Ahi van unos parrafos y bibliografia para profundizar en lo apuntado:
Y no sólo existe el tirano machista o el adolescente usurpando el trono, sino que en lo femenino hay que estar atentos a la energía viuda negra en mortal pelea con los hombres, a la seductora sirena, o a la emotividad desbordante de las que no saben decir no a lo masculino. Cada experiencia nos enriquece y tiene que ser integrada en nuestro sistema sin autocastigo, como si de un arte de vivir se tratara, aprendiendo de cada experiencia y sacando las lecciones necesarias para el futuro...
Si el joven no se separa de su madre para caminar en pos de su padre (desarrollar la personalidad), será imposible que se identifique con el poder masculino. Después de la mayoría de edad el hijo tiene que alejarse de la madre si quiere crecer. Tiene que ser hombre, renunciar a lo femenino interno, y esperar que llegue a través de la relación con otra mujer (distinta de la madre), estableciendo un vínculo intenso y quizás duradero de pareja. En este encuentro (a veces encontronazo), el hombre entrega su fuerza masculina y la mujer la femenina, que deben estar recargadas y potentes por el vínculo del hombre con los hombres y de la mujer con las mujeres. Por eso hay que encontrar espacios donde los hombres compartan entre sí con el corazón abierto y sintiéndose apoyados por otros hombres, lo que eleva la frecuencia masculina en todos los participantes...
Y ¿qué cualidades disfrutan cada una de las polaridades? Lo masculino tiene que ver con la serenidad, el propósito, la perseverancia, la voluntad y la disciplina, la sobriedad emocional, el valor, la racionalidad, la capacidad de decisión y de poner límites, la sexualidad y el poder personal,. Lo femenino se irradia desde el sentimiento, la capacidad de entrega y disolución en el amor, la creatividad, la sensibilidad, los afectos, la intuición, el perdón, la ternura y la generosidad. El equilibrio de polaridades en ambos sexos da como fruto hombres y mujeres más íntegras y capaces de vivir plenamente las oportunidades que les presenta la vida, además de materializar sus propios sueños. Todas las cualidades descritas están disponibles en cada momento, de uno y otro lado, para el hombre y la mujer que han integrado su complemento. Y esto no es tan fácil hoy en día en que los más puros machos tienen cuerpo de mujer y los hombretones se deshacen por los caminos de la dependencia materna. El resultado es una verdadera enfermedad social, debido al desequilibrio de polos. Y a su lado no faltan mujeres hipersensibles, que no saben decir no, llenas de culpabilidad y con muy baja autoestima, llorosas, llenas de miedo y dependientes, que se dejan avasallar por lo masculino y que incluso sufren de malos tratos sin tener nunca fuerzas suficientes para acabar con esta situación. Creando relaciones complicadas con sus hijos, con su pareja, con la vida misma. En el otro extremo están los adolescentes inmaduros y caprichosos, desconectados de sus emociones, duros, ultra racionales, que se vuelven fanáticos de sus creencias o agresivos con las que creen ser sus verdades, llenos de pasión por el éxito y siempre cabreados por no alcanzar el puesto número uno.
Unas se congelan en sus miedos, su culpa, su tristeza y sus sensaciones de rechazo. Y otros se queman en sus ataques de cólera, acumulan rencor en sus articulaciones, explotan de celos, y viven como verdaderos avaros la relación con lo que consideran sus posesiones materiales o humanas. Sin olvidar las matanzas de género que se siguen reproduciendo en nuestros días, y que aún alcanzan límites alucinantes en Sudamérica, en los países de la antigua Rusia, y no digamos nada en algunas repúblicas o monarquías árabes. Los malos tratos, las violaciones, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, son el pan de cada día en las tres cuartas partes del mundo.
(Emilio Fiel. Curso de masculinidad. "Eres mi Diosa")
Yo creo que los hombres comunicamos más entre los hombres en
función de una imagen que en función de un personaje. Esto se construye de
pequeños, cuando la energía salvaje, como dice Wilde, silvestre, empieza a ser
adaptada al nuevo tipo de vida; así como para gustar a su mamá, a papá, al
maestro, al amigo. Es importante toda esa etapa de la infancia de los cinco
años, el periodo edípico, los años en que el chico se socializa en la escuela.
Es una edad terrible porque lo que quiere el chico es jugar, tener libertad. Yo
recuerdo que lo que ansiaba era, llegar a casa, hacer las tareas e irme a la
calle a correr, no tengo buenos recuerdos de aquel momento. Hay un momento en
que empiezas a cortar esa energía, yo mismo, empecé a adaptarme para no tener
problemas de conducta en la escuela, con mis padres, para que no me castigaran
y ahí empezamos todos a olvidar quiénes somos. De adultos nos cuesta mucho llegar
a esos registros que quedan grabados en alguna parte de la memoria y del
cuerpo, y a esas memorias no llegamos sólo hablando, necesitamos hacer algún
ritual, algún ejercicio de movilización emocional para que aparezcan memorias
que están muy acorazadas. Por eso en los grupos de hombres se habla, pero
también hay movimientos, situaciones, rituales, hay movilización.
El hombre no tiene ejemplos masculinos a seguir, ni mentores que le
enseñen el camino a recorrer. Se siente lleno de agresividad, con miedos
indignos de lo que hasta el momento ha creído que debía sentir como hombre. A
él no se le pide que ‘esté bueno y disponible’ como a la mujer, sino que sea el
jefe, que tenga éxito, que disfrute (o sufra) de un trabajo bien remunerado y
una casa-coche muy grande y aparente. Al hombre actual no le interesa nada el
machismo ni la autoridad, pero se siente culpable de lo que siente, de sus
obsesiones sexuales, de su egoísmo, de su rencor, de sus envidias, y ni siquiera
se atreve a hablar con sus amigos de la situación en que se encuentra, del
dolor que siente, o de las angustias reprimidas durante años. No sabe
elegir entre la responsabilidad en el trabajo y la necesidad de descanso y
dedicación a la vida familiar; entre la lucha a lo yanqui por ser el mejor y la
ayuda desinteresada y solidaria hacia quien la necesite; entre la amistad
y las presiones monetarias en caso de conflicto…
Antiguamente existía el arquetipo del líder comprensivo, amante de su pueblo,
inteligente y fuerte para defenderlo y sacarlo con valor de las dificultades de
la vida. Compasivo, justo y generoso, ejerciendo su autoridad con mesura y para
el bien del conjunto. Hoy necesitamos de nuevo recuperar esa perspectiva, en
vez de asumir sin vergüenza que el poder corrompe necesariamente a quien lo
utiliza. Más que nunca necesitamos... al guerrero con corazón, amante de la Tierra y en
contacto permanente con el espíritu.Y no sólo existe el tirano machista o el adolescente usurpando el trono, sino que en lo femenino hay que estar atentos a la energía viuda negra en mortal pelea con los hombres, a la seductora sirena, o a la emotividad desbordante de las que no saben decir no a lo masculino. Cada experiencia nos enriquece y tiene que ser integrada en nuestro sistema sin autocastigo, como si de un arte de vivir se tratara, aprendiendo de cada experiencia y sacando las lecciones necesarias para el futuro...
Si el joven no se separa de su madre para caminar en pos de su padre (desarrollar la personalidad), será imposible que se identifique con el poder masculino. Después de la mayoría de edad el hijo tiene que alejarse de la madre si quiere crecer. Tiene que ser hombre, renunciar a lo femenino interno, y esperar que llegue a través de la relación con otra mujer (distinta de la madre), estableciendo un vínculo intenso y quizás duradero de pareja. En este encuentro (a veces encontronazo), el hombre entrega su fuerza masculina y la mujer la femenina, que deben estar recargadas y potentes por el vínculo del hombre con los hombres y de la mujer con las mujeres. Por eso hay que encontrar espacios donde los hombres compartan entre sí con el corazón abierto y sintiéndose apoyados por otros hombres, lo que eleva la frecuencia masculina en todos los participantes...
Y ¿qué cualidades disfrutan cada una de las polaridades? Lo masculino tiene que ver con la serenidad, el propósito, la perseverancia, la voluntad y la disciplina, la sobriedad emocional, el valor, la racionalidad, la capacidad de decisión y de poner límites, la sexualidad y el poder personal,. Lo femenino se irradia desde el sentimiento, la capacidad de entrega y disolución en el amor, la creatividad, la sensibilidad, los afectos, la intuición, el perdón, la ternura y la generosidad. El equilibrio de polaridades en ambos sexos da como fruto hombres y mujeres más íntegras y capaces de vivir plenamente las oportunidades que les presenta la vida, además de materializar sus propios sueños. Todas las cualidades descritas están disponibles en cada momento, de uno y otro lado, para el hombre y la mujer que han integrado su complemento. Y esto no es tan fácil hoy en día en que los más puros machos tienen cuerpo de mujer y los hombretones se deshacen por los caminos de la dependencia materna. El resultado es una verdadera enfermedad social, debido al desequilibrio de polos. Y a su lado no faltan mujeres hipersensibles, que no saben decir no, llenas de culpabilidad y con muy baja autoestima, llorosas, llenas de miedo y dependientes, que se dejan avasallar por lo masculino y que incluso sufren de malos tratos sin tener nunca fuerzas suficientes para acabar con esta situación. Creando relaciones complicadas con sus hijos, con su pareja, con la vida misma. En el otro extremo están los adolescentes inmaduros y caprichosos, desconectados de sus emociones, duros, ultra racionales, que se vuelven fanáticos de sus creencias o agresivos con las que creen ser sus verdades, llenos de pasión por el éxito y siempre cabreados por no alcanzar el puesto número uno.
Unas se congelan en sus miedos, su culpa, su tristeza y sus sensaciones de rechazo. Y otros se queman en sus ataques de cólera, acumulan rencor en sus articulaciones, explotan de celos, y viven como verdaderos avaros la relación con lo que consideran sus posesiones materiales o humanas. Sin olvidar las matanzas de género que se siguen reproduciendo en nuestros días, y que aún alcanzan límites alucinantes en Sudamérica, en los países de la antigua Rusia, y no digamos nada en algunas repúblicas o monarquías árabes. Los malos tratos, las violaciones, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, son el pan de cada día en las tres cuartas partes del mundo.
(Emilio Fiel. Curso de masculinidad. "Eres mi Diosa")
KREIMER: El hombre esta condicionado por el hacer. Es como
si tuviera que encontrar su identidad en el hacer. En cambio, antes, muchas
mujeres encontraban su identidad simplemente consiguiendo un buen marido,
teniendo hijos, siendo buenas madres. A una mujer, el hecho de poder concebir
le da cierta identidad. Los hombres como no podemos concebir tenemos que hacer
y poseer para tener identidad. Esto es muy duro decirlo así, pero...
Estamos cayendo en la trampa. Muchas mujeres se sienten
muy realizadas porque tienen éxito en el mundo de los hombres y lo que veo ahí
es que han tomado lo peor del sistema masculino. Porque son gerentes de
empresa, porque ganan mucho dinero y son buenas competidoras. ¡Qué fantástico! van
estresadas, y de repente ganan dinero como para pagar a una empleada que le
mantiene a los hijos. Hemos de tener conciencia de que estamos viviendo con
valores muy trastocados, y muchos hombres que tienen conciencia de esta
situación no intentan diferenciarse de las mujeres, que han quedado pegados a
ella como a un sistema de creencias o pensamientos unisex. No somos unisex, no
somos iguales, por suerte.........
OSHO (el Libro del Hombre): Los niños nacen con
un enorme amor hacia sí mismos. Es la sociedad la que destruye ese amor, es la
religión la que destruye ese amor, porque si el niño se sigue amando a sí
mismo, entonces, ¿quién amará a Jesucristo? ¿Quién amará al presidente? ¿Quién
amará a sus padres? El amor de un niño hacia sí mismo ha de ser desviado. Hay
que condicionarle de manera que su amor se dirija siempre hacia un objeto
externo. Esto hace al hombre muy pobre, porque cuando quieres a alguien externo
a ti -ya sea Dios, el Papa, tu padre, tu esposa, tu marido, tus hijos,
cualquiera que sea el objeto de tu amor, te vuelve dependiente de ese objeto.
A tus propios ojos te conviertes en algo secundario, te conviertes en un
mendigo.
Cuando aprendas a
amarte a ti mismo desaparecerán los sacerdotes, los políticos se quedarán sin
seguidores; todos los intereses creados de la sociedad irán a la bancarrota.
Se aprovechan de ti de una forma psicológica muy sutil y por eso prosperan. Al nacer no eras
cristiano ni católico; no naciste comunista. vienes con la inocencia más absoluta. Pero su inocencia se
convierte en el mayor problema porque está rodeado de lobos disfrazados de
políticos, de sacerdotes, de padres, de profesores. Todos se abalanzan sobre tu
inocencia. Empezarán a escribir cosas sobre ti y más tarde creerás que son tu
legado. Han destrozado tu legado. Ahora ya pueden esclavizarte, convertirte en
lo que ellos quieran. Si quieren que asesines a gente inocente...
A sacrificaros por
cualquier estúpido ideal: por la bandera, que sólo es un pedazo de tela
podrida. Os sacrificáis por la nación, que no es más que una fantasía,
porque en ningún lugar aparece la tierra dividida en naciones. Dividir la
tierra en el mapa es una argucia de los políticos. ¡Te estás sacrificando por
unas líneas dibujadas en un mapa! Mueres por tu religión: cristianismo,
hinduismo, budismo, islamismo. Lo han hecho de tal forma que consiguen atrapar
al individuo. Si mueres por tu patria te llamarán mártir. Sólo estás cometiendo
un suicidio, y además, por un motivo ridículo. Si mueres por tu religión irás al
paraíso, disfrutarás de eternas bendiciones. Te están manipulando. Pero hay
algo básico en esta manipulación que es: no te ames a ti mismo; ódiate, porque
no eres digno de nada. La estrategia es muy
sencilla: destruye el amor que por naturaleza tiene cada ser hacia sí mismo, y
se volverá tan indigno a sus propios ojos que estará dispuesto a hacer
cualquier cosa para conseguir una medalla de oro, simplemente para sentirse un
poco más valioso, para sentir que él también es alguien.
ESCRITOS DE LOLA HOFFMANN
"El Principio del Fin del Patriarcado"
...Y que eso significa, sin duda, un cambio fundamental en los valores y en la vida del hombre contemporáneo.
"El Principio del Fin del Patriarcado"
...Y que eso significa, sin duda, un cambio fundamental en los valores y en la vida del hombre contemporáneo.
Se podría decir que es una feminista, siempre que eso se entienda como es: nada de antimachismo militante ni de rabia más o menos disimulada. Para Lola Hoffmann el fin del patriarcado es el renacer de la humanidad. El fin de un pecado original que durante seis a siete mil años ha impedido al hombre y a la mujer ser lo que de verdad son: una trinidad. Cada uno Padre, Madre, Hijo. La misma trinidad de Dios, que no es sólo Dios Padre, como lo presenta la patriarcal tradición judeo-cristiana.
También la moderna teología, como la antropología, la paleontología, la arqueología, la filosofía y otras disciplinas del conocimiento, se están preocupando en este momento de este fenómeno que Lola Hoffmann llama el fin del patriarcado. El padre Leonardo Boff, teólogo brasileño de gran prestigio, dedica su libro "El rostro materno de Dios" a replantear el tema de lo femenino. A rebatir la idea de teólogos como Santo Tomás que decía que "la mujer está por naturaleza sometida al hombre, ya que el hombre por naturaleza posee mayor discernimiento racional".
Comentando las reivindicaciones de la mujer "para que se la reconozca como persona y se la acoja en su diferencia propia, sin pensar en privilegios ni tolerar el dominio de uno sobre el otro", en teológico lenguaje Boff afirma que "todo parece indicar que estamos asistiendo a la aparición de uno de los arquetipos más decisivos del inconsciente colectivo de la humanidad: el arquetipo del Anima (lo femenino) en sus múltiples manifestaciones. Solamente tras millares de años brota semejante irrupción. Resulta un auténtico viraje. El hombre (varón y mujer) se autointerpreta de nuevo; Vuelve a definir sus relaciones con los demás, dentro del marco institucional de los poderes y como imagen de Dios".
También la moderna teología, como la antropología, la paleontología, la arqueología, la filosofía y otras disciplinas del conocimiento, se están preocupando en este momento de este fenómeno que Lola Hoffmann llama el fin del patriarcado. El padre Leonardo Boff, teólogo brasileño de gran prestigio, dedica su libro "El rostro materno de Dios" a replantear el tema de lo femenino. A rebatir la idea de teólogos como Santo Tomás que decía que "la mujer está por naturaleza sometida al hombre, ya que el hombre por naturaleza posee mayor discernimiento racional".
Comentando las reivindicaciones de la mujer "para que se la reconozca como persona y se la acoja en su diferencia propia, sin pensar en privilegios ni tolerar el dominio de uno sobre el otro", en teológico lenguaje Boff afirma que "todo parece indicar que estamos asistiendo a la aparición de uno de los arquetipos más decisivos del inconsciente colectivo de la humanidad: el arquetipo del Anima (lo femenino) en sus múltiples manifestaciones. Solamente tras millares de años brota semejante irrupción. Resulta un auténtico viraje. El hombre (varón y mujer) se autointerpreta de nuevo; Vuelve a definir sus relaciones con los demás, dentro del marco institucional de los poderes y como imagen de Dios".
Cada hombre es una trinidad. Ya en el huevo fecundado,
decía, se encuentran preformados estos tres elementos -las tres capas
embrionarias que se llaman hojas blastodérmicas- que corresponden, cada una, a
los tres principios esenciales.
De la hoja exterior -el ectoderma- se desarrolla todo
el sistema nervioso y los órganos de los sentidos. Este es el principio
paterno, que tiene como función la conexión con el mundo."
"De la hoja que mira hacia el interior del huevo
-el endoderma- provienen los órganos internos, o sea todo lo que tiene que ver
con la alimentación. Este es el principio materno, y lo que lo caracteriza es
la capacidad de alimentar, de dar de su propia sustancia, y -además- de
despedir al hijo entregándolo a la vida y dándole libertad para su
desarrollo."
"Entre el ectoderma y el endoderma se forma una
tercera capa embrionaria -el mesoderma- que da posteriormente origen al sistema
óseo y muscular, o sea todo lo que tiene que ver con el movimiento. De
mesoderma se forma, además, todo el aparato circulatorio (que tiene que ver con
la emoción) y las glándulas sexuales (que dan origen al amor). Movimiento,
emoción y amor son funciones filiales. El principio filial es el Yo."
"Pero en toda la historia conocida el equilibrio
de los tres componentes ha sido perturbado por la toma del poder absoluto del
principio paterno. Es el patriarcado en el cual estamos aún enredados
atávicamente. El principio paterno ha usurpado la Tierra. Fracasamos en
nosotros mismos porque no desarrollamos armoniosamente los componentes maternos
y filiales. A consecuencia de una educación patriarcal de más de seis milenios,
estamos forzados a aceptar las valorizaciones trastocadas como si fueran
verdades. La naturaleza del hombre ha sido violentada."
Bibliografia:
- “La masculinidad toxica”. Sergio Sinai
- Entrevistas. Juan Carlos Kreimer
- “Iron John”. Robert Bly
- “Ser hombre: mitos y claves de la masculinidad”. Sam Keen
- “La nueva masculinidad”. Robert Moore
- “Ser hombre” Keith Thompson
- “La agonía del patriarcado” Claudio Naranjo
- “Hijos del silencio”. Guy Corneau
- “El libro del hombre. Osho”
- “Eres mi Diosa”. Emilio Fiel
- “Escucha pequeño hombrecito”. Wilhelm Reich
- “Hombres, material sensible”. Joana Bonet
- “Nuevas masculinidades” A. Carabí, M.Segarra
- El fin del Patriarcado. Lola Hoffman
- El triunfo de la Masculinidad. Margarita Pisano (manifiesto feminista)
CINE:
- Contra si mismo (Titulo original: El Mal o lo malvado). Pelicula sueca
- La leyenda de las ballenas. Pelicula neozelandesa. Maori.
CONFERENCIAS:
- Feminidad vs Masculinidad. J. M. Fericgla:
http://josepmfericgla.org/wp-content/uploads/audios/Conferencia17-IV-2013-1.mp3
CONFERENCIAS:
- Feminidad vs Masculinidad. J. M. Fericgla:
http://josepmfericgla.org/wp-content/uploads/audios/Conferencia17-IV-2013-1.mp3
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