martes, 8 de enero de 2019

DIALOGO LUMINAR Ertz – 3. Resistencia emocional.

- Lo lamento, en este mes las resistencias me han abrumado.
Estuve afectado la mayor parte del tiempo. Necesito una prórroga.
Por estas fechas sufro una marea emocional originada en mi pasado personal y familiar.
Son lazos de dolor que todavía implican respuestas emocionales involuntarias.
Las podría describir como cascarones flotantes, que van llegando e inundando mi espacio interno, desplazando  y ahogando mi energía psíquica.
Lo peor es la dificultad, o la incapacidad de enfocarme en otra dirección.  
Supone un gran esfuerzo de voluntad personal. Que a veces no quiero pagar.
La navidad o el solsticio de invierno, es propicio para que esto ocurra. 
Por un lado está la conexión con todo ese sentimiento fraternal y consumista.
La gran marea provocada por la masa humana. Que obedece a una ley cíclica casi universal y arcaica. Que en estos agitados tiempos trae una profunda perturbación.
Hay emociones y resentimientos que van en direcciones opuestas.
Cuando esto ocurre el malestar y el conflicto están garantizados.
He de confesar que aunque el tiempo pase, no lo suaviza.
Vuelve con la intensidad propia de lo negado. Me pregunto que me queda por integrar.
Así es como el niño herido que habita en toda psique, reclama su espacio y emerge con la fuerza de una vieja demanda aún pendiente.
…. Puedo preguntarte algo.
¿Cómo definirías las emociones en general, de una manera resumida y sintética?

            Ertz: Las emociones  en general son siempre deseos. La energía propia de los deseos. Es esta ley del deseo la que rige el mundo de los seres humanos,  poetas, dramaturgos, escritores y cineastas… La encontramos en todos los ámbitos de la vida humana, incluidos los negocios y las finanzas nos muestran esta realidad emocional y de deseos.  
Los psicoanalistas lo saben bien. Y los psicólogos del nuevo tiempo van aprendiendo a manejar estas energías tan dominantes.
Los deseos pueden ser abiertos o cerrados, centrífugos o centrípetos, delicados o poderosos, tienen color y matices, vibración, música…
Estas fuerzas, definidas como formas energéticas sutiles que crean y recrean mundos.
A veces mundos en sentido literal, mundos tan sólidamente construidos, paralelos al fisico.
Esto sin duda es revelador. Y nos da una idea de la energía de la emoción.
Aunque es verdad que se necesita algo más que deseo para construir realmente.
Pero el deseo aporta la energía que se requiere. La emoción tiene un papel fundamental.

Imagina como ejemplo, cuando cierto colectivo humano vibra con el mismo deseo, esto crea una marea poderosa que arrastra inconscientemente, a masas humanas.
Se puede observar, en las respuestas colectivas a los medios de comunicación, la publicidad, las noticias… generan efectos contagiosos manipulando grupos de personas.
El individuo común básicamente emocional, pocas veces puede resistirse.  
Es engullido por la emoción infundida.
Así la calle puede servir para expresar la emoción o el sentimiento de un pueblo o de un grupo. Lo que olvidamos es que detrás están aquellos que juegan con una idea determinada, una creencia, que se inocula a la población en formato emocional, a través de los medios y recursos que movilizan a las masas.
Cuantas veces una multitud no son más que hordas de gentes que responden  ciegamente a la provocación y al contagio de ciertas energías-deseo de carácter emocional, que son manejadas por determinados poderes. Esto se puede observar en todas las guerras.
Uno cree que por sentirlo adentro ya le pertenece.  Pero puede y llega de afuera.
Y todo deseo es susceptible de contagio, como los sentimientos de indignación que van mucho más allá de los motivos reales y su duración. La falsa necesidad, las envidias consumistas, el odio a grupos, razas, y géneros…
Casi siempre se produce un bucle emocional que ciega la razón del individuo.
Sin duda es suscitado, dirigido y potenciado… Sirve a los círculos de poder.  
Sin profundizar demasiado todo fanatismo tiene esta condición, no importa como se denomine, con tal de que su terminación sea, –ismo.
Es suficiente para atribuirle todo lo apuntado.
Ideologías totalitarias o excluyentes son impuestas a los colectivos humanos, a través de las emociones- deseos que son las formas preferentes de manejo social. De esta forma se establece la esclavitud en la que vivimos.

El ser humano es un ser emocional fundamentalmente.
Al menos en la actualidad, y en su inmensa mayoría.
Por arriba, una minoría creciente, de aquellos que son regidos por lo mental y el pensamiento consciente, para el bien o para el mal.
Por debajo, los que todavía se rigen primordialmente por instintos e impulsos animales y que necesitan ser tutelados y gobernados.
Si la vida y las fuerzas de la evolución continúan una orientación saludable, es de esperar que, llegara un momento en que la emoción cederá su hegemonía al pensamiento creativo y libre. Sera un gran salto para la humanidad, toda emoción será bien comprendida e integrada, la crianza de los hijos cambiara completamente, se aplicaran modos no represivos y sin violencia.  Así la mente consciente seguirá apropiándose de nuevos espacios y conocimientos.
Cuando esto ocurra los seres humanos serán plenamente autónomos y despiertos. Imposible de ser manipulados por ningún líder, ideología, grupo o poder.  Y toda esta etapa de mediumnidad emocional será superada. 

- No me resulta tan fácil de entender esto a nivel del organismo. Entonces la ira, la lujuria, la melancolía… son deseos? 

            Ertz: Así es, todos son deseos y no solo en el fondo. Sino en las formas. Si lo analizamos es fácil encontrar  un deseo en conflicto con otro deseo. Hay niveles, el yo desea algo, pero el inconsciente o el no-yo tienen muchas instancias y deseos soterrados.
Incluso puede haber un deseo resultante de un conflicto incapaz de ser resulto. O en la estructura de un niño pequeño, encontrar el deseo tal cual, en su forma más pura y elemental, como la emoción primaria del miedo o la alegría.
Normalmente hay deseos provenientes de diferentes partes de la personalidad. Y aquí conviene entender que todos nos creamos un hermoso lio.
Porque? porque desde el principio educar significa falsearnos en algún grado. “Mama” puede inculcar “buenos deseos” y negar otros, “papa” y más tarde  el sistema y el Estado, pueden llegar a hacer lo mismo, y contradecir a “mama”. Lo que hay que entender es que el niño hace un gran sacrificio para adaptarse al entorno. Y el resultado, mas allá de la adecuación social, es que tarde o temprano debemos lidiar con deseos opuestos, largamente insatisfechos, constreñidos en la infancia en la adolescencia… Sin olvidar que los deseos en un niño tienen al principio la consideración de necesidades.
Es por ello que los deseos-emociones crean conflictos entre sí, al mirar hacia dentro, buscando saber lo que realmente queremos para nuestras vidas. Aquí surge la dificultad para entender y dirigirnos hacia nuestras verdaderas necesidades, con responsabilidad y conciencia.
A menudo, la cosa se complica porque somos sumamente permeables y no sabemos cerrarnos conscientemente a las emociones ajenas.
En este viaje por el mundo de los deseos, no es fácil distinguir los propios de los ajenos, incluso a veces, necesitamos “espejos” para darnos cuenta de cuáles son los propios, y todavía no los puedo reconocer.  
Podemos encontrarnos con deseos desplazados que expresan un ideal imposible de lograr, deseos compensatorios. Deseos que tratan de complacer alguna parte de la personalidad a costa o en vez de otra.
Limpiar el mundo emocional de deseos nos puede llevar un largo tiempo.   
Hay que empezar escuchando  y comprendiendo su origen, de donde viene, a donde me lleva. Esto contiene información clave para nuestra conciencia.
Una paradoja de la psique es que aquellos largamente negados o reprimidos, son los que terminan obsesionando  y parasitando la mente consciente. Todo lo reprimido se repite, vuelve una y otra vez hasta ser trascendido.
La naturaleza del deseo y la emoción, se puede decir que son magnéticas,. Alguien llora con un fuerte sentimiento, y provoca el llanto en los que le rodean.
Se dice que aquello que deseas lo atraes y termina por definirte.
Una emoción se instala en tu vida diaria y te conviertes en un tipo de persona.
Crea una identidad. Todas las emociones pueden enganchar y ser muy absorbentes y pegajosas. Podemos definirlas como universales y transpersonales, viven más allá de la persona, y saltan de uno a otro, de un grupo a otro.
Así es que observa con cuidado con lo que sientes, y resuena demasiado en ti…. Aquello que es reiterativo, más si se trata de una variante del odio, miedo…. Estas emociones niegan la capacidad de amor y de crecer y relacionarse.

A un nivel muy individual, un sentimiento de ira, además de la agresividad característica puede llevar consigo miedo, odio, y desembocar en indignación y altruismo, etc. 
Como ejemplo, puede significar que un yo sano necesita defenderse de un daño externo contra un aspecto de el mismo. También puede llevar implícito el deseo de que le gustaría estar seguro de su capacidad defensiva, y de sí mismo como persona.
La ira entonces dice al otro; lo que haces es injusto y puedo defenderme de ti, puede expresarlo respondiendo abiertamente a la agresión, o en diferentes grados.
Hay modos de hacerlo, estos modos hablan de la sensibilidad para tener en cuenta más deseos y emociones.
Incluso los del agresor. Todo esto se debe observarse en el cuerpo y su lenguaje.
A menudo algo externo provoca una reacción emocional interna, y se suceden otras en cadena, dependiendo de la experiencia y de la capacidad de manejo de la persona.
Toda esta reactividad emocional surge de adentro.
El deseo de defenderse: “no soy inferior”,
el deseo de ocultar el temor: “el superior soy yo”,
el temor mismo que dice: “me puede hacer más daño”
La ira contra uno mismo como residuo: “soy un pringado debí golpearle como haría el”.
El deseo a un nivel más profundo, de ser un héroe o heroína. Que puede expresarse; “va no vale la pena, a mí no me ofendes”…
En este párrafo podemos reconocer, la rabia, el temor, el sentimiento de inferioridad o de superioridad, un posible patrón de deseos de papa o deseo culturales… etc.

- Y otra más…. Crees que las emociones y sentimientos son iguales?

No, los sentimientos son una evolución y sofisticación de la emoción y de los deseos. Expresan contenido emocional no reactivo, además de pensamientos y creencias asociadas. Es parte de una evolución de lo emocional.
Finalmente decir, que tal vez nuestro cuerpo de emocional alcanzaría la luminosidad y la pureza, si pudiéramos sembrar únicamente determinados sentimientos,  como el amor hacia toda forma de vida, al conjunto de la humanidad, al planeta tierra como Ser vivo...
Un sentimiento de aspiración de tal magnitud que moviera a los individuos y a los colectivos hacia la verdad, la libertad, el Alma del mundo.
Sin duda estos sentimientos son de una cualidad muy diferente, e implican el deseo de trascendencia y elevación del ser humano a su máximo potencial.





SUEÑO CON SERPIENTES
Silvio Rodríguez

Sueño con serpientes, con serpientes de mar,
Con cierto mar, ay, de serpientes sueño yo.
Largas, transparentes, y en sus barrigas llevan
Lo que puedan arrebatarle al amor.

Oh, la mato y aparece una mayor.
Oh, con mucho más infierno en digestión.

No quepo en su boca, me trata de tragar
Pero se atora con un trébol de mi sien.
Creo que está loca; le doy de masticar
Una paloma y la enveneno de mi bien.

Ésta al fin me engulle, y mientras por su esófago
Paseo, voy pensando en qué vendrá.
Pero se destruye cuando llego a su estómago
Y planteo con un verso una verdad.


https://youtu.be/GmffkHfDtz4

No hay comentarios: