martes, 25 de mayo de 2010

UNA CUESTION FUNDAMENTAL. Un caso para otros muchos...




Roberto, es un adulto de 37 años, ha realizado terapia durante varios años. Durante este tiempo ha experimentado cambios importantes en su modo de relacionarse, eso si, después de un arduo y comprometido trabajo personal. Cuando hoy se mira a si mismo en el espejo y se recuerda, no se siente igual, sabe que aquel joven que fue; reservado, servicial y confuso, ayudante del párroco de su iglesia durante la misa de los domingos, ha quedado bastante atrás.

Su primera transformación tuvo que ver con la eclosión de una serie de emociones que siguiendo la terminología transaccional se pueden definir y explicar como; prohibidas y parasitas. Las primeras no fueron permitidas durante el desarrollo y establecimiento de los vínculos familiares, pudiendo estar profundamente reprimidas, o es posible que no formen parte del inconsciente personal al no haber sido nunca “heredadas”, estableciendo un déficit en el acervo relacional (aportación de los nuevos desarrollos psicoanalíticos). En terminología mas popular y actual puede comprenderse como un escaso desarrollo de lo que se llama inteligencia emocional...
Pero, es en realidad tan extraño? Acaso no trata de explicar lo que sucede en una mayoría de nosotros?
Así corresponde a parasitas, aquellas otras que una y otra vez pretenden salir a la superficie, y que acaban experimentándose con alta frecuencia, dejando cierto grado de malestar, generalmente por su repercusión. A pesar de que la persona procure contenerse y realice esfuerzos para controlar su exteriorización estas emociones tienen un notable poder sobre el conjunto de la personalidad. Requieren un proceso de autoconocimiento, para que cada vez, se vuelvan más conscientes de su origen y manifestación.
Tales emociones pueden estar internamente acechando a la persona en cada contacto, cada interacción con otros. Y marcan ciertamente, el estilo de personalidad o modo de relacionarse. Pudiéndose considerar desde la aceptación o el rechazo como egosintonico o egodistonico. Si disfruta plenamente de ellas o por el contrario causan conflictos.
Estos conceptos de emociones parasitas y prohibidas, tiene una repercusión, a mi juicio, especialmente notable en la consolidación de la identidad personal, y la estabilidad del autoconcepto o yo.


Pero sigamos con Roberto...
La mayoría de sus relaciones están dominadas casi exclusivamente por las emociones o sentimientos del momento. Y este flujo emocional puede ser muy variado, incluso dramáticamente opuesto. Esta cambiante emotividad, le lleva a experimentar estados de agudo malestar, de agitación y ansiedad, para caer en el lamento, desconsolado pasa repentinamente a la apatía, y todo ello en cuestión de minutos. Esta continua marea, se extiende a todos los ámbitos de su vida, impregnando su trabajo, amistades, familia… En sus propias palabras comenta:

“ Me doy cuenta de que siempre había estado en permanente agitación
Era una agitación interna, como mi estado –normal-
Fui enterándome de cuales eran los sentimientos y emociones que ponía en juego.
Esto fue muy difícil… Estaba tan enojado, había tanta rabia y necesidad!!!
Cuando esto ocurrió, me comprendí mejor, pero al mismo tiempo me sentí
muy incomodo… tanto que, si no estaba estresado por algo y en alerta constante,
no sabía como comportarme.
Era un hervidero de emociones, de la discusión con mi mujer nada mas levantarme,
a darle un abrazo llorando en la misma puerta antes de irme a la oficina…”

Cuando se enfrentaba a sus bloqueos o limitaciones, destapando sentimientos y contenidos de regiones mas oscuras de su personalidad, liberaba el dolor acumulado durante décadas… Puede ser duro o no, pero lo que hasta ahora, esas emociones que tanta energía psiquica requerían para su rigido control, parecían en Roberto tomar vida propia y desencadenar una tormenta en el momento más inesperado. Roberto parecía ahora navegar continuamente en un mar desconocido, imprevisible, sin rumbo, ni dirección predeterminados.

No interesan ahora las causas de sus problemas, su relación con su difunto padre lejano y severo. Ni su excesiva dependencia de su frágil madre… Basta decir, que Roberto comprendió el origen psicológico de su malestar, y este despertó su necesidad de poner claridad en su mundo interno. Se hizo más abierto y comunicativo, aumentando su deseo de crecer.
Pero estos cambios no fueron suficientes, aquella vieja aprensión que entonces vivía conteniéndose, ocultándola a los ojos de los demás, ahora se destapaba sola y la verdad es que proporcionaba cierta liberación, sentida en el cuerpo… pero por otro lado, lo incapacitaba en otros ambitos de su vida. Era cuestión de tiempo? Cual debería ser el siguiente paso?
Nos llevo un tiempo descubrir que este modo de vida radicalmente emocional era sostenido por la firme creencia de que lo mejor que podía hacer con su vida… era seguir sus sentimientos… Las palabras exactas eran.. esto significa ser autentico, fiel a si mismo y tambien a los demas... Lo que respeta al proceso, de pronto me sorprendia al atribuirlo en parte, como consecuencia de la terapia, mejor dicho, de una primera parte de la terapia.
Esta creencia del inducida por el terapeuta, habia permitido el arranque del proceso, pero que ahora era un gran estorbo para su desarrollo personal, tanto en el contexto de sus relaciones, como en los sentimientos hacia si mismo. Un símil que surgió en esta etapa… es como cuando cambias de coche, y descubres que el nuevo tiene dos velocidades mas, para las largas distancias… y sigues empleando solo hasta la cuarta del viejo vehiculo, y nunca llegas a donde quieres te agotas antes y te quedas en el camino...
Esta revelación supuso una nueva toma de conciencia… Y la consideración de una creencia nuclear que lo mantenía “esclavo” de sus propias emociones.


En la Psicosintesis, el propio Ferrucci podría argumentar dicha creencia ante el sabio y viejo Assagioli:
“¿No se daba por supuesto que debemos atender mas a nuestros sentimientos, machacados tan brutalmente por nuestra sociedad, incrementado el malestar psicológico que nos rodea? Seguro que deberíamos darnos de lleno a las demandas naturales de nuestra vida emocional. Ese es mi credo…
Y allí estaba aquel anciano diciéndome – Pero tú no debes seguir a tus sentimientos. Tus sentimientos deben seguirte –
Como sonaba de autoritario y de raro. Esta afirmación despertó mi curiosidad, quizá por lo desarmado que me había dejado. ”

Ha habido y sigue habiendo en psicología muchas voces, especialmente dentro de las escuelas humanistas que pudieran apuntarse a esta misma opinión mantenida en un principio por Ferruci ante su maestro. Pues acaso no son los sentimientos ; como el mismo dice; ingredientes necesarios en la vida de cada uno, fuente de placer, facilitadores de la comunicación, dan energía y color a todo lo que hacemos, vitalizan ideas y reflejan intuiciones…
Así los sentimientos para no pocos terapeutas de la psicoterapia de la Gestalt, y con cierta razón! Se convierten en una especie de oráculos, en los que hay que confiar de manera indiscriminada. Oh! la mente, los pensamientos… y hasta el psicoanálisis…están de más. Y en cualquier caso, los pensamientos pueden valernos si están al servicio de la emoción, de los sentimientos… Así de contradictorio puede resultar, casi todos podemos reconocer, el mundo de los sentimientos, no se puede menospreciar ni reprimir, ya que originariamente los conflictos y las neurosis se engendran en este universo emocional.
Pero si seguimos nuestras emociones de modo incondicional, puede ocurrirnos lo que ha Roberto… sentirse invadido por las emociones de los demás, distorsionar nuestra percepción del mundo dependiendo de las gafas que nos pongamos, causarnos por tanto malestar, confusión, ansiedad, depresión… De pronto, somos demasiado vulnerables, sensibles, empujándonos en regresión a nuestro pasado y anclándonos de modo perpetuo allí…

No parece entonces necesario, considerar por un lado, que seria terapéuticamente coherente facilitar en una primera fase la liberación de la tensión y represión emocional anclada en el cuerpo y en las condicionantes sensaciones energéticas que recuerdan bloqueos a nivel de sistema nervioso autónomo. Para luego, permitir el cambio de foco, es decir, la capacidad para centrar la atención y la puesta en marcha de las energías de la voluntad. Sin estas cualidades, pienso que una persona deprimida, puede convertirse en un depresivo, malogrando su vida durante años, a pesar de los psicofármacos… Desde la psicosintesis se hace necesario echar mano de todo nuestro potencial como seres humanos. Sabemos que la atención alimenta… y puede volver un pensamiento en una obsesión, una emoción parasita en una dictadura caprichosa… Apartar la atención de estos procesos genera un importante ahorro de energía psíquica.
Como ya describió Keyserling; “Podemos acentuar en nosotros absolutamente todo lo que existe. Cuando acentuamos algo hacemos que sea un elemento dominante y, a largo plazo, transforma a todos los demás elementos de acuerdo con su propio carácter...”

Sin palabras grandilocuentes, hemos aprendido que la vida es una sucesión de estados, de cambios permanentes, donde estos se dan de modo natural y espontáneamente en cada existencia. Observa los cambios de atención que le has ido dando a tu vida, y los que un día como hoy, has hecho. Tal vez, caminabas y un cartel llamo tu atención, entonces perdió interés y te fijaste en que detrás estaba la peluquería…. Estos cambios bien pueden ser conscientes e intencionados como los sugeridos en terapia u ocurrir cotidianamente como sustituciones semiconscientes.

Antes de despedirme, doy gracias a Roberto (no es su nombre real) por permitirme tomarlo como ejemplo para ilustrar el papel que rigen los sentimientos y emociones, así como lo que para el significo el encuentro con su verdadera voluntad y el desarrollo de la concentración, que permitió abrir una puerta a nuevas y sobresalientes posibilidades, que ni el mismo imaginaba…

Como alguien se habrá dado cuenta, Assaglioli no dio toda la respuesta o si? Si los sentimientos deben seguirte, quien es el que avanza? Cual es tu credo? Que es entonces lo que ha de dirigir la vida de una persona?
To be continued…


14 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante caso, con un desarrollo muy clarificador acercar de cómo dejarse llevar por los sentimientos para alguien que los ha estado reprimiendo puede situar al sujeto en una tormenta que no sepa manejar, dado que involucra a todos los que le rodean y puede ser fuente de conflicto. Al menos así lo he entendido yo. Pero hay una cosa con la que discrepo, pero que quizá sea debido a la falta de espacio del autor del informe, y es que las causas de trastorno no importan. Para mí las causas son la clave, y necesarias para poder efectuar una terapia acorde al caso individual. Eso si hay un corpus teórico que establezca una relación entre unos hechos causales y una situación presente, y luego una metodología para reconducir esa situación. Es por eso por lo que la gestalt, al incidir tanto en el aquí y ahora, me incomoda un tanto, por dejar temerariamente las causas del pasado en un segundo plano. Es muy necesario ser consciente de lo que sentimos en el presente, pero, sin un trasfondo que ligue todas esas emociones y sentimientos con la experiencia vital de la persona, esa descompresión emocional me parece que lleva a un torbellino de sensaciones sin sentido alguno. Siempre encontraremos gestaltistas que nieguen esto, pero el lema mismo de esa doctrina, el aquí y ahora, evidencia un cierto menosprecio de la importancia de la vida anterior de la persona, quizá para contrarrestrar doctrinas previas que cojeaban del otro extremo.
Pero bueno, yo sólo soy un aficionado de todos estos asuntos. Y la ignorancia es atrevida, como bien dicen.

Angel eneateatrero

juan carlos miguez poza dijo...

Hey Angel... No sabes como me alegran a mi el dia las discrepacias especialmente si bien de un cientifico internacional como es el caso. Y es que si no hay discrepacias, desacuerdos, diversidad de opinion... como se va a crecer?. Es lo que alimenta el interes, la motivacion, la busqueda de respuestas...
Bien, ahora te dire lo que quizas no esperes... estoy de acuerdo contigo...jeje... en la importancia de las causas, sin duda. Por otro lado el hecho de que el lema de una terapia sea este o aquel, puede no ser mas que una especie de slogan, habra que ver que despierta en cada uno. Para el fundador de la psicoterapia Gestalt, Friedrich Salomon Perls, uno de los objetivos de esta, es vivir el aqui y el ahora. Sabiendo que para ello era necesario liberarse del pasado, lo que le llevo a desarrollar distintas tecnicas con ese fin.
Un posible ejemplo de no se muy bien cual tiempo, le llevo a escaparse por la costa oeste americana a sus sesenta y tantos con una veinteañera que ademas, era paciente, abandonando el instituto, su matrimonio...
Cuando le dio el bajon, de hormonas naturales y artificiales tipicas de la epoca del hippismo...volvio a casa... Vivio el presente? Te atreves?
Siempre un placer leerte
un abrazo

Antonio Muñoz Carrión dijo...

Tal y como aprendí en mi propia experiencia, inducido por Halbwachs, todo lo anteriormente vivido no es más que una reconstrucción que cada cual hace desde el presente. Será el momento vivido en cada momento en donde quizás encuentres los principios que han servido para seleccionar y construir un relato de "lo que pasó". Todo lo vivido en el pasado se redefine y jerarquiza desde el presente, que es el sitio desde donde lo rememoro. Ahí, al menos yo, y creo que otros muchos, cuando reconstruyo mi memoria, lo que estoy haciendo es unir aquello que hubo y que quizás entonces no tuvo imnportancia con el desenlace que he podido apreciar bien cerca, en mi piel. Es decir con el hoy vivenciado. Así me desplazo de unos orígenes a otros otorgándoles el estatus de fundamentales cuando lo único que en el fondo estoy haciendo es seleccionar los más adecuados para explicarme lo que me ocurre ahora. Y es ahora únicamente cuando sé lo que ha llegado a ser relevante, pero que entonces no lo fue; ni me imaginaba que un indicio insignificante encontes, iba a convertirse finalmente en la clave que explica ahora todo. Yo me siento algo atrapado en mi presente a la hora de contarte mi pasado pero mi presente me atenaza de manera incomprensible mediante una sobrevaloración histriónica de lo que me pasa y no logro trazar hilos conductores entre todas esas subidas vivenciales tan excitantes, mal veo yo poder hacer nada, en ese viaje retrospectivo. Además hay consenso social asmir el "que me quiten lo bailao". No tengo ni idea de psicoanálisis pero sí que me gustó en alguna ocasión algo parecido al "diario intensivo" de Ira Progoff, sujeto ingenioso, lo que pasa es que además de escrito, yo lo he hecho con la fotografía intensiva (este concepto me lo estoy inventando), dejando chinitas y más chinitas, y no miguitas, peligrosas miguitas comestibles cuando hay hambre, como en el cuento...
Antonio

juan carlos miguez dijo...

Es verdad Antonio, es muy valioso lo que aportas en relacion al pasado y la memoria.... algo que los filosofos apuntaban...los poetas esgrimian en afilados versos... y los chamanes acechaban... Hoy la ciencia trata de demostrar mediante la psiconeurologia, que las redes neuronales se restablecen una y otra vez, creando nuevos enlaces entre ellas cuando se recuerda... Entonces, que ocurre en realidad, es el pasado una invencion del presente? Son miguitas o chinitas lo que nos llevamos... La memoria se nos antoja caprichosa y subjetiva, pero no es acaso esta subjetividad lo que interesa con el fin de comprendernos y comprenderse? Si algo tiene valor hoy, como puede no estar relacionado con el ayer...y tal vez con el mañana verdad? Dicho de otro modo, no es esta reconstrucion, una nueva oportunidad de desentrañar un viejo y a la vez nuevo patron. El tomar conciencia nos brinda una mayor libertad para la eleccion y para una mas sabia desde dentro de nosotros aparece entonces el hilo de ariadna... no es esto lo que trataba Ira Progoff.
Tu compañero de viaje

Anónimo dijo...

Por supuesto que el pasado se recrea continuamente en el presente, y por tanto al rememorarlo puede ser cambiante. Es más, puede entenderse que el pasado no existe sin su re-creacion en el presente. Pero la forma de acceder desde la memoria a nuestras experiencias pasadas está muy condicionada por cómo fueron registradas en su momento. Y sobre todo por los esquemas cognitivos en que se realizaron. La escuela de la teoría del apego de Bowlby, de la que soy un admirador, habla de sistemas operativos conductuales, aprendidos desde el comienzo de nuestra vida, y que condicionan, modulan, tanto nuestra forma de comportarnos en el presente como nuestra manera de rememorar y entender nuestra vida pasada. Y están tan profundamente enraizados en nosotros que es muy complicado cambiarlos, y de ahí, entiendo yo, la penosa, ardua y difícil experiencia de cambiar de forma de pensar y de vivir la vida. Pero por eso mismo pienso que el saber cómo fueron grabados esos sistemas cognitivos en nosotros nos sirve de mucha ayuda en ese cambio. Entender nuestro pasado, o mejor dicho, cómo revivimos nuestro pasado en el presente, es la clave. O al menos, es una de las claves que a mí me están sirviendo para avanzar en mi proceso de cambio hacia una existencia más gratificante.

Angel, vuestro compañero de viaje

Antonio Muñoz Carrión dijo...

Qué sorpresa me causa lo que dices Angel. Lo que pasa es que hay un par de cosas que quería comentaros para ver cómo lo veis. A veces me he encontrado con gente machacada, me refiero, por ejemplo a alguien que ha picado túneles durante años y apenas puede respirar por silicosis y me los he llevado a los propios túneles, nos hemos metido y lo que me han contado allí. Una historia rica en detalles y emociones en el propio lugar (Juan Carlos son los túneles de la línea Zamora Vigo, a su paso por Toro, al norte de Verín, tú los conoces seguro) y no he apreciado más que resignación e ilusión, no resentimiento, a pesar de realizar un análisis demoledor de por qué había llegado a su triste situación. Incluso he filmado las historias de vida y no puedo decir que haya otra cosa que eso que llaman resilencia. El haber podido criar bien a dos hijos y tres hijas, tener nietos y todo eso de siempre (el sentirse querido, que decía Claudia) hace que el presente desdibuje la mala leche latente y la disuelva. Y se aborde desde lugares novedosos y jamás previsibles en un momento anterior. A veces he notado que el saber cómo fueron grabadas las experiencias mas duritas no sé si está en relación directa con la posibilidad de “preparar” un cambio para zafarse de ellas o resituarlas. Tengo la absoluta convicción de que una cosa es conocer las reglas, por ejemplo, de tus propias formas de responder y de vivir las cosas y otra es aplicarlas. Casi estoy convencido de que ese saber acerca de qué paso, no conduce fácilmente a implantar nuevas estrategias adecuadas al presente para responder a lo que se viene encima. A veces bloquea algo, crea justificaciones, como los que viven de quejarse porque les pasó algo alguna vez y quedan atascados ahí. La buena marcha, por otra parte, en estos últimos años hace a la gente prepararse para el desapego en cinco minutos y que no quede huella. Me ha parecido significativo a este respecto lo que dice Z. Bauman en su libro “Amor líquido”. (sigue)

Antonio Muñoz Carrión dijo...

Bauman, con lo de líquido se refiere a relaciones intensas, pero nada sólidas y preparadas en su propia esencia para deshacerse sin dejarte por los suelos. Desapegos que se quitan con nuevos apegos. Eso ya lo he oído desde hace tiempo, lo de que las manchas de una mora con otra verse que quitan o algo así. ¡Menuda es la tradición!...Más bien creo que el secreto debe andar por lo “micro” e “informal” que cocemos en el presente. Si ganas ahí, a lo mejor se te premia con un gran cambio que sobreviene dulcemente en el medio plazo. Pequeñas estrategias, repetidas, imaginación para ilusiones humildes, novedosas, formas nuevas de experimentar, desconocidas hasta ese momento…pero con mucha experimentación y claro, gratificación, te van llevando a relativizar tu propia biografía y a quitarte el lastre sin dejar una huella de esas que no te deja avanzar. Lo he visto en otros, en personas que hablan de una monstruosidad vivida en su piel como si hablaran de otro. Me encanta eso. Cuando la gente se zafa de lo que la aprisiona. Y además, no suelen saber por qué. Vamos, que saben vivir la vida, una nueva y desconcertante vida bien asmida, pero son incapaces de formularte las reglas que han seguido. Y algunos ni tienen un psicólogo detrás. Debe ser intuición y creatividad personal. Y salir de aquello que te apega exige una redefinición completa de tu relación con el mundo que me parece casi imposible. Si sales de los esquemas generados en el momento de apegos anteriores puedes quedarte en vacío. Si te quedas, es sabido que en poco tiempo acabas, casi sin solución, metido en uno de esos vínculos legitimados por la autoridad creída más que demostrada de su origen, que no andan solitarios sino de la mano de otros contradictorios respecto a ellos y lo que era una vida normalita se te presenta cada día como un montón de opciones llenas de paradojas, como lo llaman mis amados de Palo Alto, dobles vínculos, en donde hagas lo que hagas, siempre cobras. Yo miraría en el apego cuál es el “contra-apego”, aunque no exista este concepto y seguramente se comprobará cómo la huída hacia delante de ese lío es más fácil. ¡Qué ilusión me hace hablar con vosotros!

juan carlos miguez poza dijo...

y como hablas mi querido Antonio... yo te puedo dejar mi consulta para irme de vacaciones... Solo se me ocurre decirte; fantastico profesor... La objeccion esta en esa frase del final... creo que la huida hacia delante es una huida a fin de cuentas, si huyes siempre no te encuentras...se a donde apuntan tus palabras... tal vez, la palabra mas acertada sea otra, y aqui hay que inventar el lenguaje para describir ese proceso que comentas... Es en buena medida resilencia a lo que te refieres, y si este concepto es bien conocido en psicologia... pero al mismo tiempo dificil de mostrar, de saber realmente en que consiste, aunque se sepa por sus consecuencias...
Que te hace resilente?...
Pienso que la toma de conciencia, el conocerte, es el primer paso para la transformacion... Quizas la clave este en no negar lo ocurrido, lo que es, aceptar con las tripas y el corazon. Algo tantas veces dicho... para mi es un no negar la culpa, la rabia, el odio... sino reconcerse ahi, en medio del huracan como parte del personaje que encarnas y construir con estas fuerzas, crear algo nuevo, pues es energia moviendose por las venas...
Un placer compañeros

Antonio Muñoz Carrión dijo...

Claro Juan Carlos. Cómo me ha gustado lo que dices. Estoy muy de acuerdo. Y aún te diría más. Pero la huída hacia adelante ha sido una mala expresión. En realidad debería decir "dar un paso hacia adelante", con un referente, el del dolor recolocado, redefinido, aislado para en un zig zag cambiar de ritmo, de tono y reestructurar nuevas respuestas a la existencia en otro registro, con otra tensión de otro género, de manera que se forme un abismo entre lo que fue y se sabe y lo que se hace. Claro que hay que tener capacidad de inventar lenguajes, de hacerlo de manera que uno mismo pueda valérselas y hacerse entender, hay que tener cómplices, y que éstos sean superiores en las gratificaciones que nos dan los otros a los que más que hablar no hacen otra cosa que ser hablados. Es complicado y supone casi construir un nuevo estilo de vida con otros ingredientes. Muchas ganas hay que tener. No me gusta usar conceptos que no sean de uso común si no es necesario, o al menos del mundo de la antropología o de la fotografía que son los sitios en donde me siento mejor, pero aquí usaría un, para mi, raro y casi esotérico concepto que me pareció leérselo a Laing hace mucho y que es 'metanoia'. Yo, que he criticado tanto las metanoias, cada día más frecuentes, por desencadenar tantas veces "estafas vitales" en los demás más próximos que construyen el tejido cotidiano, ahora me lo estoy pensando. Y me están dando ganas de empezar a declamar con más frecuencia desde el "Gran Teatro del Mundo" un: "No soy quien tú pìensas". Quizás con un "ya". O sea: "No soy ya quien tú piensas".
En Madrid estamos ya de puente, no te creas... Como dicen que me gustan las fiestas, mañana es el Corpus Christi, un Jueves universal. ¡Qué belleza! y ¡Qué acorde con este mundo global en el que vivimos. Y me gusta más la idea de Universal que la de Global.

Namar dijo...

y un buen dia para declamar tu metanoia al mundo universalizado y no solo por el cuerpo de Cristo, que es de por si un simbolico dia para la conversion... tambien por lo que te imagino capaz de hacer...
recien levantado por la mañana, encarnandote desde lo profundo, registrando el tono, buscando el gesto, tomando la palabra... y un momento de espera, tomas aire, retienes unos segundos antes de expulsar... NO SOY YA, QUIEN TU PIENSAS...y dejar que vengan las imagenes, las relaciones... una vez mas... reiterandote con mas impetu y conviccion si cabe, silenciando asi otras voces... vibrando en el pecho, vibrando en el vientre...
Que buen ejercicio para el emocional...Se puede recomendar... Estamos creando Antonio...
A pesar de que aqui se trabaja mañana...

Antonio Muñoz Carrión dijo...

¡Qué bueno tu comentario! Tiene una fuerza y un sarcasmo envidiable. Ya sabía que no te lo ibas a creer, pero uno lo intenta... En el fondo, no pienses que yo me lo creo. Estas dudas son las que están detrás del hecho de haberte conocido.
Ya sabía que no era puente en tu tierra porque nuestra comunidad respeta el calendario católico y la vuestra no. Y la Iglesia es la misma, qué raro!. Estoy invitado el sábado al Corpus en uno de mis pueblo gallegos predilectos, Xunqueira de Ambia, para ayudarles a hacer una alfombra de flores toda la noche, fijate, Juan Carlos, flores recogidas durante mucho tiempo algunas, y preparadas con diseños en el suelo de las calles para que se usen, no un minuto, un segundo: el tiempo que son atravesadas por el sacerdote que porta el Santísimo. Luego, todo el trabajo ya no vale para nada. ¿Te lo crees? (es casi como en Puenteareas). No te lo crees. Puedes creerlo. Es una de las cosas mejores que les pasa a quienes hacen algo para que se lo deshagan irremediablemente todos los que van en la procesión que, además, no han trabajado nada en la alfombra. Los gallegos son tremendos. Son capaces de empezar a contar los días que faltan, una vez celebrado algo, hasta la siguiente celebración, un año después. Contar hacia atrás. Saben esperar. Como si todo el año fuera un compás de espera para lo importante, que sucede escenográficamente "en un decir Jesús": el paso sobre la alfombra de flores. Pero ¿qué nutre más a qué? La vida a la alfombra de flores o las flores a la vida?

juan carlos miguez poza dijo...

El arte efimero...recuerda lo que es la vida de un hombre en el devenir del cosmos... El gallego es ritualista, trabaja para poder celebrar...
No es sarcasmo, sino la percepcion de un paso hacia delante puede resultar una huida si uno no cree que sirva a su cometido y desconoce porque y sobre todo para que lo hace, entonces eso que se ansia, se escapa, es una sombra escurridiza, uno avanza pero no sabe muy bien hacia donde. Y se dice lo importante es avanzar, y esto es lo que se y comparto, porque tiene sentido para mi. O quizas pueda decirse mas taxativamente... cuando avanzo encuentro el sentido, el cometido, hago el movimiento y este me lleva a un lugar nuevo, no siempre elegido pero me permite continuar... y al parafrasear tu cuestionamiento ¿qué nutre más a qué? El teatro a los personajes o los personajes al teatro de la vida? me encuentro con una verdad completa reciproca al menos en potencia...
Me viene ahora el caso comentado y todos los mensajes escritos y creo que esta frase final tuya define de modo brillante el proceso que he querido mostrar... ver, tomar y luego ir mas alla de las causas, de las circunstancias, de las actitudes o creencias limitantes por el dolor... y llegar a este dar y recibir de un modo tan creativo e interno, que se abran posibilidades infinitas...

Angel Ramos dijo...

Cuántas ideas! Me recuerda a esas imágenes de redes que emergen del mar con un hervidero de peces agitándose y haciendo espumear el agua. Lo primero que quiero es agradecer a Antonio la mención a Bauman. Ayer estuve por la Feria del Libro de Madrid y tropecé con su obra "Amor líquido", que tras ojearla compré. Más tarde lo vi por un montón de sitios y es que ahora está de moda por haber sido premiado este año con el Príncipe de Asturias de Humanidades. Anoche lo empecé y estoy entusiasmado con él. Ya os contaré mis impresiones.
Y luego tantas cosas que apuntáis. Sobre la resiliencia tengo muchas ganas de leer algo, he oído sobre ella, sobre cómo fomentarla y sobre lo enigmática que es cuando aparece en personas cuyo experiencia vital fue tan catastrófica que uno no se explica cómo han podido después desarrollar satisfactoriamente su vida. Me pregunto si esos casos no serán como los del sueño americano, que por supuesto que hay gente que ha conseguido desde la nada llegar a lo más alto, pero ¿cuántos son respecto a la inmensidad de los que se quedan abajo? En la vida, y sobre todo en la vida humana, siempre podremos encontrar el caso más extraordinario. Sin embargo, estoy convencido de que una puta infancia te da muchas papeletas para que luego tu vida adulta no sea muy florida y agradable. Lo que apuntabas Antonio del minero aquel que entrevistaste y al que percibías en paz y satisfecho de su vida, no puedo negarlo, pero aquí tenemos también un recorrido vital que en ocasiones se reduce tanto que otra posible existencia no tiene cabida ni en la imaginación. Como la vida de las mujeres de hace unas pocas generaciones, que muchas habiéndose casado y criado unos hijos se sentían satisfechas y realizadas, y a las que, por ejemplo, un poco de agresividad por parte del marido les parecía normal y parte de la vida. Paradójicamente las numerosas opciones y posibilidades que nos brinda la sociedad moderna, nos proporciona mayor libertad y a la vez mayor angustia. La existencia de los pueblos de hace cien años estaba bien reglada y probablemente las personas llevaban una vida más dura pero más satisfactoria, más en paz consigo mismos. El miedo a la libertad del que hablaba Fromm, ese vértigo que nos da la libertad y nos hace enfrentarnos con el vacío interior que muchas veces habita en nosotros. Enlazando de nuevo con el riesgo de abrir mundos emocionales sin un equipamiento apropiado. Y muchas más cosas que enlazan con esto, como ese retorno mítico que se halla implícito en muchas festividades, bien descrito por Eliade, como la de la alfombra de flores de ese pueblo gallego, y que nos sujetan a la vida, que hacen que no perdamos el rumbo y tengamos un sentido de la existencia, de la circularidad, de un eterno renacer. Detestamos la rutina, pero sería enloquecedor un mundo sin acontecimientos repetidos, sin hitos que nos señalen el camino del tiempo. Nos aferramos a esos pequeños momentos, como el de la comida a una hora, los cumpleaños, las celebraciones de cambio estacional. Y yo supongo que tras el Corpus, aun siendo una festividad católica, hay algo de todo esto. Por cierto que ese ritual floral, su elaboración para ser destruida en un amén por los pasos procesionales, me ha recordado a un ritual muy semejante del budismo tibetano. Hay una celebración en la que durante varios días muchos monjes elaboran un gran mosaico en forma de mandala con finas arenas de colores, muy delicado, y finalmente en presencia del Dalai Lama y tras unas plegarias y cánticos, se destruye mezclando todas las arenas coloreadas en un montón informe. La vida es paso, un continuo ciclo de creación y destrucción, y quizá nuestros antepasados tenían una noción más cabal de ella que nosotros ahora, porque lo efímero de la vida lo ritualizaban y aceptaban, y ahora es un continuo dejar pasar y sustituir lo gastado por lo nuevo, sin fin y sin sentido. Por lo poco que leí anoche creo que es algo de esto de lo que habla Bauman en sus libros.
Compañeros, amigos, encantado de intercambiar estas impresiones con vosotros.

Antonio Muñoz Carrión dijo...

Viernes 16,30H. llevo dos días sacando cosas de mi casa. Metiéndolas en cocina, terrazas... Todo caótico, ya no es mi casa. Está vacía y sólo veo las marcas de las estanterías, de las patas del sofá, sobre el parquet. Hago la maleta y me iré de aquí una semana. Os escribo sentado en el suelo, con mi portátil sobre una silla. Como una especie rara de emigrante temporal busco cobijo para esta semana y creo que lo tengo. Mi saco, el portatil, mi cámara, un cuaderno de notas, el teléfono...Pero ya pienso ilusionado en los calcetines especiales, como los que usaba en el teatro qaue voy a comparme para andar por el parquet recién lijado y barnizado. Un parquet sin arañazos, sin manchas de patata frita pisada en fiesta de cumpleaños... Van a lijarle entre uno y dos milímetros. Tendré más volumen en las habitaciones, más aire y, sobre todo, no habrá marcas por el suelo. Empezaré a realizarr otras nuevas, muy tenues y delicadas, cuando vuelva.