martes, 24 de julio de 2012

LA VERGUENZA II






Quizas uno de los recorridos mas fascinantes y seguramente el mas completo sobre la emocion y el sentimiento de verguenza, lo constituye los articulos y resumenes de Richard Erskine, a falta de libros traducidos de este gran psicoterapeuta.


Es por ello que en esta segunda entrega sobre la verguenza profundizo en el analisis de esta emocion-sentimiento, desde las aportaciones de diferentes autores a lo largo del tiempo.
Para R. Erskine: " La vergüenza y la reivindicación son mecanismos protectores que ayudan al individuo a evitar la vulnerabilidad a la humillación y a la pérdida de contacto en la relación. Cuando una relación es corrompida por la crítica, el ridículo, la culpa, la indiferencia u otras conductas humillantes, el resultado es una vulnerabilidad en la relación. El contacto o la proximidad es interrumpida. La vergüenza y la reivindicación resultan de la desgracia humillante o el reproche y una pérdida de autoestima.
            Tanto la vergüenza como la reivindicación reflejan las defensas usadas para evitar experimentar la intensidad de cuán vulnerable e indefenso es el individuo a la pérdida de relación. Simultáneamente, la vergüenza es una expresión de una esperanza de que la otra persona tomará la responsabilidad de reparar la ruptura en la relación. La reivindicación implica una negación de la necesidad de relación."


Un repaso a la literatura aunque mas bien escasa, ya que tradicionalmente ha recibido poca atencion.
Son las escuelas psicoanaliticas y transaccionales las que profundizan en la experiencia interior de la verguenza:


English (1975) se dirigía directamente a la vergüenza y el control social, describiendo la vergüenza como “ el precio de la internalización del niño de un específico mensaje de control desde su familia y cultura”. Ella continuó diciendo que el efecto es la inhibición, limitación, y control de la curiosidad expansiva”. English empatizaba que el acto de avergonzar niños sirve a “ la función de adaptar al niño a la civilización de la familia, para mejor o peor”.


Klein (1992) definía la reivindicación como “el núcleo de las estructuras defensivas de nuestros egos”. Ella indirectamente relacionaba la defensividad de la reivindicación con la vergüenza cuando describía la reivindicación como “ el camuflaje de nuestra autoestima negativa”


En clinica, Goldberg hablaba de Vergüenza comprensiva (1991) trazando el origen de la palabra moderna inglesa “shame” (vergüenza) del Indo Europeo “schame”, que significa “esconder” o “ cubrir”. El continuaba con ejemplos de casos clínicos de cómo individuos esconden y cubren sus siguientes incidentes de insulto o desgracia. Cada uno de los ejemplos de Goldberg sobre vergüenza reflejaban degradación o experiencias humillantes infligidas por la conducta de otra persona. De acuerdo con Goldberg, la vergüenza es causada por “la pérdida de conexión afectiva con otros que son significativos, que son, o se creen que son, necesarios para la supervivencia psicológica y física de uno”. (p. 59). El resultado es la pérdida de autoestima y el ocultamiento protector de una baja autoestima ante otros, así como ante posibles reproches e insultos futuros. La vergüenza representa un miedo especial- “como un instinto de auto preservación” (p 18), como “un vehículo silencioso que guarda un secreto a la desgracia” p 22). En esencia, la vergüenza es una experiencia solitaria aunque auto protectora. Sin embargo, Goldberg también ve la vergüenza como “ lo crucial de la libertad humana”, con un potencial constructivo (1990, p 591)



Lynd (1958), uno de los escritores más tempranos sobre la vergüenza, definía la vergüenza como un sentido de injuria a la confianza de uno mismo y otros. Lewis (1971) describía la vergüenza como una reducción de la autoestima y en la estima de los otros resultando en furia o ira que funciona para reganar un sentido de ser valorado. Wilson (1990), escribiendo para una audiencia profana, dijo, “la vergüenza es un sentido fuerte de ser únicamente diferente y menos que otros seres humanos” (p25).


 Kaufman, en La psicología de la vergüenza (1989), escribió: “Fenomenológicamente, sentir vergüenza es sentirse visto en un sentido dolorosamente disminuido. (p 17). La vergüenza es el recurso de lo que ha sido referido como heridas narcisistas o injurias.(con) baja autoestima, pobre concepto de uno mismo, o imagen auto disminuida. (p 25).” “La vergüenza se vuelve activada cuando las expectativas fundamentales de un otro significativo (escenas imaginadas de necesidad interpersonal) o aquéllas expectativas igualmente fundamentales de uno mismo (escenas imaginadas de propósito) son repentinamente calificadas como equivocadas o son frustradas.(p 35).”


 Silvan Tomkins (1963) describió la vergüenza como uno de los nueve afectos humanos: como “el afecto de la indignidad, de transgresión y alienación” ( p 18). Como uno de los primeros psicólogos que investigaron seriamente las emociones, Tomkins (1962, 1963, 1991) fue pionero al elaborar la teoría que dio voz a las observaciones clínicas de muchos terapeutas del juego entre afecto, percepción, cognición, reacciones físicas, y la conducta. Tomkins estaba particularmente interesado en gestos faciales, respiratorios y corporales como una expresión de varios afectos y cómo las emociones sirven como el sistema motivacional primario de los seres humanos. El describía la vergüenza como un afecto en un continuo con humillación, siendo la vergüenza de menor intensidad y la humillación relacionada con la aparición de un afecto mucho más grande. Aunque Tomkins teorizaba que la vergüenza estaba entre los nueve afectos primarios humanos que motivaban la cognición y la conducta, él describía la vergüenza como apareciendo siempre en presencia de otras emociones. La vergüenza sirve como un impedimento para la expresión del interés, excitación o alegría, e interfiere con el placer de una experiencia.


Nathanson (1992) aplicaba la teoría del afecto de Tomkins- específicamente en lo que se relaciona con la vergüenza y el orgullo- a descripciones de la vida diaria y a psicoterapia y psicoanálisis. Los escritores psicoanalíticos han ignorado generalmente el tema de la vergüenza. Desde una perspectiva psicoanalítica la vergüenza es una resistencia- una formación de una reacción que trata la conversión de lo que es fenomenológicamente experimentado. La vergüenza es vista como inhibiendo los impulsos exhibicionistas disfrazando los deseos prohibidos desde la conciencia (Goldberg, 1991).


Erikson ( 1950, 1959, 1968) fue uno de los primeros teóricos en prescindir de la teoría instintiva de Freud y la importancia central de la culpa en ese paradigma. En vez de eso, él escribió sobre el desarrollo ontológico de la identidad a través del ciclo de la vida. El describió ocho estados de desarrollo o crisis a través de las cuales los individuos forman y refinan sus identidades- una aproximación personal a verse uno mismo y al mundo. El segundo estado de Erikson centrado en un sentido de autonomía versus vergüenza y duda. El (1968) escribió que igual que la autonomía y el orgullo emanan de un sentido de bondad interior, así la duda y la vergüenza derivan del sentido de la maldad: “un sentimiento de autocontrol sin pérdida de autoestima es la fuente ontogenética de un sentido de libre voluntad. Desde un sentido inevitable de pérdida de autocontrol y sobre control parental viene una propensión a la duda y la verguenza” (p 109). La calidad de la relación entre niño y padre es el factor primario en sí, el niño desarrolla un sentido de ser impotente, inhibido, y avergonzado. “la calidad de la autonomía que los niños desarrollan depende de la habilidad de sus padres para garantizar la autonomía con dignidad y un sentido de interdependencia personal que ellos derivan de sus propias vidas” (Erskine, 1971, p 60). La vergüenza resulta cuando los padres recurren a la burla, que impulsa al niño a abandonar los deseos y los intereses; la duda resulta de sobrecontrol externo que roba al niño el sentido de eficacia- que él o ella es capaz de controlarse a sí mismo-a. (Wolf, 1988).


Lewis (1971, 1987), siguiendo las ideas de Erikson, parecía ser uno de los primeros escritores psicoanalíticos en relacionar el fenómeno de la vergüenza con la práctica clínica. Ella empatizaba el esfuerzo de recuperar un sentido de ser valorado siguiendo una pérdida de valor o de estima a los ojos de los otros o de uno mismo. 


Wurmser (1981) describió la vergüenza como relacionada a creencias sobre algo equivocado con uno mismo, es decir, “soy débil”, “estoy sucio”. 


Basch (1988) dio a la vergüenza un lugar significativo dentro de la teoría psicoanalítica de la psicología de uno mismo. Él describió la vergüenza como “una emoción dolorosa ...una maniobra básicamente protectora” (p 136) que pone un final a la auto expresión o las expectativas.


Tanto Kohut (1977,1984) como Morrison (1987) relacionaban el origen de la vergüenza con experiencias de fracaso empático en la vida corriente y también, importantemente, con sentimientos de inseguridad resultando de fracaso empático parental desde la niñez temprana.


Sullivan (1954) describió la dinámica de la vergüenza con el término ansiedad: “En lo que yo uso el término, la ansiedad es un signo de que la autoestima de uno está en peligro... La ansiedad es una señal de peligro del auto respeto, a la situación de uno a los ojos de personas significantes presentes, incluso si son sólo figuras ideales desde la niñez” (p 207). Sullivan también describió cómo usa la gente la ira y la “incomprensión” para evitar la ansiedad de “descenso previsto de autoestima” (p 207).


Finalmente Richard Erskine define la verguenza del siguiente modo: 
La vergüenza es un proceso autoprotector usado para evitar los afectos que resultan de la humillación y la vulnerabilidad a la pérdida de contacto-interrelación con otra persona. Cuando niños, e incluso adultos, son criticados, devaluados, o humillados por personas significativas, la necesidad de contacto y la vulnerabilidad al mantener la relación pueden producir un afecto defensivo autoprotector y una conformidad con las definiciones impuestas disminuidoras. La vergüenza es un proceso complejo que implica:
1) un concepto de uno mismo disminuido, una disminución del valor de uno mismo en unión con la                              humillación externa y la crítica introyectada;
2) un desplazamiento defensivo de la tristeza y el miedo; y 
3) una negación de la ira.
           La vergüenza implica una negación de la ira para mantener la apariencia de una relación conectada con una persona que estimula relaciones humillantes. Cuando la ira es negada un aspecto valioso de uno mismo se pierde: la necesidad de ser tomado seriamente y respetuosamente, y la necesidad de tener impacto en la otra persona. El valor de uno mismo es disminuído.
            La vergüenza también implica un desplazamiento de los afectos de tristeza y miedo: la tristeza de no ser aceptado como uno es -con las propias urgencias de uno, deseos, necesidades, sentimientos, y conductas- y el miedo al abandono en la relación por causa de quién uno es . El miedo y la pérdida de un aspecto de uno mismo alimenta la tendencia hacia la sumisión una disminución de la propia autoestima para establecer confluencia con la crítica y/ o la humillación.    
            La sumisión a la humillación, el desplazamiento del miedo y la tristeza, y el desconocimiento de la rabia producen el sentido de vergüenza y duda descrito por Erikson. 
         
Estos breves apuntes no agotan este sentir, ya que en cada uno la verguenza toma una forma peculiar. Surge la dinamica de la verguenza como algo anterior a la culpa, y apunta a una vulnerabilidad extrema, con tensiones de fuerzas opuestas. La constatacion de un profundo "fallo", es el de no sentirse digno de ser amado, o de no merecer el amor. Sustancia imprescindible para construir un yo estable. Esa huella profunda transmitida de modo inconsciente entre generaciones. Dejando en el "yo"un profundo anhelo de conexion real. 





viernes, 25 de mayo de 2012

LA VERGUENZA

Con el aporte de hoy, me quiero detener a explorar diferentes emociones y sentimientos humanos. Deseo mostrar aportes que faciliten y amplien nuestra comprension, y con ellos, nuestra naturaleza.
Y voy a comenzar con uno de los mas desoladores por su caracter social, y sus implicaciones en el desarrollo. Aqui os dejo una breve composición poetica:


Hoy y Ayer he sentido vergüenza muda, una vergüenza por existir…
Vergüenza de haber nacido hombre y ser considerado igual a otros hombres…
Vergüenza al no ser amado, como mi corazón pedia…
Vergüenza por ese dolor oculto, retenido, suspirado…
Veguenza por no saber de ti, ni de mi, vergüenza de no poder decirte nada…

Y me alcanzo la niebla de la vergüenza, y todas las emociones palidecieron…
Y Todas fueron sintiendo vergüenza, por agredir, por odiar
Vergüenza por llorar, por sentir, por temerte…
Incluso vergüenza por amar, y no poder dejar de amar
Vergüenza de mi vergüenza…
Vergüenza omnipresente.

Oh vergüenza, que me protege del pánico y el terror
como de la violencia de ser pequeño, insignificante, sin identidad…
Vergüenza que me permite desear y ser otro, desear no ser quien soy…
Vergüenza y culpa al ser perseguido…
Vergüenza por tener rostro, opinión y destino, vergüenza por el error de estar…

Y la vergüenza me atrapo los huesos y me rompió,
 Fue entonces, cuando me consumí en su fuego,
Y ahogo la conciencia… por no respirar,
 me mato…
Y comio los cachitos de mi cuerpo, tendidos como despojos,
como ruinas de un edificio destruido antes de ser levantado…

Inconsciencia humana, oscuridad malvada y cruel...
Deja que los hijos de los hombres crezcan algún dia libres de todo orgullo,
pues es dia, sabre por fin, que han sido liberados de toda vergüenza y culpa.
(Anónimo)


domingo, 29 de abril de 2012

TERAPIA HAKOMI. Ron Kurtz


Este es mi pequeño homenaje a este gran terapeuta, fallecido a finales de año.
Un visionario aun hoy. En mi opinion, su propuesta es dolorosamente bella.
He aqui unos parrafos de uno de sus libros.... y retazos de una entrevista a Patricio Varas.




"Éramos 19 personas en el verano de 1980, reunidos para estudiar este trabajo y para iniciar
un instituto. También tratábamos de encontrarle un nombre. Hicimos reuniones de tipo
"tormenta de cerebros" y no salían sino propuestas tontas. Finalmente, David Winters tuvo
un sueño en el que yo le entregaba un papel en el que estaban escritas las palabras
"Terapia Hakomi". La palabra no tenía ningún significado para ninguno de nosotros, aún
cuando David pensaba que podía ser una palabra indoamericana. David regresó a casa, en
un viaje de ocho horas, y buscó el significado de la palabra en algunos libros de referencia
que tenía. Descubrió que es una palabra en la lengua hopi (que a veces se pronuncia
"hakimi") y que tiene dos significados relacionados entre sí. En su uso corriente significa
"¿quién eres?". Y en su significado arcaico, "¿cómo te sitúas en relación a todos estos
reinos?". Eso nos cayó muy bien. Posteriormente he oido su significado y posibles
significados en chino (universal, risa reverente) y en hebreo (este es mi.. lugar, existencia,
transformación, establecer). En 1981, hice un viaje al sur del Colorado para buscar al Abuelo
David de las Naciones Hopi, buscando sus consejos en relación al sueño de David y al uso
de la palabra hopi por nuestro instituto. Por unas horas perdí el contacto con él. Nunca he
creado otra oportunidad, pero creo que con la publicación de este libro haré otro intento.


El despliegue y crecimiento de la consciencia es el proceso central de la psicología, y desde
cierto punto de vista, de toda la vida humana, de toda la historia y de la evolución del
cosmos. De un mar de átomos surgió una cantidad incomprensiblemente grande de seres
vivientes. En su capacidad de crear y recrear, hay un saber, una consciencia de sí mismo,
construyendo orden a partir del flujo del azar y del infortunio. Con cada despliegue del
drama, sea cósmico o personal, crece la consciencia como protagonista, como el arraigo del
ser, sea en las breves horas de la psicoterapia o en cualquier vida particular rica en
experiencias, o contrastado al vasto alcance del tiempo y del espacio sobre el cual desfilan
las galaxias.
La psicoterapia nos trae una armonía útil a las funciones de la mente, del cuerpo y a las
exigencias del mundo externo. En la amplitud y riqueza de su lenguaje, la precisión y
delicadeza de sus técnicas, sus cuidados, su poder para informar y en la belleza
desgarradora de sus mejores momentos, es a la vez un arte sublime y una antigua ciencia.
Conocerla y vivirla ha sido un gran regalo que Dios me ha dado. Compartiría ese regalo con
todo el mundo.

He tratado de hacer consciente lo que al principio era intuitivo y sentido sólo vagamente. No
para quitarle el arte, sino para ayudar a otros a que estén plenos de arte con ello."

Ron Kurtz

(El libro Psicoterapia Centrada en el Cuerpo, fue concluido en mayo de 1989. Hace 23 años.)




"En opinión de Patricio Varas. Chileno. profesor de filosofía y terapeuta, convertido en facilitador en el Instituto Esalen californiano en 1977, quien mejor ha sintetizado y actualizado los fundamentos de la sicología humanística y del desarrollo personal es Ron Kurtz -líder indiscutido del método Hakomi- con sus cinco principios.

En este modelo se tiene la confianza que el cambio y crecimiento de una persona está en sus propias manos y que sólo debe ser apoyado (principio de organicidad). Se reconoce que llevar al paciente hacia un estado perceptivo es una herramienta que aumenta la atención sobre sí mismo (principio de plenitud de conciencia). Se entiende que es un contrasentido el empleo de la manipulación o presión (principio de no violencia). Supone la indivisibilidad de la interfaz cuerpo-mente (principio de la integración). Y, por último, propone anteponer el sentido de la unidad de la creación (principio de universo participativo).

Establecer un estado de amplitud de conciencia, conectar con el niño sano interior, dejar que se liberen las emociones y darle el significado a la experiencia son sus recursos básicos. Técnicas que provienen del trabajo de focalización corporal de Gene Gendlin, de la administración del movimiento desarrollado por Moshe Feldenkrais, de la licencia bioenergética para la liberación emocional, de la redefinición de las creencias de la Programación Neuro Lingüística y de la sabiduría Oriental del taoísmo y el budismo.

“Es potente ver cómo los cinco principios del método organizan una terapia no violenta, holística, integradora, con algunas técnicas básicas. Aunque para mi no son sus técnicas lo más importante, sino sus cinco principios, que cuando se encarnan, permite organizar todo el background de conocimientos y experiencias en terapia... Todo se facilita”, dice Varas.

Y asegura que, en particular, asumir el principio de la no violencia es lo más difícil. “Ron Kurtz dice que una persona puede aprender las técnicas en tres años, que puede dominar la metodología en seis años, que puede adquirir la actitud emocional en nueve años, pero para encarnar los principios se requiere al menos de doce años de trabajo. Por eso el Hakomi es un método para terapeutas no diré viejos, pero sí con mucha experiencia”, reconoce.

Este método sicológico pone en evidencia que se ha transitado de la terapia conversacional a la terapia experiencial: suceden cosas concretas y ya no se dialoga con el sicólogo sino que con uno mismo. Y, aún más, ha llegado el momento de captar y reconocer significados de la experiencia desde el interior del paciente. “La terapia no es solamente conversación acerca de algo; es mucho más... Es vivencia, experienciación, experimentación y resignificación de la vida”, manifiesta.

El Hakomi sostiene es que para que las nuevas experiencias puedan llegar a ser posibles tienen que hacerse explícitas las creencias centrales, que no son más que hábitos que surgen al margen del darse cuenta a partir de experiencias, es decir, expectativas, predisposiciones, actitudes, pensamientos y movimientos típicos.

Interacción, no intervención La novedad es que no hay intervención, sino interacción: “es un proceso sencillo, humilde... Es la imagen del ermitaño, el viejo sabio, que ilumina desde atrás el sendero al caminante.



Kurtz apunta: “La mayoría de terapeutas que he observado interfieren el proceso que despliega la otra persona. Lo hacen porque necesitan hacer que algo ocurra, en lugar de reconocer que están ahí para ayudar a que algo ocurra... Tratan de forzar que las cosas ocurran, experimentando demasiado y haciendo preguntas innecesarias; sumiéndose en su propia curiosidad y en sus ideas acerca de hacia donde quieren que el proceso vaya”.
Se acabó el drama o “la tontería” diría quien lidera el trabajo Hakomi, desafiando abiertamente a la psicología. La levedad de la presencia se impone con esta propuesta, despojando la sombra kitsch a la terapia. Pues aquí no hay nada que tenga que funcionar, nada que se tenga que re-crear. Ni diálogos a lo Woody Allen ni brillantes reflexiones. No más víctimas ni lloriqueos. Kundera lo dice muy bien: “es la segunda lágrima la que convierte el kitsch en kitsch”. Y el Hakomi ha secado esa segunda lágrima."



Ron Kurtz








domingo, 1 de enero de 2012

2012 CUANDO DE VERDAD ME AME...

 Si pide un deseo, un deseo que sirva para todos y cada uno.
Un deseo que dignifique la individualidad y desde la unicidad lleguemos a la unidad.
Que sirva para reconocer a lo largo de los meses, dias  e instantes entre minutos de este nuevo año, el cometido esencial...
Si eso es, sencillo y esencial, como un mantram de unicaficon interna... para llevar puesto siempre.

jueves, 1 de diciembre de 2011

La Inocencia 2º parte. Un vision antropologica

EDUCACION Y CRISIS


¿Entonces surge la pregunta como preservar, ese estado de gracia presente en los niños? ¿Podemos enseñar sin dañar? ¿Podemos atender la necesidad que hay en cada niño y salvaguardar su integridad? ¿Qué sería del niño de nuestra historia si no pudiese recibir el amor iluminado de un pedagogo, de un tutor? ¿Qué tipo de suerte correría?
Creo que todos sabemos lo que es y lo que ha sido la educación en las escuelas y tambien en las familias. La civilización y cierta idea del progreso, han supuesto con frecuencia una terrible cadena en el corazón de cada niño. Han sido y son las víctimas de un sistema que todavía no acierta a integrar, que todo verdadero desarrollo, es la comprensión de una dinámica de respeto a la individualidad y a la creatividad inherentes al ser humano.Y que estas son cualidades estan en presente, en ese estado de ser niño. La conversión y adaptación del niño, en nuestros sistemas educativos ha sido traumática, el tránsito a la adolescencia y a la edad adulta está llena de agresiones. El sentido de pertenencia es puesto en cuestión primero por los propios padres, y después por la escuela y la sociedad en general. Así su estado de Inocencia es hecho añicos, imponiendonos los criterios de una estandarizacion, las medidas de control, y expectativas exigentes de un futuro desconocido. Con demasiada frecuencia ha sido doblegada la voluntad y la confianza en sí mimo, por la fuerza de la autoridad y en nombre del conocimiento.
Hay que comprender que la pertenencia, viene de una sana y satisfactoria vinculación, del amor que el niño recibe como alimento para su espíritu. Sin ese amor, el niño no puede florecer, no puede madurar de modo integro. Social y emocionalmente tiene un falla. Ese amor es además, el que preserva al niño del sufrimiento y respeta su estado de inocencia, proporcionandoles lo que hoy se denomina resilencia.
La misma Shakti Genaine, escribe “Todo el saber de los hombres, sin amor, no es nada, no produce nada, no engendra nada, está abocado a la esterilidad. Sólo el amor es capaz de crear las respuestas que curarán el mundo. No es sino en esta Presencia del amor como el mundo puede ser curado. Tenemos que ser muy claros con esto: no hay más que el Amor que pueda salvar el mundo”.

¿Y qué podemos hacer para llevar a los niños a un crecimiento armonioso y satisfactorio tanto social como psíquico? ¿Qué cuidados básicos y preventivos ha de posibilitar la familia y la escuela?

Hay datos muy preocupantes, una nueva amenaza silenciosa y letal, se cuela insidiosamente en nuestras casas; nunca antes se ha medicado tanto a los niños y de modo tan sistematico como en nuestro mundo "civilizado" Son potentes drogas, que pueden "colgar" a un adulto. Es alarmante. ¿Esta de verdad enfermo el niño? ¿Esta tan enfermo que tenga que ser intensamente medicado?  porque  no se trata de ninguna enfermedad fisiologica; de lo que se trata es de controlar su comportamiento y su conducta, para favorecer una supuesta adaptación. No se trata de eliminar virus o bacterias que atacan su organismo fisico, sino de medicaciones psiquiátricas que alteran todo su funcionamiento neuronal y cerebral, alterando toda la bioquimica corporal. Dime si no es peligroso? He visto niños de 9 años que llevan mas de tres años tomando anfetaminas diariamente!!! No quiero decir mas... El que tenga ojos que mire. Ni en las fantasías más delirantes de manejo y manipulación de la población, que ofrece la literatura universal, se podía imaginar una situación de tal magnitud.
(Revisar documentos historicos: pelicula: Alguien volo sobre el nido del cuco. Libro y pelicula:  1984 george orwell...)

Las encuestas revelan que nunca antes se medicó de este modo a los niños. El porcentaje se dispara en las zonas más desarrolladas. Y las cifras que mueve este negocio de la medicina psiquiátrica se incrementan en miles de millones que son reinvertidas en buena medida en publicidad y marketing para incrementar su consumo. Se confabulan politicos, medicos especialistas, neurologos, psicologos y pedagogos. ¿Quien va a defender la Inocencia de nuestros hijos?
El poder económico del negocio farmacéutico, se le escapa de las manos a los gobiernos de las naciones. Me pregunto cuantos habra que cerraran los ojos de su conciencia con algun farmaco para poder dormir. No nos dejemos engañar, la gran mayoría de las drogas farmacéuticas tienen un alto coste biologico, su eficacia es mas que dudosa, y estan solamente orientadas a modificar tan solo los síntomas.
En este sentido resulta significativo que el propio gobierno alemán se considera incapaz de controlar a sus grandes holdings farmacéuticos.
( http://www.cherada.com/articulos/algunas-cifras-del-big-business-de-la-industria-farmaceutica)
Hoy son numerosas las voces de numerosos profesionales que de forma independiente reflejan en su preocupación y aportan sus estudios para concientizar a la población del peligro de los grandes intereses comerciales. Para muestra un boton:
http://www.plataformaicmi.org/
http://www.dsalud.com/index.php?pagina=articulo&c=1534
http://www.dsalud.com/index.php?pagina=articulo&c=1607
http://www.dsalud.com/index.php?pagina=articulo&c=434
http://www.dsalud.com/index.php?pagina=resbusca
http://www.dsalud.com/index.php?pagina=articulo&c=460
http://www.dsalud.com/index.php?pagina=articulo&c=144
¿Qué les estamos haciendo a los niños, de verdad que es por su bien?


La imparable maquinaria del sistema social, nos presiona, nos controla, nos hace vulnerables a todo aquel que piense libremente, que piense diferente. Acudimos horrorizados a una versión de opresión como ayer decía el pedagogo Gianni Rodari: “En la escuela tradicional no hay lugar para la imaginación. Lo que aprende el niño es a callar, hacer lo que se le ordene, aprender lo que no desea, ceder la autoridad sobre su tiempo y espacio, dejar fuera el juego, los amigos, el placer de inventar, la armonía con su cuerpo. Debe aprender a respetar el mundo tal como es. La libertad queda excluida.”
Llegamos a momentos históricos es preciso un cambio de paradigmas para salir del error, que genera más sufrimiento, esta es la conclusión del análisis de Ken Robinson:


Paradigma del Sistema Educativo

Resulta entonces, necesario tomar conciencia una y otra vez, de que el niño debe ser protegido, de cuáles son los peligros que hoy le amenazan (etiquetas, medicacion, violencia...) una vez más sus derechos deben ser considerados y sus necesidades atendidas. La escuela y la familia son cruciales en en su bienestar. Los viejos modelos de educación y aprendizaje han de ser abolidos. La crisis y la necesidad empuja a un cambio real en la direccion adecuada, de desarrollo personal y respeto a su naturaleza esencial.
El estado de inocencia y su sentimiento de pertenencia son su gran haber, expresan la belleza de su ser, y como toda buena raiz son las garantias en la construcción de una sana identidad.
Baste recordar a aquel barbudo de Galilea hace más de dos mil años para traer a nuestros corazones lo que es esencial reivindicar en el dia de hoy. Tal vez este video sea una muestra del futuro anunciado.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

La Inocencia 1º parte. Una Visión Antropológica


“La familia, además de servir a la supervivencia, persigue objetivos de distinta naturaleza como son la intimidad, la cercanía, el desarrollo, el cuidado mutuo y el sentido de pertenencia” (Musitu)

Cuanta es la significación contenida en esta sola frase, y que bien condensada, verdad?. La familia no es solamente, la consecuencia de una pareja progenitora, ni un espacio que garantiza la viabilidad de una cría humana. Es mucho más que eso. La familia representa la raíz emocional y psíquica del ser humano. Quizas podríamos preguntarnos por aquellos que no han tenido familia, que han sido desarraigados nada más nacer... y a lo mejor tampoco hay que ir lejos, basta con mirar en el interior de de cada uno de nosotros ¿Como es esa impronta? ¿Para que mas?
Nos ilustrarnos, al echar un vistazo a los trabajos de Bowlby y Mary Ainsworth para darnos cuenta de la gran transcendencia del vínculo de apego o pertenencia en todo el mundo animal, de los correlatos de calor y cuidado, de cercanía o lejania, de desarrollo o fijacion, de confianza e intimidad o de su falta….

Voy a tratar de unir algunos cabos... Tenemos el sentido de pertenencia, o apego necesario que estructura el “yo” como dirían los psicoanalistas y los no psicoanalistas.  Y además, segun  mi percepción, relacionado con la viabilidad del proceso o del armonioso desarrollo, el estado de conciencia que aflora de modo inherente en el cachorro humano; ese estado de Inocencia.

¿Qué son los niños? ¿Qué son de verdad? decia el ilustre Saramago; “son otra especie humana” y asi concluía en uno de sus relatos cortos; La Nieve Negra; “…Dentro de un mes llegaremos a la luna. Pero ¿cuándo y cómo llegaremos al espíritu de un niño que pinta la nieve negra porque murió su madre?”
Saramago apunta a que el corazón del niño está por explorar, descarta teorías pedagógicas, analíticas y evolutivas… por qué no responden a su pregunta, no explican el brillo, la creatividad y el estado de conciencia del niño.

No es mi pretensión, hacer de esto un nuevo tratado sobre cómo se gesta la identidad humana en cada niño, tan solo, recojo la invitación tratando de mantener como brújula esas cuestiones que plantea el escritor.
Hablar de ser niño, es hablar de su conciencia, y de ese "estado" de ser que es la Inocencia.
A mi me parece sugerente, pues apunta a la vivencia del mito del paraíso. Desde este punto de vista, puede decirse que un niño nace en "el paraíso", asi cuando es expulsado, entra en el mundo de los adultos y de la sociedad. Entonces, su estado de conciencia pasa a ser otro bien distinto. En todo este transito, que puede parecer un proceso natural, no lo es tanto, pues viene muy determinado con un proceso que implica no solo a la familia sino al sistema. Tiene que ver con la gestion de esta evolucion o desarrollo, es decir, con el proceso de educación. Y llegados aqui parece que estamos destinados a ser un ladrillo mas en el muro (Pink floyd).
Lo que deseo plantear es que PERDEMOS, y de manera dramatica e instauramos otro estado de ser; el de la culpa.
¿Cómo puedo definir la Inocencia o ese estado particular de conciencia, esa Presencia que palpita en cada ser niño? Presencia porque un niño es conciencia del presente en el que vive. De hecho, no son los artistas de cada momento. ¿Cómo es que nos sensibiliza tanto el sentir de un niño descuidado o abandonado? ¿Acaso, no reconocemos en él, el dolor de crecer, la pérdida de la gracia de sentirse vivo y maravillado ante el mundo que le rodea? ¿No es algo así, lo que nos hace sentir el sufrimiento de un niño incomprendido?
La Inocencia se define de múltiples modos, significados frecuentes y próximos en nuestra cultura son; el más alto grado de Pureza de un individuo. La carencia de maldad. La falta de culpa. Puede ser un experimentado como un estado de conciencia elevado, de apertura y liberación de los condicionantes, dogmas, juicios y prejuicios…
Pero la inocencia también se conceptualiza como sinónimo de ingenuidad y de hecho así se recoge en el diccionario de la lengua española, donde ambas acepciones aparecen juntas. Inocencia: f. Estado del alma limpia de culpa. Sencillez, candor, ingenuidad. Referente al Estado ~ de inocencia, o ~ de la inocencia. Aquel en que Dios creó a Adán y Eva en la gracia y justicia original. Dos palabras griegas, ákakos, «sin mal», y ádolos, «sin engaño», expresan el significado del término latino, innocens, «incapaz de hacer daño». Ákakos es el que no tiene malicia y, por tanto, no engaña. Este término, utilizado ya por Demóstenes, designa al que no hace daño a nadie de palabra, pensamiento u obra. El término ádolos, supone la ausencia de engaño consciente o de la intención de engañar. Expresa una cualidad y una gracia consideradas características de la infancia. Los dos términos y conceptos se refieren principalmente a la simplicidad propia de un niño.

En el ámbito jurídico, la inocencia es ese estado de quien no ha sido declarado culpable. Para la filosofia de Cicerón y San Agustín, es el estado de la mente quien no supone, ni hace daño a nadie. Y cree en la integridad moral de todas las personas.
Sin embargo, a medida que crecemos y dejamos de ser niño, ese estado produce resquemor en numerosos mortales. Probablemente mas de uno tenga cierta sensación de malestar derivada de la inocencia. ¿Tal vez un recuerdo del daño sufrido, de alguna perdida? Es ahi, donde se despierta el riesgo que supone ser inocente ¿No son estos los primeros candidatos a ser las víctimas propiciatorias, como todos lo fuimos alguna vez?
Si, resulta curioso admitir la connotación peyorativa, en referencia a una persona excesivamente ingenua y candorosa, carente de cierta experiencia de la realidad de la vida. Rechazamos a veces de modo inconsciente, la inocencia, en los demás y en nosotros mismos, cuando nos sentimos incapaces de reconocer la belleza de tal estado, aunque sepamos que esta representa una conciencia que nos conecta con la vida, de modo que probablemente añoraremos siempre.

Para los poetas contemporáneos como Chantal Maillard, la infancia es un estado original del que todos somos exiliados, y comenta “Cuando los poetas hablan con nostalgia de la infancia no es exactamente a ella a lo que quisieran volver. La infancia a la que aluden no es un lugar ni un tiempo concreto sino un estado de inocencia, cuando no había juicio aún y, por tanto, no se podían efectuar comparaciones, lo cual permite estar en el presente, absolutamente. El paraíso es un estado en el que la conciencia, al no haber diferencias ni tampoco juicio, no es necesaria.”

Es este estado de inocencia lo que nos permite comprender la Presencia del ser en el niño. Desde una perspectiva humanista y recogiendo voces de la psicología transpersonal se afirma que en el interior de cada uno de nosotros mora un niño al que nuestra mente adulta, analítica, conceptualista, ha oprimido y subyuga con el conocimiento, los valores, las normas, la moral social, los miedos… Así Irma Verolin afirma; “El camino espiritual es un camino hacia un estado de inocencia. En realidad es un camino entendido hacia delante, pero es hacia algo que ya conocemos, y en realidad no es un camino hacia atrás aunque ese lugar ya haya sido visitado por nosotros, es un camino hacia adentro donde nuestra inocencia perdida que no está perdida, quedó sepultada. Supongo que se trata de tener ese estado de conciencia que tienen los niños en el que no se cualifica, no se juzga, no se mide. No se refiere a ese concepto decimonónico que concebía a los niños puros, irreales luego barrido por Freud, no, se refiere a un modo de percibir la realidad que es propia de los niños.”

Resulta interesante esta opinión ya que permite matizar todavía mas ese estado de conciencia característico, dejando a un lado la falsa idealización y los prejuicios morales en relacion a la sexualidad. La sexualidad de un niño no es la de un adulto. Y esta sexualidad es creativa y recreativa.

 El párrafo siguiente de Shakti Genaine (experta en Psicosíntesis) es elocuente, sin dejar de rendir culto a la belleza de ser niño; “En un momento de su pequeña vida, cada niño debe sacrificar- ¡en aras de la civilización!- su bien más preciado: su Presencia en el mundo.
¿Quién de nosotros no recuerda con nostalgia esos intensos momentos de la más tierna infancia, esa riqueza de olores, de sonidos, de sensaciones, la impresión de pertenecer al mundo a través de todas las fibras del cuerpo, sin separación? Las estaciones, con sus colores particulares, los amores, los sentimientos que iban al ritmo de la conciencia, arco iris de la vida que atraviesa el cuerpo; los días parecían formar parte de un Presente que no cesará jamás.
Sin embargo, poco a poco, cada uno de nosotros ha abandonado el arco iris.
Insidiosamente la vida ya no está construida con sensaciones, sino con ladrillos mentales unidos por el cemento del pensamiento. Poco a poco nos hemos encerrado en nuestro puesto en la corriente del progreso, del saber, de la civilización. Hemos olvidado. Hemos perdido la Presencia. Nos hemos convertido en máquinas programadas para el trabajo, la Patria, la familia, el consumo, el sexo, las diversiones. Pero en lo más profundo el niño duerme, el niño ríe y llora. El niño está siempre ahí, sabiendo lo que es la Presencia, enraizado en Ella: el niño que se maravilla y se asombra ante el espectáculo del mundo.
Para nosotros, convertidos en adultos serios integrados en una vida social compleja, este pasado está irremediablemente fuera de nuestro alcance.”

En la concepción religiosa, la recuperación de la inocencia está ligada al perdón y, en general, a ciertos ritos. En otras culturas, como en el Islam, el musulmán que peregrina a la Meca retorna purificado e inocente como un recién nacido.
El filosofo, Jean-Jacques Rousseau se refiere a la verdadera naturaleza del hombre cuando habla de educación y de la bondad del hombre cuando nace. Aquí, el estado de inocencia, pretende ser más que un hecho histórico, sino también un estado hipotético o un ideal racional, en contraposición a la corrupción de las formas históricas de la sociedad. En este sentido resulta un estado deseable que es posible construir.

En este mismo sentido el judaísmo, donde el pecado se concibe como la perdida de la inocencia, es algo que se ha de restaurar. Especial significación tiene en el cristianismo con la figura de Jesús de Nazaret. Aquí la Presencia o el estado de ser niño, es la verdadera clave para alcanzar el estado de gracia espiritual y la autenticidad del Ser; el Reino de Dios. En diversos pasajes Jesús el Cristo, resulta contundente:
"Le presentaron unos niños, para que los tocara; pero los discípulos los reprendían. Viéndolo Jesús, se enojo y les dijo; dejad que los niños vengan a Mí y no los estorbéis, porque de ellos es el reino de Dios. En verdad os digo, que quien no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y abrazándolos, los bendijo y les impuso las manos." MARCOS, X, 13-16
En otros momentos del Nuevo testamento. Jesús, torna su elocuencia en agresiva advertencia, puesto que realiza proclamas para salvaguardar tal estado:
Dijo Jesús a sus discípulos, mostrándoles un niño: "El que por Mí recibiere a un niño como éste, a Mí me recibe; y el que escandalizare a uno de estos pequeñuelos, que creen en Mi, mas le valiera que le colgasen al cuello una piedra de molino de asno, y le arrojaran al fondo del mar." (SAN MATEO, XVIII, 5-6.)
En numerosos pasajes de los evangelistas, se redunda una y otra vez, en la idea del reino de Dios que vive en los niños, o al que es posible alcanzar si recuperamos su inocencia, en MATEO, XVIII, 1-4: "Se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién será el más grande en el reino de los cielos? Y llamando a Sí a un niño, le puso en medio de ellos, y dijo: En verdad os digo, si no os mudareis e hiciereis como niño, no entrareis en el reino de los cielos. Pues el que se humillare hasta como un niño de éstos, ese será el más grande en el reino de los cielos."

De una manera sintética se podría destilar dos concepciones a cerca del estado de Inocencia, presente en el ser humano:
La inocencia primera en la que vinimos al mundo, es la del niño, símbolo del jardín del Edén, representan la pureza arquetípica (como dirian los jungianos), esa inocencia inconsciente que es Presencia viva en el mundo.
La segunda inocencia, es un ideal, un viaje de retorno al Ser, a través de la Consciencia, donde recuperamos la verdadera identidad. Allí donde la belleza se manifiesta como un nuevo orden, donde revelamos la armonía de la felicidad y la fortuna como nuestro legitimo destino. Cuando podemos desnudarnos de todos los artificios y condicionamientos. El Reino de Dios.




Juan Carlos Míguez Poza