuales son estas fuerzas, encuentro clarificador las aportaciones de la etologia, antropologia, aunque hay que señalar que son los diferentes desarrollos psicoanaliticos, los que han contribuido a comprender mejor en occidente, como operan en el hombre. Ademas, he decir que, a mi juicio, es posible agrupar en estos cinco grandes instintos, clasificaciones mas extensas. Seguramente caben matices y especificaciones, que se escapan a esta exposicion.



He de mencionar un autor que ha hecho una de las sintesis mas interesantes de la psique humana, es Roberto Assagioli, a él, le debo esta idea y titulo, como parte del contenido. Reconociendo ademas, como fuente inagotable de inspiracion los escritos de Alice Bailey de los cuales, aqui dejo constancia.




Comenzare con un cuento, para algunos conocido. Un cuento que nos habla de una gran fuerza congelada, de un poder escindido...

EL ELEFANTE ENCADENADO

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:

El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía...

Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...




Por instinto (instinctus) se entiende comúnmente "impulso, instigación, fuerza que apunta a un fin vital y que, al menos en parte, está causada por una necesidad interna o no aprendida"


Es una amenaza y un obstáculo. Antiguos sufrimientos, recuerdos espantosos, tormentos obsesores, hondamente asentados en el subconsciente, surgen con frecuencia a la superficie y provocan una situación de temor y aflicción que ningún razonamiento es capaz de aquietar. El instinto de autoconservación tiene su raíz en un innato temor a la muerte; mediante la presencia de ese temor, la raza ha luchado hasta alcanzar el presente punto de longevidad y resistencia. Las ciencias que conciernen a la preservación de la vida, al conocimiento médico en la actualidad, y a las proezas de la comodidad de la civilización, todo ha surgido de este temor básico. Todo ha tendido hacia la conservación del individuo y su persistente condición de ser. La humanidad persiste, como raza y reino de la naturaleza, y el resultado de la tendencia a ese temor, trae la reacción instintiva de la unidad humana a la pro­pia perpetuación.

El instinto del sexo tiene su principal raíz en el temor a la separatividad y al aislamiento, en la rebeldía contra la unidad separatista y contra la soledad en el plano físico, y su resultado ha sido llevar adelante a la raza mediante la persistente propagación de las formas, por las cuales el ser humano puede venir a la manifestación. En último análisis, encontramos que la dificultad reside en los prejuicios que existen en la mente de los hombres y en la convicción interna de que su punto de vista particular es lógicamente el correcto, porque viven y actúan de acuerdo al mismo, lo cual les basta; esto se basa en el hecho de que el sexo es uno de los impulsos primitivos fundamentales, uno de los instintos sustanciales y, por lo tanto, el factor dominante de la parte animal de la naturaleza de hombre, y también en la excesiva intimidad del tema, intimidad transmutada en un secreto indecente durante los períodos en que se sufría un excesivo puritanismo y prostituyó una función natural y la convirtió en un misterio lascivo. Esta intimidad relacionada con el tema del sexo fue la causa de que se lo considerara como algo que no debía mencionarse y un tópico que las personas decentes no debían tratar, en vez de ser un proceso tan instintivo y natural como beber y comer. Sin embargo esta función no ha sido llevada al ritmo de la vida diaria ni considerada como algo que debe seguirse y satisfacer cuando surge la necesidad y la demanda razonable.

El instinto de gregario o de pertenencia, como puede observarse fácilmente tie­ne su raíz en una reacción similar como la indefension; por el sentido de seguridad y apoyo –y por esta seguridad basada en un conjunto numérico— los hombres siempre han buscado su propio género, uniéndose en grupos para su defensa y estabilidad económica. Nuestra mo­derna civilización es el resultado de esta reacción instintiva de la raza, como un todo; han emergido sus vastos centros, sus gran­diosas ciudades y sus aglomeradas viviendas, y tenemos el mo­derno rebaño llevado a su máxima expresión.

El cuarto gran instinto, la autoimposición o la tendencia a la autoafirmacion, . Esto podría parecer el polo opuesto del miedo, pero un análisis más pro­fundo muestra que al menos una de sus raíces es el miedo a no ser apreciados, reconocidos o valorados en lo que merece­mos (¡o creemos merecer!) y, por consiguiente, de no disponer sobre los demás de todo el poder que desearíamos. Está también ba­sado en el temor; significa el temor del individuo a no ser re­conocido y a perder lo que considera suyo. A medida que el tiem­po ha transcurrido, el egoísmo de la raza ha crecido paralela­mente; su sentido de adquisición se ha desarrollado y ha surgido el poder de apoderarse de diversas cosas (la "voluntad de po­der" en una forma u otra), hasta llegar al intenso individualismo de hoy y al positivo sentido de importancia, que han producido gran número de los modernos trastornos económicos y naciona­les. Hemos fomentado la autodeterminación, la autoimposición y el interés propio, al punto de encontrarnos con problemas ca­si insolubles. Pero de todo eso ha surgido mucho bien y mucho más surgirá, porque ningún individuo tiene valor hasta que se da cuenta de ese valor por sí mismo, y entonces sacrifica defini­tivamente en bien del todo los valores adquiridos.




El instinto de investigación, de conocimiento o la sed de saber, está a su vez fundado en el te­mor a lo desconocido y misterioso, pero de este temor ha emergido –como resultado de investigaciones durante épocas— nuestros actuales sistemas educativos y culturales y toda la estructura de inves­tigación científica.

Debemos reconocer que estos instintos han impulsado y espoleado al hombre a muchas actividades útiles e incluso ne­cesarias, y que por consiguiente el miedo que está en su raíz ha tenido y puede seguir teniendo una función benéfica. Pero, frente a ello, ¡cuánto daño hace! A este respecto, se puede de­cir aquello que dijo Alessandro Manzoni sobre el amor: «¡Nos hiere al menos 600 veces más de las necesarias!»




Estas tendencias, basadas en el temor, han actuado como un potente estímulo para toda su naturaleza, conduciéndolo al presente punto de amplia compren­sión y utilidad; han producido nuestra moderna civilización con todos sus defectos y, sin embargo, con toda su divinidad. De es­tos instintos llevados adelante hasta lo infinito, y del proceso de trasmutación en sus correspondencias más elevadas, emerge­rá la plena expresión del alma:


Segun Alice Bailey, el estudiante debe analizar cuidadosamente la clasificación siguiente:

Instinto..............................Analogía................................Medio

1. Autoconservación.......Inmortalidad......................Investigación. Espiritismo
2. Sexo.............................Unión espiritual.............Religión. Unificación Misticismo
3. Rebaño ......................Conciencia grupal...........Hermandad. Conciencia de Grupo
4. Autoimposición.........Afirmación del Yo....................Psicología
5. Investigación..............Intuición..................................Educación