miércoles, 6 de abril de 2016

EL CERCO AL NEGOCIO DE LA MEDICINA

Vivimos en un mundo convulso. Los cambios se producen de manera acelerada. Aquello en lo que depositamos nuestra confianza, no resiste el escrutinio de los tiempos actuales . Ante nuestra atonita mirada. Destapamos el velo de los poderosos.  De aquellos que se enriquecen con los muertos por ignorancia. Vean, vean... 

Cinco grandes médicos británicos, contra las farmacéuticas: "Causan miles de muertes"
Prestigiosos profesionales de la salud, incluído el médico personal de Isabel II, lanzan una campaña pidiendo al Parlamento que investigue las prácticas del Big Pharma

Artículo de Miguel Ayuso publicado en El Confidencial on-line el 25.02.2016 

Cada vez es más habitual escuchar a prestigiosos médicos y divulgadores científicos criticar a las farmacéuticas, las administraciones sanitarias y muchos de sus colegas por sobremedicar peligrosamente a la población. Investigadores de renombre como Ben Goldacre, Allen Frances y Peter C. Gotzsche han escrito libros sobre las prácticas sucias de la industria farmacéutica, a las que acusan sin tapujos de causar más muertes que los cárteles de la droga. Pero su crítica sólo llega con cuentagotas a la arena política. Algo que, parece, está empezando también a cambiar. Al menos en Reino Unido.

El mediático cardiólogo Aseem Malhotra, ha elaborado un manifiesto para pedir a los políticos que hagan algo para frenar las prácticas “oscuras” de las farmacéuticas, que ha sido respaldado por cinco primeras espadas de la salud: Sir Richard Thompson, expresidente del Real Colegio de Médicos de Gran Bretaña y médico personal de la reina durante 21 años; John Ashton, presidente del Faculty of Public Health ; el psiquiatra JS Bamrah, presidente de la Asociación Británica de Médicos de Origen Indio y director médico del Manchester Academic Science Centre; la cardióloga Rita Redberg, editora de la prestigiosa revista médica 'JAMA Internal Medicine'; y el profesor James McCormack, reputado farmacéutico y divulgador científico.

Malhotra asegura que “demasiado a menudo” los pacientes reciben fármacos inútiles y, en muchas ocasiones, peligrosos, una práctica alentada por la industria farmacéutica que engaña a médicos y pacientes sin que el sistema público de salud (el NHS) haga nada al respecto. “Ha llegado el momento de realizar una completa investigación pública sobre la forma en que se estudia y se revela la eficacia de los fármacos”, ha explicado Thompson en la presentación del texto. “Existe un peligro real de que algunos tratamientos actuales sean mucho menos efectivos de lo que creíamos”.

El doctor Malhotra ha explicado en 'The Daily Mail' –que ha publicado en exclusiva el manifiesto íntegro– que el conflicto de intereses comerciales entre investigadores y farmacéuticas está contribuyendo “a una epidemia de médicos y pacientes desinformados, en el Reino Unido y más allá”.

En su opinión, el sistema de salud británico está sobremedicando a sus pacientes –especialmente a las personas mayores– y los efectos secundarios de los fármacos están provocando incontables decesos. Tantos, asegura, que, como documenta el médico danés Peter C. Gøtzsche en su libro Medicamentos que matan y crimen organizado (Los libros del lince), el consumo de medicamentos con receta es ya la tercera causa de muerte tras las enfermedades cardiovasculares y el cáncer y, según sus cálculos, sólo los fármacos psiquiátricos son responsables de más de medio millón de muertes en personas mayores de 65 años, en EEUU y la UE. La propia Agencia del Medicamento estadounidense, la FDA, ha alertado de que los ingresos hospitalarios en EEUU relacionados con efectos secundarios de las medicinas se han triplicado en la pasada década. En 2014, 123.000 fallecieron debido a problemas causados por los fármacos que tomaban.

Maholtra pone como ejemplo de las malas prácticas de las farmacéuticas el caso de las estatinas, los medicamentos que se utilizan para rebajar los niveles de colesterol, cuyos peligrosos efectos secundarios no han sido tenidos en cuenta, su eficacia, asegura, nunca ha sido bien estudiada, y, aún así, se están recetando a muchas más personas, desde que se rebajo el umbral para recetarlas.
El cardiólogo asegura que el estudio en que se basan estas nuevas recomendaciones (que se publicaron en 2014) estaba firmado por 12 médicos de los cuales seis recibían financiación directa de las farmacéuticas que fabrican estos fármacos. Los datos completos del estudio, además, no han sido nunca publicados.

Por desgracia, lo que ocurre con las estatinas es sólo un ejemplo. “No hay ninguna duda de que la cultura que dicta 'cuántas más medicinas mejor' está en el corazón mismo del sistema de salud, exacerbada por los incentivos financieros que conlleva prescribir más fármacos y llevar a cabo más tratamientos”, explica Malhotra. “Pero hay una barrera más siniestra que nos impide hacer progresos y dar a conocer –y por lo tanto hacer frente– a esta práctica, de la que deberíamos estar más preocupados. Y esta es la información que reciben médicos y pacientes para guiar sus decisiones”.

En opinión del cardiólogo, las farmacéuticas están “jugando con el sistema” en tres niveles:

Una financiación de las investigaciones polarizada, pues están pensadas para lograr beneficios, no para beneficiar a los pacientes.

Un sesgo en la publicación de resultados en las revistas médicas.

Creando, mediante el conflicto de intereses, una incapacidad entre los médicos y pacientes para entender las estadísticas sanitarias y los riesgos de las medicinas.

Todo esto conlleva una desinformación total sobre la utilidad real de muchos de los fármacos que se recetan. Según el director médico del NHS, Sir Bruce Keogh, uno de cada siete tratamientos que se realizan en Reino Unido (incluidas las operaciones) no son necesarios.

“Dado que la responsabilidad principal de las farmacéuticas es dar beneficios a sus accionistas, no cuidar de la salud de los pacientes, todo esto no debería sorprendernos”, prosigue Malhotra en su manifiesto. Lo verdaderamente preocupante, asegura, es que los Gobiernos no estén haciendo nada por limitar el poder de las farmacéuticas y sancionar con eficacia sus malas prácticas.

Tal como explica Malhotra, entre 2007 y 2012 la mayoría de las grandes compañías farmacéuticas han pagado multas considerables por varios escándalos, incluido promocionar fármacos para tratar dolencias sobre las que no había sido estudiada su eficacia, alterar los resultados de las investigaciones y ocultar información sobre los efectos secundarios. Pero es discutible que estas sanciones, por millonarias que sean, actúen como elemento disuasorio.

Un ejemplo. En 2012, GSK tuvo que pagar una multa de 3.000 millones de dólares, que se dice pronto, por comercializar ilegalmente varios medicamentos, incluido un antidepresivo, un fármaco para tratar la diabetes y un medicamento para prevenir la epilepsia. Fue el mayor fraude médico de la historia de EEUU, pero la compañía logró un beneficio de 25.000 millones de dólares vendiendo estos fármacos. Salió ganando.

Otro ejemplo sonado del que habla Malhotra es el del Tamiflu, el medicamento de la farmacéutica Roche que los países desarrollados compraron a toneladas por temor a una epidemia de gripe A que nunca fue tal –y en el que España se gastó aproximadamente 40 millones de euros–. Una década después de que todos nos volviéramos locos y aprendiéramos a lavarnos las manos está muy claro que todo fue una estafa. En 2014 se supo que el medicamento no era mejor en el tratamiento de los síntomas de la gripe que el paracetamol y, además, tenía peligrosos efectos secundarios.

El cardiólogo es muy contundente en la conclusión de su manifiesto: “El sistema está roto y no se va a arreglar poniendo más dinero. La codicia corporativa y el sistemático fracaso político ha dejado al sistema de salud de rodillas. Sin transparencia total ningún médico puede proveer lo que hemos prometido en la escuela médica, y a lo que nos dedicamos en cuerpo y alma: dar el mejor cuidado a nuestros pacientes. Por el bien de nuestra salud y la sostenibilidad del sistema ha llegado la hora de emprender una verdadera acción colectiva frente a la cultura de la sobremedicación (...) La ciencia médica ha dado un giro hacia la oscuridad. Y la luz del sol será su único desinfectante”.

El TDAH. UNA SINIESTRA FALACIA


El TDAH no existe, y la medicación no es un tratamiento, sino un dopaje. 

Esta es la conclusion de varios trabajos e investigaciones realizados por especialistas. Este articulo se suma a la anterior entrada del blog. Y merece desde luego nuestra reflexion. La alarma social es grande. Millones de niños pueden estar en peligro. Los riesgos de esta medicacion son notorios.

CARLOTA FOMINAYA. ABC.ES / MADRID 20/10/2014

«No existe. El TDAH es un diagnóstico que carece de entidad clínica, y la medicación, lejos de ser propiamente un tratamiento es, en realidad, un dopaje». Esta es la sentencia de Marino Pérez, especialista en Psicología Clínica y catedrático de Psicopatología y Técnicas de Intervención en la Universidad de Oviedo, además de coautor, junto a Fernando García de Vinuesa y Héctor González Pardo de «Volviendo a la normalidad», un libro donde dedican 363 páginas a desmitificar de forma demoledora y con todo tipo de referencias bibliográficas el Trastorno por Déficit de Atención con y sin hiperactividad y el Trastorno Bipolar infantil. Lo que sí que existe, y es a su juicio muy preocupante, es el fenómeno de la «patologización de problemas normales de la infancia, convertidos en supuestos diagnósticos a medicar».

-En «Volviendo a la normalidad», ustedes ponen el dedo en la llaga, al asegurar que el llamado Trastorno por Déficit de Atención, con o sin Hiperactividad (TDAH), no existe.

-El TDAH es un diagnóstico, cada vez más popularizado, que carece de entidad clínica. Para empezar, no se establece sobre criterios objetivos que permitan diferenciar el comportamiento normal del supuestamente patológico, sino que se basa en apreciaciones subjetivas, en estimaciones de los padres del tipo de si «a menudo» el niño se distrae y se mueve mucho. Más que nada, el diagnóstico es tautológico. Si un padre preguntara al clínico por qué su hijo es tan desatento e inquieto, probablemente le respondería porque tiene TDAH, y si le preguntara ahora cómo sabe que tiene TDAH, le diría porque es desatento e inquieto. Por lo demás, insisto, no existe ninguna condición neurobiológica ni genética indenficada, y sí muchas familias donde no se asume que la educación de los niños es más difícil de lo que se pensaba.

-¿Quiere decir que no hay ninguna prueba médica que lo demuestre?

-No. No existen pruebas clínicas ni de neuroimagen (como TC, RM, PET, etc) ni neurofisiológicas (EEG, ERP) o test psicológicos que de forma específica sirvan para el diagnóstico. Lo que nosotros decimos en esta obra, con toda seguridad, es que no hay ningún biomarcador que distinga a los niños TDAH. No se niega que tengan problemas, pero son niños, que tienen curiosidad y quieren atender a lo que sea, moverse. A sentarse es algo que hay que aprender. No existe ninguna alteración en el cerebro.

-Pero los expertos en TDAH afirman que este trastorno mental/psiquiátrico del neurodesarrollo conlleva ciertas particularidades cerebrales, y niveles anormales de sustancias neurotransmisoras.

-Pudiera haber diferencias en el cerebro, como es distinto el cerebro de un músico al de otro que no lo es. Incluso el de un pianista a un violinista. Pero esa diferencia del cerebro no es la causa. El cerebro es plástico y puede variar su estructura y su funcionamiento dependiendo de las exigencias y condiciones de vida. Un ejemplo muy famoso es del hipocampo cerebral de los taxistas de Londres. Cuantos más años de profesionalidad, más alterada es esa estructura cerebral. ¿Por qué? Porque está relacionada con el recuerdo y la memoria espacial, como es requerido para ser taxista en una ciudad de 25.000 calles como Londres. Lo que se pueda observar diferencial en el cerebro de quien sea, en este caso de niños a los que se diagnostica TDAH, no explica que esa sea la causa del supuesto trastorno, si no que los niños sean más activos e inquietos. Pero algunos padres se agarran o podrían estar interesados en encontrar una diferencia cerebral en los niños que les justifique o exima de responsabilidad en lo que le pasa al niño. Insisto, no hay ningún clínico ni ninguna prueba de neuroimagen que pueda validar un diagnóstico, como no hay evidencia que demuestre que los niveles cerebrales de dopamina o noradrelina sean anormales en niños con este diagnóstico.

-Ustedes también recogen en su obra que muchos clínicos, y hasta laboratorios farmacéuticos, que reconocen que no hay biomarcadores específicos.

-Cualquiera que esté al tanto de las investigaciones no puede dejar de reconocer que en realidad no hay biomarcadores específicos por los que se pueda diagnosticar ese TDAH como una entidad clínica diferencia. En España hay multitud de expertos en el tema que después de defender que es un trastorno bioneurológico, reconocen que no hay bases neurológicas establecidas para el diagnóstico. Y sin embargo mantienen ese discurso. Casualmente, suelen ser personas con conflictos de intereses reconocidos y declarados, que han recibido y está recibiendo ayudas y subvenciones y todo tipo de privilegios de diversos laboratorios. Es decir, muy a menudo los defensores del TDAH mantienen esa retórica a pesar de que no hay evidencia, por un conflicto de intereses que les lleva a sesgar la información por el lado de lo que desean que hubiera en base a los intereses de hacer pasar el trastorno como si fuera una enfermedad que hubiera que medicar.

-La realidad es que el TDAH se acaba de reconocer en la flamente Ley orgánica para la mejora educativa (LOMCE).

-Las instancias políticas, empezando por el Parlamento Europeo, con su «libro blanco» sobre el TDAH, y terminando por su inclusión en la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), puede que estén dando carta de naturaleza a algo cuya naturaleza, valga la redundancia, está por determinar y que, de hecho, es controvertida. Se está reclamando que se hagan las dotaciones adecuadas que contempla la ley como son ayudas, subvenciones, e incluso rebajas para la adquisición de los libros de texto, ventajas para acceder a becas, quien sabe si hasta para acceder a la Universidad. Mientras, los lobbies de la industria farmacéutica se estarán frotando las manos, viendo como los políticos «trabajan» a su favor. Los políticos creerán que han hecho lo políticamente correcto pero, de acuerdo con lo dicho, sería incorrecto científicamente.

-Usted augura que, a partir de este reconocimiento, habrá muchos interesados en que el niño reciba un diagnostico formal de TDAH.

-Si. Esto mismo que ha pasado en España, de que la Ley otorgue cobertura legal al TDAH, se vio con anterioridad en 1997 en Quebec (Canadá). Allí hicieron un estudio de seguimiento de diagnósticos durante los 14 años siguientes y se encontró que en esa provincia canadiense en concreto, y a diferencia del resto de Canadá, había aumentado exponencialmente el número de niños medicados. Un crecimiento que no se observó en otras enfermedades propiamente infantiles como el asma, donde el porcentaje se mantuvo el resto del tiempo. Además, los niños que tomaban medicación de forma continuada tenían un rendimiento más bajo a largo plazo. Y tenían a su vez otros comportamientos y otras alteraciones como ansiedad y depresión.

-Los efectos secundarios de la medicación es algo que ustedes también citan en esta obra, al señalar que los padres no son muy conscientes de los mismos.

-La utilidad de la medicación, hasta donde lo es, no se debe a que esté corrigiendo supuestos desequilibrios neuroquímicos causantes del problema, como se da a entender, sino a que el propio efecto psicoactivo de la droga estimulante puede aumentar la atención o concentración, como también lo hacen el café o las bebidas tipo Red Bull. La medicación para el TDAH no es, en rigor, un tratamiento específico, sino un dopaje: es la administración de fármacos o sustancias estimulantes para potenciar artificialmente el rendimiento. En cuanto a la salud, estas anfetaminas lo que producen es un efecto inmediato (si es continuado) de aumento de la presión sanguínea y cardiaca, que les puede llevar a tener a la larga más riesgos cardiovasculares. Tampoco les debería sorprender su efecto sobre el retraso del crecimiento. La cuestión es saber que pasa tras años de medicación.

-Si el TDAH no es un cuadro clínico, pero sí un problema de conducta, ¿qué pueden hacer los padres afectados?

-Lo dificil hoy en día es que los padres puedan tener una atención más continuada y sosegada con los niños. Pero la atención y la actividad se pueden aprender, y mejorar. Hay estudios hechos y publicados en la versión americana de Mente y Cerebro con niños pequeños abocados o candidatos a recibir el diagnóstico. Se les enseñaba a los padres a realizar diversas tareas con esos pequeños, con el objeto de educar la atención y su impulsividad. Y se ha comprobado que con estas actividades consistentes en juegos tipo «Simon dice», donde uno tiene que esperar a responder cuando se le pide algo, se ha logrado que los niños mejoren y controlen la impulsividad o los comportamientos que les abocaba al TDAH.

-Mientras tanto, usted señala que las asociaciones de afectados tienen publicidad en sus webs de los laboratorios farmacéuticos implicados en la fabricación de los medicamentos.

-Si usted echa un vistazo a alguna de ellas lo podrá comprobar por usted misma. En mi opinión, las asociaciones de padres y afectados por el TDAH, si no quieren hacerle el juego a otros intereses, debieran tener prohibido en sus estatutos recibir financiación de los fabricantes de medicación, y utilizar como divulgación sus explicaciones y panfletos. Es como si ponemos al lobo a cuidar de las ovejas. Aunque los laboratorios reciban cuantiosas multas por la inapropiada promoción de sus preparados y afirmaciones engañosas acerca de su eficacia, como los 56.5 millones de dólares que tendrá que pagar el principal fabricante de medicamentos para el TDAH, no será nada comparado con los 1.200 millones de dólares que tiene previsto ganar en 2017 con uno de ellos. De estas cosas también hay que hablar cuando se habla de TDAH.

-¿Recomendaría usted alguna lectura a padres preocupados?

-A los padres de niños diagnosticados con TDAH les aconsejaría, sobre todo, que no aceptaran guías cuyos autores y asesores tengan conflictos de intereses con las industrias farmacéuticas. Que busquen guías independientes que cuenten la verdad de lo que se sabe del TDAH y de las implicaciones que tiene la medicación. En España el Boletín de Información Farmacoterapéutica de Navarra ha editado una que se titula Atentos al Déficit de Atención (TDAH) entre la naturaleza incierta y la prescripción hiperactiva. Es una guía que puede ser muy útil para que los padres sepan a qué atenerse o que esperar de los fármacos. Y que ellos decidan.

domingo, 27 de marzo de 2016

LA PSIQUIATRÍA ESTA EN CRISIS



POR ROBERT WHITAKER | 
PERIODISTA DE INVESTIGACIÓN

El periodista norteamericano recopiló estudios científicos para evidenciar que los trastornos mentales no se deben a alteraciones químicas del cerebro.

Entrevista de Joseba Elola para El País Madrid 07.02.2016

Todo empezó con dos preguntas. ¿Cómo es posible que los pacientes de esquizofrenia evolucionen mejor en países donde se les medica menos, como India o Nigeria, que en países como Estados Unidos? ¿Y cómo se explica, tal y como proclamó en 1994 la Facultad de Medicina de Harvard, que la evolución de los enfermos de esquizofrenia empeorara con la implantación de medicaciones, con respecto a los años setenta? Estas dos preguntas inspiraron a Robert Whitaker para escribir una serie de artículos en el Boston Globe —finalista en el Premio Pulitzer al Servicio Público— y dos polémicos libros. El segundo, Anatomía de una epidemia, que ahora edita, actualizado, Capitán Swing en España, fue galardonado como mejor libro de investigación en 2010 por editores y periodistas norteamericanos.

En el curso de esa indagación, usted presenta una cascada de datos demoledores: en 1955 había 355.000 personas en hospitales con un diagnóstico psiquiátrico; en 1987, 1.250.000 recibían pensiones en EE UU por discapacidad debida a enfermedad mental; en 2007 eran 4 millones. El año pasado, 5. ¿Qué estamos haciendo mal?

Whitaker (Denver, Colorado, 1952) se presenta, humildemente, las manos en los bolsillos, en un hotel de Alcalá de Henares. Su cruzada contra las pastillas como remedio de las enfermedades mentales no va por mal camino. Prestigiosas escuelas médicas ya le invitan a que explique sus trabajos. “El debate está abierto en EE UU. La psiquiatría está entrando en nuevo periodo de crisis en ese país porque la historia que nos ha contado desde los ochenta ha colapsado”.

Pregunta. ¿En qué consiste esa historia falsa que, dice usted, nos han contado?

Respuesta. La historia falsa en EE UU y en parte del mundo desarrollado es que la causa de la esquizofrenia y la depresión es biológica. Se dijo que se debían a desequilibrios químicos en el cerebro; en la esquizofrenia, por exceso de dopamina; en la depresión, por falta de serotonina. Y nos dijeron que teníamos fármacos que resolvían el problema como lo hace la insulina con los diabéticos.

P. En Anatomía de una epidemia viene a decir que los psiquiatras aceptaron la teoría del desequilibrio químico porque prescribir pastillas les hacía parecer más médicos, los homologaba con el resto de la profesión.

R. Los psiquiatras, en Estados Unidos y en muchos otros sitios, siempre tuvieron complejo de inferioridad. El resto de médicos solían mirarlos como si no fueran auténticos médicos. En los setenta, cuando hacían sus diagnósticos basándose en ideas freudianas, se les criticaba mucho. ¿Y cómo podían reconstruir su imagen de cara al público? Se pusieron la bata blanca, que les daba autoridad. Y empezaron a llamarse a sí mismos psicofarmacólogos cuando empezaron a prescribir pastillas. Mejoró su imagen. Aumentó su poder. En los ochenta empezaron a publicitar su modelo y en los noventa la profesión ya no prestaba atención a sus propios estudios científicos. Se creyeron su propia propaganda.

P. Pero esto es mucho decir, ¿no? Es afirmar que los profesionales no tuvieron en cuenta el efecto que esos fármacos podían tener en la población.

R. Es una traición. Fue una historia que mejoró la imagen pública de la psiquiatría y ayudó a vender fármacos. A finales de los ochenta se vendían 800 millones de dólares al año en psicofármacos; 20 años más tarde se gastaban 40.000 millones.

P. Y ahora afirma usted que hay una epidemia de enfermedades mentales creada por los propios fármacos.

R. Si se estudia la literatura científica se observa que ya llevamos 50 años utilizándolos. En general, lo que hacen es aumentar la cronicidad de estos trastornos.

P. ¿Qué le dice usted a la gente que está medicándose? Algunos tal vez no la necesiten, pero otros tal vez sí. Este mensaje, mal entendido, puede ser peligroso.

R. Sí, es verdad, puede ser peligroso. Bueno, si la medicación le va bien, fenomenal, hay gente a la que le sienta bien. Además, el cerebro se adapta a las pastillas, con lo cual retirarla puede tener efectos severos. De lo que hablamos en el libro es del resultado en general. Yo no soy médico, soy periodista. El libro no es de consejos médicos, no es para uso individual, es para que la sociedad se pregunte: ¿hemos organizado la atención psiquiátrica en torno a una historia que es científicamente cierta o no?

El recorrido de Whitaker no ha sido fácil. Aunque su libro esté altamente documentado, aunque fuera multipremiado, desafió los criterios de la Asociación de Psiquiatría Americana (APA) y los intereses de la industria farmacéutica.

Pero, a estas alturas, se siente recompensado. En 2010, sus postulados eran vistos, dice, como una “herejía”. Desde entonces, nuevos estudios han ido en la dirección que él apuntaba —cita a los psiquiatras Martin Harrow o Lex Wunderink; y apunta que el prestigioso British Journal of Psychiatry ya asume que hay que repensar el uso de los fármacos—. “Las pastillas pueden servir para esconder el malestar, para esconder la angustia, pero no son curativas, no producen un estado de felicidad”.

P. ¿Vivimos en una sociedad en la que necesitamos pensar que las pastillas pueden resolverlo todo?

R. Nos han alentado a que lo pensemos. En los cincuenta se produjeron increíbles avances médicos, como los antibióticos. Y en los sesenta, la sociedad norteamericana empezó a pensar que había balas mágicas para curar muchos problemas. En los ochenta se promocionó la idea de que si estabas deprimido, no era por el contexto de tu vida, sino porque tenías una enfermedad mental, era cuestión química, y había un fármaco que te haría sentir mejor. Lo que se promocionó, en realidad, en Estados Unidos, fue una nueva forma de vivir, que se exportó al resto del mundo. La nueva filosofía era: debes ser feliz todo el tiempo, y, si no lo eres, tenemos una píldora. Pero lo que sabemos es que crecer es difícil, se sienten todo tipo de emociones y hay que aprender a organizar el comportamiento.

P. Buscamos el confort y el mundo se va pareciendo al que describió Aldous Huxley en Un mundo feliz...

R. Desde luego. Hemos perdido la filosofía de que el sufrimiento es parte de la vida, de que a veces es muy difícil controlar tu mente; las emociones que sientes hoy pueden ser muy distintas de las de la semana o el año que viene. Y nos han hecho estar alerta todo el rato con respecto a nuestras emociones.

P. Demasiado centrados en nosotros mismos...

R. Exacto. Si nos sentimos infelices, pensamos que algo nos pasa. Antes la gente sabía que había que luchar en la vida; y no se le inducía tanto a pensar en su estado emocional. Con los niños, si no se portan bien en casa, en el cole o no tienen éxito, se les diagnostica déficit de atención y se dice que hay que tratarlos.

P. ¿La industria o la APA están creando nuevas enfermedades que en realidad no existen?

R. Están creando mercado para sus fármacos y están creando pacientes. Así que, si se mira desde el punto de vista comercial, el suyo es un éxito extraordinario. Tenemos pastillas para la felicidad, para la ansiedad, para que tu hijo lo haga mejor en el colegio. El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es una entelequia. Antes de los noventa no existía.

P. ¿La ansiedad puede desembocar en enfermedad?

R. La ansiedad y la depresión no están tan lejos la una de la otra. Hay gente que experimenta estados avanzados de ansiedad, pero estar vivo es muchas veces estar ansioso. Empezó a cambiar con la introducción de las benzodiacepinas, con el Valium. La ansiedad pasó de ser un estado normal de la vida a presentarse como un problema biológico. En los ochenta, la APA coge este amplio concepto de ansiedad y neurosis, que es un concepto freudiano, y empieza a asociarle enfermedades como el trastorno de estrés postraumático. Pero no hay ciencia detrás de estos cambios.

sábado, 26 de marzo de 2016

EL VIEJO SE FUE

EL VIEJO SE FUE
(solo nos visita en sueños)




Vuelvo con ganas de profundizar y reflexionar. Y para romper el hielo...
Comienzo de modo un tanto familiar. Es un pequeño homenaje. Si, fueron casi 16 años. El Viejo Timón, la palmo. Hace ya una semana. Y se nota. La verdad es que fue el gato mas hermoso y con el peor carácter jamas conocido. Como decía mi hija, tan guapo como amargado. 
Ni la mas mínima duda, los gatos tienen alma. Ademas de muchas vidas.
El vacío fue llenado por Tupi. Ella es tan diferente. Esta aunque no la veas. Es sutil, silenciosa, treméndamente tímida y mimética. En resumen, adorable.

La reflexión viene a colación, con que a fin de cuentas, nuestro vehículo físico es solo un disfraz. Todos hemos de dejarlo algún día. El cascaron donde habitamos se desintegra con el tiempo. Es su programación. Todos hemos de partir al lugar de donde surgimos. Al lugar que habitamos incluso antes de que nuestra madre naciera... La energía, el alma que decían los "antiguos" esta "detrás" de la apariencia. De algún modo se deja percibir con su modo de expresar, de sentir...
Feliz transito, querido "Viejo"!

domingo, 30 de marzo de 2014

PRINCIPIOS EN EL PROCESO TERAPEUTICO

LOS 10 DE PRINCIPIOS BASICOS del PROCESO TERAPEUTICO desde la BIOSINTESIS por DAVID BOADELLA

1.- Mantener la polaridad entre el Dar y el Recibir. Es mas “estar con alguien” que “por alguien”. La relación terapéutica no es la de alguien  que actúa sobre alguien que recibe. La figura del terapeuta se distancia así de la del medico tradicional, y se acerca mas a la de un compañero que guia en un viaje –tomando la imagen que ofrece Mahoney (1991) al modo de Virgilio respecto a Dante.

2- Poner el énfasis en el contacto, mas que en la cantidad de energia generada a través de intervenciones, puesto que los procesos saludables se caracterizan mas por un buen contacto que por una energia muy intensa. Si el contacto es bueno, generará la energia necesaria. Se evita asi una intensificación oportunista de energia indiscriminada que puede inducir a la psicosis (bajo contacto y alta energia)

3- Mantener el equilibrio entre escuchar y protagonizar. Ello implica tanto la escucha del cliente como la escucha propia, sin precipitación en el actuar sin haber escuchado lo suficiente, tanto respecto al cuerpo del cliente como respecto al propio cuerpo del terapeuta, y la resonancia que el cliente esta produciendo en el.

4- Hacer del contacto el contenido de la sesión. Para Boadella, el contenido de la sesión viene dado por el contacto (del cliente consigo mimo y de la relación cliente-terapeuta)

5- Respeta el grado de maduración del proceso, sin provocar una explosion catartica antes de que la persona este preparada. En Biosíntesis la coraza puede eliminarse: bien por ruptura (catarsis, como en Bioenergetica) bien por disolución, de modo suave. Cada una de estas formas es adecuada a un tipo de persona y momento. Hoy, en estos tiempos, a menudo se trata de crear cierta coraza que permita un manejo eficiente de la realidad.

6- Distinguir entre invitación y expectativas, es decir: no se trata de que el terapeuta obligue al cliente a que cumpla sus expectativas de ir contra la resistencia, sino de invitar al cliente a dejarla de lado.

7- Mantener la relación entre juego y trabajo, de forma que no se trata tanto de centrarse en los resultados a obtener sino de dejar fluir el proceso. A ello contribuirá la concepción de que la enseñanza se puede realizar desde el juego, dejándose llevar por la curiosidad y la exploración de movimientos.

8- Cuidar la relación entre sentimiento y emocion, o sea contactar con el sentimiento que se esconde detrás de la emocion y que frecuentemente queda dentro si el terapeuta no lo atiende. Precisamente se trata de trabajar más con el sentimiento profundo que con la emocion.

9- Guardar la proporción entre lo que entra y lo que sale.  Prestar atención al equilibrio del conjunto del proceso y las polaridades del mismo (Ej. No invitar a espirar sino no se ha inhalado) No enfatizar tan solo lo que se suelta (Reich) sino atender también a lo que se acepta hacia dentro, manteniendo una relación equilibrada.

10- Mantener la visión de la persona mas alla del problema. Dado que los psicoterapeutas tratan con problemas, se corre el peligro de identificar a la persona con su problema, a la hora de trabajar con ella. Mas bien se trata de ver al individuo como misterio, con un problema cuya respuesta esta en el mismo, como un puente sin usar que el terapeuta ayuda a descubrir.


FUENTES: Corrientes de vida (Boadella).  Un modelo de integración de la dimension corporal (Ana Gimeno- Bayon)

sábado, 29 de marzo de 2014

LO QUE EL NIÑO APRENDE... El NACIMIENTO de la PERSONALIDAD


Os dejo una tablilla con los mecanismos que dan origen a los diferentes tipos de personalidad y juegan un papel fundamental en la constitución del carácter. Es Hakomi, se puede trazar sin demasiada dificultad los paralelismos con las demas clasificaciones tanto modernas como antiguas... desde lo freudiano, reichiano... hasta los DSM actuales
Lo interesante de esta, es que en su descripcion intuye cual es su naturaleza, su origen, de que modo el niño encuentra el amor que necesita, es decir, el "alimento" para crecer y vivir. 



LAS OCHO ESTRATEGIAS DE SUPERVIVENCIA EN LOS SERES HUMANOS
                                               TERAPIA HAKOMI



1ºEstrategia:             Minimiza la autoexpresión y/o el contacto con otros.
   Sensible/                  Se refugia en el pensamiento y la fantasía.
   Retraída


2ºEstrategia:             Actúa como un niño-a para conseguir apoyo. Y ser valorada.
   Dependiente
   /cariñosa


3ºEstrategia:             Moviliza su auto-apoyo y confía en sí misma, busca desafíos.
   Autosuficiente/
   Independiente


4ºEstrategia:              Esconde sus debilidades, inseguridad y miedo, aparenta dureza 
   Engañosa 1:           y fortaleza, actúa dándose importancia ante los otros.                  
  Dura/generosa
           
                                                                                 
5ºEstrategia:             Esconde sus verdaderas intenciones encandila a los demás y los usa
   Engañosa 2:           para lo que necesita.
   Encantadora/
   Manipuladora


6ºEstrategia              Fundamentalmente aguanta y espera a que todo cambie.
   Abrumada/
   Aguantadora


7ºEstrategia:             Dramatiza las cosas y los sentimientos para obtener atención
    Expresiva/             y evitar la separación dolorosa y temida.
    Aferrada


8ºEstrategia:             Trabaja duro, sigue adelante, no deja que nada la distraiga,
   Ocupada/                 se refugia en la accion. Evita sentimientos y emociones.  
   Sobrefocalizada


martes, 4 de marzo de 2014

PLENITUD DE CONCIENCIA por RON KURTZ

En los comienzos de lo que ahora se llama mindfulness, aquellos terapeutas psicocorporales, encontraron la "plenitud de conciencia" como una herramienta valiosa en el proceso terapeutico. Estos textos estan recogido por mi, del libro "Psicoterapia Centrada en el Cuerpo" de Ron Kurtz y su proceso denominado Hakomi. Sin duda uno de los libros mas vivos de psicoterapia corporal, aun despues de tanto tiempo. 


"Para estudiar la organización de la experiencia, establecemos y usamos un estado de consciencia especial llamado plenitud de consciencia. ...... es parte de todas las tradiciones transpersonales conocidas. Es un estado de consciencia muy preciso, que se caracteriza por que en él la voluntad está relajada, hay una disposición a rendirse y a aceptar a lo que está ocurriendo en el momento, un enfoque delicado y sostenido hacia adentro, una sensibilidad más aguda y una capacidad para observar y nombrar los contenidos de la consciencia. Es auto-reflexivo."

"El método básico consiste en lo siguiente: crear una relación que permite a la cliente
establecer un estado de plenitud de consciencia, evocar experiencias en ese estado de
plenitud de consciencia y procesar las experiencias evocadas. Todo lo demás que hagamos apoya este proceso primario."

"El material nuclear no es accesible a través del intelecto. Pero si lo es a través de la plenitud de consciencia y la evocación. Por esta razón trabajamos en estados no-ordinarios de consciencia."

"El estado de plenitud de consciencia es un estado especial. Es un estado de autoobservación. Es un darse cuenta de la experiencia presente de uno mismo. También es una forma especial de disponibilidad, una apertura mental, una disposición para verse afectado. Se caracteriza por un relajamiento de la voluntad. Es un estado relajado, abierto, sin defensas y quieto. En ese estado de plenitud de consciencia uno puede ser sumamente sensible. Insumos pequeños, precisos y exactos pueden lograr reacciones grandes. Esto hace posible recoger información acerca del material nuclear que sería muy difícil accesar de cualquier otra manera o tomaría mucho más tiempo hacerlo. El estado de plenitud de conciencia se establece pidiéndolo, describiéndolo si es necesario, pero sobretodo hablando y actuando de modos que lo invitan, es decir lentamente, de manera simple, directa, con una concentración focalizada y sin tensión ni juicios"

"Este viraje hacia el interior para estudiar nuestro Yo requiere condiciones especiales y una guía. Necesita tiempo y cuidado y apoyo. Para hacer la búsqueda interior necesitamos de la plenitud de consciencia y una actitud calmada, no apurada. El esfuerzo, la lucha, las metas y el enfoque hacia los logros, hacen que la atención en estado de plenitud de consciencia sea muy difícil. (Piensa en los monasterios.) El descubrimiento de uno mismo necesita una actitud meditativa. No puedes tomar al Yo por asalto. La fuerza no funciona. La fuerza hace que el hacedor de los mapas se esconda. Los usuarios de mapas son los que entran en batallas. No hay espacio para el portento y para la creación cuando las puertas de la fortaleza están sitiadas, cuando el Yo necesita defenderse. ¡No!"
 


 "En la medida en que uno ser relaja, y focaliza delicadamente su atención en la experiencia presente, la sensibilidad aumenta y los intentos de manejar la experiencia ceden el espacio a la aceptación de lo que surja. En algún momento en este proceso llegamos a un nivel de sensibilidad en el que la experiencia se vuelve intensa y emocional. Mientras uno se mantiene claro y balanceado, el surgimiento del material emocional tiene que ocurrir. La única manera de evitarlo es, sea quedándonos tensos y por lo tanto insensibles, o mirando a otra parte, para desplazar nuestra consciencia a otra cosa"


La plenitud de consciencia tiene las características siguientes: enfoca la experiencia actual; tradicionalmente, el contenido de la consciencia. No podemos estar en estado de plenitud de consciencia acerca del pasado; sólo sabemos que estamos recordando el pasado porque ese recordar ocurre en el presente. La ruta a la plenitud de consciencia es la atención centrada en el presente. La plenitud de consciencia es "intencionalmente pasiva". Deliberadamente decidimos observar la experiencia presente sin interferir con ella. En esta actitud receptiva, si la adoptamos por sólo unos momentos por vez, podemos lograr una visión interior o introvisión muy enriquecedora. Finalmente, durante el estado de plenitud de consciencia, la atención es mayormente volcada hacia adentro.

De modo que le pedí a la "cliente" que baje la velocidad y que se relaje por un momento. Vaciló un poco pero lo hizo. Le pedí que virara hacia su interior y que encontrara "qué es lo que quiere ocurrir". ¿Qué movimiento quiere ocurrir? ¿Qué expresión? ¿Qué resistencia de aquellos que la contenían se sentiría exactamente correcta? Esta pregunta cambia el lugar del control pasándolo de la terapeuta a alguna inteligencia no nombrada en el interior del cliente. No le pregunté qué era lo que ella quería sino qué es lo que quiere. Al hacer eso en realidad le estoy pidiendo que se ponga en contacto con un yo más grande en su interior. Le estoy pidiendo que relaje sus esfuerzos, que vire hacia adentro y que incremente su conciencia.

Si está de acuerdo, le sugiero que se vuelque hacia adentro, tal vez que cierre sus ojos, se relaje y advierta que ocurre cuando yo.... y hago una sonda o reconozco algo. No le pido directamente que entre en un estado de plenitud de consciencia. Le pido que entre en sí mismo diciéndole cosas como:

"simplemente observa,.. no tienes que hacer nada,.. puedes simplemente permanecer en una actitud abierta,.. permitir que mis palabras te lleguen y prestar atención a tu experiencia,.. puede que aparezca en ti un pensamiento, un sentimiento, una sensación, una imagen,.. o podría surgir un recuerdo,.. tal vez un impulso o un cambio de tensión muscular... y no está mal que no ocurra nada,.. simplemente observa lo que ocurre..."


Hablo así por unos treinta segundos o más. No hablo de una manera normal, no uso el tono y ritmo usual de conversación. Hago que el tono de mi voz, mi ritmo al hablar y las palabras que uso, estén en armonía con el estado de consciencia que deseo evocar. También lo hago cuando trabajo con la niña o cuando trabajo directamente con el inconsciente. Para estar en armonía con el estado de plenitud de consciencia, bajo mi ritmo por lo menos a la mitad de lo habitual. Uso un tono de voz suave, como si hablara a alguien que ya se encuentra en estado de trance. Uso palabras precisas y simples y frases cortas. Al ponerme a tono con el ritmo de la persona con quien trabajo, estoy observando constantemente cuán relajada y volcada hacia adentro se encuentra.