lunes, 12 de mayo de 2008

El deseo de ser amado I

En este mes de mayo, deseo iniciar una serie de anotaciones sobre la importancia del amor en el ser humano, de la necesidad de ser amado y de su capacidad de amar.
El escrito que hoy les traigo es parte de una conferencia de Pathwork (Por Eva Broch Pierrakos ©2000-2005 Fundación del Pathwork®) y aunque su contenido pueda ser excesivo para lo que viene siendo el espacio habitual de un blog, no he podido acortarlo mas, para no perder el aroma de su esencia. Espero que lo disfruten.

El deseo de ser amado existe en toda alma humana. Este deseo en sí mismo es no sólo legítimo y sano sino que también es, a su modo, creativo, o conduce a ser creativo, ya que la falta de amor puede llevar a una parálisis de las fuerzas creativas del alma. Para cumplir el anhelo del alma de ser amado, el ser humano elige a menudo un camino equivocado. Esto es así, en parte, porque el anhelo es inconsciente. En tanto no se pueda tratar con él a la luz de la razón y la realidad, funciona de manera infructuosa, y por lo tanto, crea frustraciones. Ahora bien, ¿por qué tan a menudo este deseo es inconsciente? Examinemos primero la razón.
El deseo de amor del niño es ilimitado, pero se le hace sentir que tal deseo de amor exclusivo e ilimitado es erróneo; por lo tanto, se siente culpable por ello. Es verdad que el amor exclusivo e ilimitado no es realista, su deseo es inmaduro. La conclusión errónea de esto reside en pensar que el deseo de amor en sí mismo es equivocado. La conclusión correcta sería sentir: “El tipo de amor que quería hasta ahora es erróneo, no es posible. Pero tengo derecho a anhelar ser amado. Esto puede suceder, siempre y cuando yo, por mi parte, aprenda a amar del modo correcto y maduro.” Entonces, el primer malentendido con respecto a esto es que el anhelo de ser amado es algo de lo cual avergonzarse. En consecuencia, el anhelo es enterrado. Dado que es enterrado, surgen muchos resultados y consecuencias desafortunados.

Podrás pensar: “En mí este anhelo no está enterrado en absoluto. Soy completamente consciente de él.” Por cierto que podrás darte cuenta del anhelo en alguna medida. Pero aun así, eres consciente sólo de modo parcial de la tristeza interior, del anhelo insatisfecho y de tu lucha interior por cubrir la tristeza y pelear por un sustituto del amor que te falta. La pelea te agota y causa reacciones que frustran el fin mismo que deseas alcanzar. Cada uno de ustedes, a su modo, necesita ver cómo se aplica esto a sí mismo, cómo y dónde pueden vincular sus propios conflictos con esta lucha universal.
A pesar de tu vergüenza acerca de tu anhelo de amor y tu subsiguiente represión del mismo, no puedes silenciar por completo esta voz clamorosa. La voz está allí, pero sólo puede expresarse de un modo tortuoso, lo cual es responsable de que no logres el amor que ansías. Pero todavía no lo sabes. En lo profundo de ti crees que: “Es erróneo que busque ser amado. No tengo derecho a ser amado, no lo merezco. Es por eso que no lo consigo.” Pero la voz que nunca puede ser acallada sigue peleando a su propio modo erróneo, con la actitud misma que inevitablemente hará que inspires menos amor. Si abandonases este modo erróneo de buscar, te darías cuenta que el que tú eres realmente puede ser amado y será amado. El círculo vicioso se rompería.

Ahora bien, ¿cuál es este camino erróneo? Sustituyes tu deseo de ser amado con tu deseo de ser aprobado, de brillar, de ser mejor que otros, de impresionar a la gente, de ser importante. De algún modo esto parece ser menos vergonzoso. En consecuencia, vas por la vida dando prueba constantemente de tu valor. La sustitución puede asumir otras varias formas. La gente podrá tener que estar de acuerdo contigo, seguir tus pasos, o tú tendrás que probarles que estás de acuerdo con ellos, que actúas en conformidad con la opinión pública o la opinión de ciertas personas, o lo que piensas que es su opinión y esto no siempre es lo mismo. Todas estas cosas y muchas otras son meros sustitutos de tu anhelo de ser amado.
La frecuente tendencia a ser conformista, a ser el “niño obediente” es parte de este conflicto. Todo el tema de formarse opiniones propias que hemos examinado antes es parte de este conflicto. Muchas personas tienen un poco de cada una de estas tendencias manifestándose dentro de ciertos entornos, y otras tendencias que pasan a primer plano con otros tipos de personas. Hay muchas más tendencias sustitutas para el anhelo de ser amado, pero no es posible que las enumere a todas.

Dentro de ti la situación se ve así: Eres inconsciente del deseo original. Al principio hasta eres inconsciente del deseo sustituto la pelea para probar tu valor. Tarde o temprano, en el curso de este trabajo, inevitablemente te volverás consciente de que en ti existe esta tendencia constante a luchar por la aprobación. Hasta ahora no te das cuenta de lo que cubre. Aquellos de mis amigos que han llegado a esta toma de conciencia en particular, o están por llegar a ella pronto, encontrarán muy útil darse cuenta de lo que hay por detrás de todo ello.
La compulsión a probar algo existe en todos, sólo varía el grado. En tanto no entiendas la naturaleza de esta compulsión después de haber verificado su existencia en ti no podrás ver ninguna solución y serás incapaz de abandonar la pelea compulsiva. Pero con la ayuda de estas palabras buscarás en la dirección correcta, de modo que no sólo sabrás en tu intelecto que existe la tristeza por tu insatisfacción, sino que también la sentirás y eso es bueno. Entonces te darás cuenta de que tu pelea por lograr aprobación, por probar una cosa u otra, te hace egocéntrico, orgulloso, arrogante y superior o sumiso de un modo malsano que inevitablemente te hará resentido. Toda esta lucha contribuye en gran manera al resultado adverso de que la gente no te ame, mientras que podrías ser amado si fueses libre de toda la capa de sustitución. Si te permites sentir el anhelo original, sin tener miedo de la supuesta “humillación” y “debilidad” que este deseo implica, ni tener miedo tampoco de sentir simple tristeza, que nunca tendrá un efecto malsano en tu alma, contribuirás en gran medida a tu plenitud. Te darás cuenta de que no eres tú el que es demasiado deficiente como para ser amado, sino que el problema es la capa sustituta que has fabricado artificialmente. Entonces no te revolcarás en la lástima de ti mismo dañina sino que crecerás lo suficiente como para despojarte de esas tendencias que te impiden recibir lo que deberías.

Más aún, te darás cuenta de que tu pelea es completamente inútil. Algo que no sea auténtico jamás podrá traer éxito. Y una capa superpuesta, que cubre un deseo original, nunca es genuina. Aun si temporalmente tienes éxito en lograr aquello por lo cual peleas admiración, aprobación, cualquier cosa que sea eso te dejará insatisfecho y con un gusto amargo. Inevitablemente te sentirás decepcionado ya que nunca puedes lograrlo en la medida que buscas, no puede ser permanente y no puede venir de tantos seres humanos como deseas. Pero, por encima de todo, no puedes lograr satisfacción porque no es lo que realmente deseas. Tu frustración y tu infelicidad siempre tienen este conflicto en las raíces.
Peleas como si tu vida estuviese en juego lo haces internamente. Es necesario que reconozcas este conflicto antes de que puedas encontrar el deseo original de ser amado y la tristeza de no ser amado tal como podrías.
Piensa con cuánta frecuencia sucede que tus emociones reaccionan de manera desproporcionada cuando alguien está en desacuerdo contigo. Pero si estás profundamente convencido de que alguien te ama con todo su corazón y su gentileza, manifestándolo con calidez y ternura, el desacuerdo no importa. Cada uno de ustedes podrá recordar casos así. Eso debería servir como prueba de que mis palabras también se aplican a ti. Después de reconocer estas emociones en ti mismo, entenderás que estás peleando por algo que no quieres realmente y que nunca podrás conseguir de manera proporcional a la desesperada intensidad de tu lucha. Encuentra específicamente cómo esta pelea por probar algo o probar que vales, de un modo u otro hace salir lo peor de ti. ¿Qué es eso exactamente? El reconocimiento será menos doloroso y mucho más liberador de lo que piensas, ya que entonces entenderás la razón por la que no fuiste amado tanto como deseabas y verás que no era porque eres como eres y no puedes evitarlo. Esto te alentará y te fortalecerá en vez de hacer lo opuesto.

Para recapitular: en lo profundo de ti crees que no puedes inspirar amor, y tienes tanto miedo de enfrentar eso que levantas una resistencia apretada para no ir más profundo dentro de tu alma. Te parece la vergüenza suprema, en primer lugar querer amor, y además no poder lograrlo que es lo que tú crees. Es mucho más fácil enfrentar defectos que descubrir la convicción inconsciente de que deseas amor pero no eres amado de la manera que deseas y en la medida de tu deseo. Tu psiquis sabe muy bien cómo distinguir entre el amor sano y maduro, y el “amor” malsano, inmaduro, dependiente y débil que no es amor real del modo que tu alma anhela. La psiquis desestima el valor de este último, pero no se da cuenta de que haces imposible recibir el amor maduro que anhelas al recurrir al falso remedio de las sustituciones. Esta vergüenza es tan grande que es a menudo el abismo real del que huyes. Es responsable por muchos de tus conflictos y resistencias, como así también por tus diversos defectos. Sin embargo, entrar en este abismo pronto probará ser liberador, refrescante y estimulante después que hayas superado tu miedo y vergüenza iniciales.
Mira, el deseo de ser amado, en sí mismo, es enteramente creativo si es despojado de la exclusividad y la unilateralidad infantiles. Sólo el modo en que procedes a que este deseo sea realidad es no realista, malsano y dañino, no el deseo mismo.