Creo que debía haber un día
internacional nuevo.
El más importante de todos los que ya
existen.
El día de los muertos de nuestra
felicidad.
Un día en que mujeres, hombres y
niños se reunieran en las plazas de cada pueblo y ciudad.
Se postraran en el suelo, dedicasen
una oración a la Tierra y le pidieran perdón y la besaran.
Una oración por todos los actos de
crueldad generados en ese espacio a través del tiempo,
la sangre derramada de nuestros
hermanos y vecinos.
Esa sangre que tiño de rojo la piel
de esta madre que nos sostiene durante milenios…
Luego de pie y con los brazos
extendidos hacia arriba.
Como hacen los pieles rojas para
invocar al Gran Espiritu.
Implorar bondad al padre Cielo para
hacer por siempre el mayor Bien, cada día, cada momento.
Darnos las manos y reconocer todas
nuestras fallas, errores y culpas.
Suplicar la limpieza de todos los
corazones, y la bendición de nuestros hijos y su destino.
En ese día, a la hora de nombrar los
errores, cada uno podía ser libre para airear y decir lo suyo.
Si, como decía Silvio en aquella
vieja cancion…
Los muertos de nuestra felicidad.
Dedicado a nuestros enemigos, a los
perseguidos, los condenados, lo que perdieron la vida.
Aquellos que vencidos los humillamos.
Los mandamos fusilar.
A los que no creían en nuestra
superioridad.
Tantos que no han disfrutado ni
disfrutaran nunca de nuestros derechos, de nuestra abundancia.
Si a todos esos hundidos en la
miseria, deprimidos eternos, los que perdieron todo, y poseían lo que ahora es
nuestro. Los que se suicidan diariamente porque acogen toda nuestra oscuridad,
a los muertos sinsentido, los pobres,
los hambrientos, los enfermos… todos nuestros esclavos.
Los adversarios políticos, los de religión
diferente, los desterrados…
los que viven de las basuras que
tiramos, Los que engañamos para nuestro beneficio.
Los que murieron por no estar de
acuerdo.
Si, las victimas de todas nuestras
guerras pequeñas y grandes en el nombre que sea,
De la Justicia o de la Libertad, de
la Verdad, o la vil Codicia….
Da igual todos ellos han sido muertos
De su sangre brotan nuestros
alimentos hoy.
Nada más que eso.
Aún recuerdo aquella pintada del mayo
del 68 que me hizo reflexivo en mi adolescencia.
“ A las barricadas que es tiempo de reivindicar
la muerte del camarada enemigo”
Aquí en frente de mi, de lo que
bloquea mi camino.
Estoy ahora para reivindicar mi propia
sombra.
Todo lo que negué en beneficio de mis
nobles ideales y cultura.
De lo que se debía hacer o ser, por
complacer a otros, donde yo me olvide y me derrote.
No tendré miedo de ver el rostro más
fiero de toda mi propia inmundicia.
De todo ese dolor.
Quiero que me des una mano cuando sea
necesario.
Ahora que los hombres y las mujeres
se traicionan asi mismos todo el tiempo.
Ahora que son los tiempos de la manipulación
y el mas terrible engaño.
Te pido ayuda a ti,
dime si puedo confiar y bajar a los
infiernos del alma
Y liberarme, liberarnos.
Descender a las raíces oscuras de la
tierra para acariciar las mas elevadas hojas en la luz.
Y amar.
Necesito amar esa es toda la emoción
que deseo sentir.
……….
Gracias.
Pequeña Serenata Diurna
Silvio
Rodriguez
Vivo
en un país libre
Cual solamente puede ser libre
En esta tierra, en este instante
Y soy feliz porque soy gigante.
Amo a una mujer clara
Que amo y me ama
Sin pedir nada
-o casi nada,
Que no es lo mismo
Pero es igual-.
Cual solamente puede ser libre
En esta tierra, en este instante
Y soy feliz porque soy gigante.
Amo a una mujer clara
Que amo y me ama
Sin pedir nada
-o casi nada,
Que no es lo mismo
Pero es igual-.
Y
si esto fuera poco,
Tengo mis cantos
Que poco a poco
Muelo y rehago
Habitando el tiempo,
Como le cuadra
A un hombre despierto.
Soy feliz,
Soy un hombre feliz,
Y quiero que me perdonen
Por este día
Los muertos de mi felicidad.
Tengo mis cantos
Que poco a poco
Muelo y rehago
Habitando el tiempo,
Como le cuadra
A un hombre despierto.
Soy feliz,
Soy un hombre feliz,
Y quiero que me perdonen
Por este día
Los muertos de mi felicidad.
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